Seamos realistas: Por mucho que lo intentes, no conseguiras acabarte España. Hay tantas cosas que ver en este país, que necesitarías tres vidas para conocerlas todas.
Pero no te preocupes. Desde aquí te enseñaremos cientos de lugares emblemáticos y lo haremos de la mejor de las maneras: Desde tu moto y por las carreteras más curveadas.
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Una vez subidas las fotos, las verás en tu mapa turístico para ir formando tu album fotográfico de viajes y recuerdos.
¡¡¡Y ahora qué!!!! ¿Hay o no hay huevos de acabarte España?
Málaga, esa ciudad que deja maravillado a quien la visita. La vida de la calle Larios, las conversaciones con los malagueños (salaos por naturaleza) en las que es casi imposible no sonreír, la Plaza de la Constitución y la herencia multicultural impregnando cada rincón con historias de emperadores y reyes. Además recientemente ha sido incluida en el top 10 de ciudades europeas con mejor calidad de vida.
El Teatro Romano de Málaga es uno de los símbolos vivos de la Hispania Romana en la ciudad. Dispone de un moderno centro de interpretación ubicado a su lado en el que por medio de las nuevas tecnologías puede conocer la vida y las costumbres de la época. También se ha recuperado su uso primigenio ofreciendo espectáculos en su interior.
Descubierto en el año 1951 estuvo durante muchos años, semioculto por el edificio de la llamada Casa de la Cultura, construida entre 1940-42 y retocada en los sesenta, durante en cuyas obras se descubrieron los primeros indicios del Teatro, que fue definitivamente demolido para poder valorar debidamente este teatro dentro de los planes de los programas culturales de 1992.
En las excavaciones se pusieron a la vista el proescenium, es decir el escenario, restos de la Orchestra, el lugar reservado a los senadores y la cávea, el graderío de 31 metros de radio por 16 de alto con trece gradas y las entradas a las gradas, el llamado vomitorium.
Construido en tiempos de Augusto, en el siglo I después de Cristo, mantuvo su uso hasta el siglo III. Numerosos materiales como los sillares, columnas y piedras talladas fueron utilizados para la construcción de la Alcazaba.
El centro de interpretación que está decorado en su exterior por fragmentos de la Lex Flavia Malacitana, contiene piezas originales recuperadas en las excavaciones.
Este Castillo, edificado en el siglo XIV para albergar a las tropas y proteger a la Alcazaba, es hoy uno de los momentos más visitados de Málaga en el que puede recorrer sus murallas con impresionantes vistas de Málaga, o entrar su Centro de Interpretación para conocer su historia.
Recibe su nombre por un faro que había en su cúspide (Jabal-Faruk, monte del faro). Aunque fue utilizado por fenicios y romanos, sería el rey nazarita Yusuf I en 1340 el que convertiría en fortaleza este asentamiento.
En la reconquista sufrió el asedio de los Reyes Católicos durante el verano de 1487 y Fernando del Católico lo convirtió en su residencia temporal tras la victoria. Además, designó el castillo como elemento del escudo de armas de la ciudad.
Considerada durante un tiempo la fortaleza más inexpugnable de la península ibérica. Dispone de dos líneas de murallas y ocho torreones. La muralla exterior se une con la coracha, muros dispuestos en formas zigzagueantes que unen el Castillo con la Alcazaba. Por su parte, la interior permite hacer el camino de ronda por todo el perímetro de la fortaleza.
El Castillo se puede dividir en dos partes. La superior recibe el nombre de patio principal y en ella encontramos el Centro de Interpretación dónde puede conocer la historia del Castillo a través de de sus habitantes. En esta zona se encuentra la torre Mayor, con 17 metros de altura, el pozo fenicio y los baños. El pozo de Airón está excavado en roca viva y tiene una profundidad de 40 metros.
La parte inferior, o patio de armas, concentraba los barracones de la tropa y las caballerizas. La torre albarrana o torre Blanca, orientada hacia el noreste, es una de las más visibles y en su interior conserva un aljibe, dependencias y almacenes.
Para más información consulte el Centro de Interpretación del Castillo de Gibralfaro.
Ubicado en Tabacalera, el Museo Automovilîstico de Málaga acoge una colección única en el mundo que combina vehîculos de alto standing y alta costura, donde arte, moda y diseño se reúnen en un mismo espacio. Casi cien vehîculos restaurados al más alto nivel, y pertenecientes a un sólo propietario, que ilustran la evolución estêtica y locomotora a lo largo de tres siglos y organizados en trece salas temáticas: Belle Époque, Años 20, Coches Populares, Años 30, The Fashion Corner, Coches de Diseño, Coches de Sueño, Tradición Inglesa, Energîas Alternativas, Sala de Motores, Años 50, Tuning y The Sublime Collection.
Entre sus modelos y marcas se encuentran el Winner de 1898, coches a vapor de 1910, el increîble Coche Avión de 1932 o el prototipo de aire comprimido de 2011. Tambiên joyas mîticas como Rolls-Royce, Jaguar, Bentley, Aston Martin, Bugati, Ferrari o Mercedes con los modelos 540K de 1937 y Alas de Gaviota de 1956. En el Museo Automovilîstico de Málaga tambiên puede disfrutar de la belleza de obras de arte contemporáneas, diseñadas a partir de piezas del mundo del motor y visitar la inêdita exposición denominada "Galerîa de Motores", formada por un conjunto de motores ejemplares exclusivos.
En este espacio tambiên hay un destacado lugar para la moda. The Fashion Corner ofrece una selecta muestra de más de 300 ejemplares acompañados de sombrereras y maletas de êpoca. La colección de sombreros “De Balenciaga a Schiaparelli” abarca un periodo que va de los años 20 a los 50 con marcas como Chanel, Dior o Balmain entre otros. Por otro lado, la colección The Sublime Collection, que representa un recorrido por la alta costura en el siglo XX. Vestidos vintage que muestran el desarrollo de las tendencias en una atmósfera de glamour relacionada con las grandes divas del cine. Un espectáculo que eleva la moda a la categorîa de arte en un ambiente de teatro con sofás, muebles, imágenes y complementos que crean una exposición única y exótica que no deben perderse.
Este Palacio fortaleza cuyo nombre en árabe significa ciudadela es uno de los monumentos históricos de la ciudad, un espacio muy visitado por conjugar historia y belleza en un mismo recinto.
De época musulmana está situada a los pies del monte Gibralfaro donde está el Castillo defensivo árabe al que estaba unido por un pasillo resguardado por murallas llamado La Coracha; junto al Teatro romano y frente al edificio de la Aduana, es una oportunidad para ver en solo unos metros la unión de las culturas romana, árabe y renacentista, lo que hace a este rincón un lugar muy especial.
Construida entre 1057 y 1063 según los historiadores musulmanes a instancias del rey de taifas bereber de Granada, Badis. En su construcción se emplearon materiales de acarreo y se reutilizaron piezas del anexo teatro romano, como columnas y capiteles.
Posteriormente llegan a Málaga los Almorávides en 1092 y los Almohades en 1146. En el 1279 la conquista Muhammad II Ben al-Ahmar y pasa al reino Nazarita. Su reforma le confiere una profunda impronta como edificación nazarí construida sobre la roca. Conjuga las necesidades de defensa y la belleza de un palacio árabe organizado a base de patios rectangulares y crujías en torno con sus jardines y estanques. Sus estancias que, en la tradición de la arquitectura granadina, buscan en los interiores la alternancia de luces y sombras para conseguir esos juegos que tan bien dominan los alarifes árabes.
Su componente militar la hace una de las obras más importantes musulmanas conservada en España. Con matacanas, torres albarranas con saeteras y murallas almenadas como elementos defensivos, sin embargo su mejor defensa estaba en su situación, dominando desde sus balcones la ciudad y la bahía.
A su alrededor había un barrio, hoy totalmente desaparecido, que tenia incluso su sistema para evacuar las aguas fecales, y con letrinas en casi todas las casas, lo que acredita el alto nivel de civilización que existía en esos momentos.
Tuvo sucesivas reconstrucciones, algunas hasta en el siglo XX, y actualmente es visitable con importantes muestras arqueológicas expuestas. En las primeras excavaciones para su restauración, aparecieron restos de muros romanos de hormigón revestido de estuco rojizo y pequeñas albercas excavadas en pizarra, destinadas a la preparación del Garum (pasta de pescado que elaboraban los romanos) y una mazmorra donde encerraban durante la noche a las cautivas cristianas que trabajaban de día.
Su nombre completo es Nuestra Señora de la Encarnación aunque para los malagueños es simplemente “la Catedral”. En todas las ciudades una catedral es siempre algo importante, pero aquí en Málaga lo es todavía más, porque no es solo un edificio religioso, es también un referente, un hito ciudadano, un jalón en el camino y un testigo de muchos acontecimientos.
El edificio es una de las mejores muestras del arte religioso español: situada sobre los restos de otras muestras culturales tales como la primitiva mezquita almohade.
Se empezaron sus trazas aproximadamente sobre 1.530 y se finalizó en el siglo XVIII, aunque es una obra inacabada ya que le falta remate de la fachada principal y la torre sur. Aún hoy circula una leyenda que dice que el dinero destinado a la terminación de esa torre se gastó en financiar las guerras en América de principios del siglo XIX, aunque está demostrado que ese dinero realmente se destinó a financiar obras públicas urgentes en la provincia.
Con una planta de tres naves con girola, es en cierto modo una evolución del arte goticista que en su primer momento acogió las nuevas ideas renacentistas, con todas las naves de la misma altura con bóvedas vaídas conforman esos cupulines tan característicos que se ven desde arriba, por ejemplo cuando se ve la catedral desde el hotel Málaga Palacio.
El alzado incorpora el estilo siloésco con el dado de Brunelleschi, que contribuye a darle mayor altura y vistosidad sin distorsionar el canon.
Por su cabecera es hermana de las de Granada y Guadix, las catedrales andaluzas del XVI, en cambio por su coro hay que relacionarla con los Coros de Toledo y Córdoba, los tres más importantes de España.
En el Coro de Málaga esta la sillería con 42 tallas, obra de Pedro de Mena en su mayoría, un obra maestra que este realizó tras las intervenciones previas de Luís Ortiz de Vargas y con el Apostolado del escultor José Micael Alfaro, todo esto lo hacen ser una de las obras más importantes en su género.
Destacar también dos órganos, magníficos que tienen más de 4.000 tubos, raros y hermosos ejemplos de instrumentos musicales del siglo XVIII que, aún hoy, se conservan en buen uso y con los que se dan frecuentes conciertos.
Las portadas de la catedral son conocidas como la de las Cadenas, frente al Palacio de Zea-Salvatierra con sus jardines y su patio de los naranjos; la principal, conocida como la de la Plaza del Obispo y, aunque no está integrada en la Catedral, la fachada del Sagrario.
Desde mediados del siglo XX la Catedral quedó totalmente exenta cuando se demolieron las últimas casas que estaban adosadas a ella en la parte cercana al Parque.
En la catedral se encuentra el Museo Catedralicio, actualmente ubicado en las dependencias de la antigua Sala Capitular, son dos estancias, parte de la obra del siglo XVIII, que tienen un bello artesonado del XIX, con obras de la propia Catedral y de otros lugares, algunas de salas ya desaparecidas, tales como la antigua Sala de Ornamentos, también llamada del Tesoro de la catedral, y de esta misma Capitular, ambas ya desaparecidas y en la primera de las salas es donde se ubican gran cantidad de obras sacras.
Es un paraje natural conformado por antiguos territorios marinos de 20 kilómetros cuadrados de extensión, emergido a causa de los plegamientos alpinos en la Era Terciaria, siendo ahora el punto más alto de la provincia de Málaga. A partir de este momento el conjunto es sometido a un proceso de erosión, el modelo Kárstico, en el que la fractura de la roca por la acción de cuña que supone el agua que absorbe y se hiela, junto con la disolución de calizas por efecto de la lluvia, han ido conformando en las rocas multitud de formas curiosas y sorprendentes “El Tornillo”, “El Sombrerillo”, “El Adelantado”, “El Cáliz”, entre otras. Como todos los macizos calizos, El Torcal, presenta una enorme riqueza en simas, cuevas y otras excavaciones subterráneas, algunas de ellas de gran importancia histórica como la Cueva del Toro.
El Torcal alberga una variada flora y fauna, hasta el punto de que le ha valido la declaración de Zona Especial para la Protección de las Aves.
Antequera es una ciudad situada en el principal cruce de caminos de Andalucía, siendo un paso obligado de viajeros a lo largo de toda la historia. Su estratégica situación le hacen ser el corazón de Andalucía, nexo de unión de las principales vías de comunicación terrestre, a escasos kilómetros de Málaga y de las playas de la Costa del Sol y a una hora aproximadamente de Granada, Córdoba y Sevilla.
Su magnífico conjunto monumental es fruto de su historia ininterrumpida de más de 6.000 años, plasmándose en más de medio centenar de destacados edificios de arquitectura civil y religiosa fechados entre la Edad del Bronce y el siglo XX.
No puedes irte de esta ciudad sin visitar El Sitio de los Dólmenes de Antequera, declarado Patrimonio Mundial de la UNESCO en 2016, posee una importancia extraordinaria que trasciende fronteras y fascina a todos aquellos que lo visitan. Lo conforman 3 bienes culturales (Dolmen de Menga, Dolmen de Viera y Tholos de El Romeral) y dos naturales (La Peña de los Enamorados y El Torcal), siendo una de las primeras integraciones conscientes de arquitectura megalítica y paisaje monumental de la Prehistoria Europea, derivada de unos pobladores neolíticos cuyo origen se remonta a comienzos del VI milenio a.de C.
Los tres monumentos megalíticos fueron utilizados en su día con fines rituales y funerarios, y son reconocidos exponentes del megalitismo en Europa occidental.
La Necrópolis Megalítica de Antequera formada por los monumentos Dolmen de Menga, Dolmen de Viera y Tholos de El Romeral, son uno de los máximos exponentes de la megalítico en Europa.
Según los análisis disponibles estas construcciones datarían del periodo Neolítico, con más de 6.500 años. Las primeras formas de arquitectura monumental de la Prehistoria.
El valor extraordinario universal de estos monolitos reside en su monumentalidad y en su orientación singular. En la época era habitual orientar los monumentos al sol, pero estos templos fueron orientados hacia la naturaleza que les rodeaba. El Dolmen de Menga se orientó hacia la Peña de los Enamorados, montaña que recuerda a una figura humana por su singular forma. El Tholos de El Romeral se orientó hacia la mayor elevación de la sierra del paisaje kárstico de El Torcal de Antequera, mientras que el Dolmen de Viera fue el único que se orientó al sol.
El tholos de El Romeral, también llamado comúnmente dolmen de El Romeral o cueva de El Romeral, es un monumento megalítico, declarado Patrimonio Mundial el 15 de julio de 2016 y Bien de Interés Cultural, situado en la ciudad española de Antequera, formando parte del Conjunto Arqueológico Dólmenes de Antequera.
Es un peñón calizo que presenta el extraño perfil de un hombre yacente mirando al cielo: parece la cabeza de un indio tumbado. Recibe su nombre de una leyenda fronteriza que cuenta que unos enamorados, Tello y Tagzona (él cristiano y ella mora), huyendo de los soldados enviados por el padre de ella para capturarlos, fueron acorralados en estos parajes y, para evitar que los separasen, subieron a lo más alto de esta peña, desde donde se arrojaron juntos al vacío para unirse en la eternidad.
La Cueva de Ardales o de Trinidad Grund fue descubierta en 1821 gracias a un terremoto que dejó libre la actual puerta de entrada.
La Cueva conserva más de 50 figuras y otros símbolos pertenecientes al Paleolítico Superior (Solutrense y Magdaleniense, 18.000-14.000 a. de C.) casi todos localizados en la Galería del Calvario. Son figuras de animales, ciervas, caballos, cabras y un pez, grabadas en su mayoría con punzones o buriles de sílex. Otras están pintadas en negro, rojo y ocre-amarillo. También se han encontrado restos de época epipaleolítica (8.000 a. de C.) y del Neolítico-Medio-Final (4.000 a. de C.) en la Sala del Saco y en la Sala de Las Estrellas. En las Galerías Altas se conservan restos de enterramientos del Calcolítico. En general, los grabados y pinturas datan del Paleolitico Superior hace unos 20000 años.
El recorrido interior de la cueva es superior a 1,5 Kms., en el destacan la Gran sala, la Galería del Arquero, la Sala del Lago, la Galería del Espolón, la Galería de los Grabados y la sala de las Manos, además de encontrarnos con laberintos de columnas, lagos permanentes y bellas formaciones de estalagmitas.
Durante la dominación romana, Teba fue uno de los núcleos de población más importantes de la Bética. Se la llamó Attegua y estaba situada en el lugar que hoy llaman Teba la Vieja. Julio César en sus libros sobre la guerra civil, donde relata las luchas contra Pompeyo, hace una descripción sobre cómo se produjo la rendición de Attegua en febrero del año 45 a. de J.C. después de que el defensor de la ciudad, Numancio Flaco, asesinase a un gran número de habitantes. También se refieren a Teba, Hircio, el relator de la batalla de Munda en sus Comentarios, y Suetonio.
A pesar de esto, son escasos los restos de época romana hallados en Teba la Vieja y en el castillo, reduciéndose a algunas monedas de los tiempos de Vespasiano y trozos de ánforas y vasijas de arcilla.
Durante la dominación árabe la ciudad fue trasladada al lugar que actualmente ocupa, siendo llamada Ostipo y Ostebba, de donde procede su nombre. El padre Mariana, en el Libro XV de su Historia General de España nos relata la conquista de la ciudad por Alfonso XI de Castilla el 20 de enero de 1389, después de haber sufrido numerosas bajas las tropas cristianas. Crecido con esta victoria, Alfonso XI se lanzó a la conquista de Turón y de Ardales. Teba no volvió a pertenecer a los musulmanes, a pesar de los numerosos sitios que tuvo que resistir, sobre todo en época de Juan II. En aquel tiempo tenía una de las jurisdicciones más grandes de la región y de sus campos saldrían gran número de repobladores a otras zonas recién conquistadas.
En la ciudad se puede contemplar la capilla del convento que fundaron los franciscanos y la iglesia parroquial, como edificios notables, aunque el monumento más destacado sin duda es el castillo, construido por los romanos, al menos el primer cuerpo de torres y muros y reedificado posteriormente por los árabes.
Dominando el curso del río Guadalteba y su campiña, se alza el Castillo de la Estrella. A sus pies se construyo la Villa de Teba, que con su sinuoso trazado urbano, declarado Conjunto Histórico Artístico, mantiene sus casas populares y señoriales, como la del Marques de Greñina, o la de la emperatriz Eugenia de Montijo, condesa de Teba. El Castillo de la Estrella se construyo en el siglo XIII por los almohades y a lo largo de su ocupación, sufrió continuas remodelaciones. Se erigió para la defensa de la numerosa población dispersa por los ríos Guadalteba y La Venta, llena de numerosas alquerías.
La fortaleza es una de las más grandes de la provincia de Málaga, con una superficie cercana a los 25.000 m2. Sus anchos muros, su barbacana y situación, hacían que fuese un lugar inexpugnable.
Un castillo que fue el gran emblema cristiano de la Comarca del Guadalteba. Tuvo 18 torres que protegieron a la población de su interior y todavía hoy se pueden ver los restos de sus aljibes, su primera iglesia y el extraordinario alcázar que conserva intacta su torre residencial de cuatro plantas, donde actualmente se encuentra en Centro de interpretación “Una Cruzada en el Guadalteba”, donde los visitantes pueden conocer de primera mano el edificio original, con piezas originales y donde se explica la participación de Sir James Douglas, caballero escocés que lucho junto las tropas cristianas en la conquista del Castillo de la Estrella en 1330, convirtiéndose en un héroe legendario en su escocia natal, al ser protagonista en un episodio significativo de la historia de Teba.
Situado en la "Mesa de Ronda la Vieja" (a unos 20 km de la actual Ronda), este yacimiento arqueológico alberga los restos de la ciudad romana de Acinipo, asentada sobre un antiguo "oppidum" o ciudad fortificada ibérica, que, a su vez, hunde sus raíces como lugar de ocupación en la Prehistoria.
En ella destaca su teatro, uno de los mejores conservados de la Hispania romana. Son visibles algunos elementos de la ciudad, como una domus o vivienda señorial romana y unas termas, dotadas de su palestra para ejercicios gimnásticos. De las etapas prerromanas de la ciudad, se conservan unas cabañas de la Edad del Hierro. La impresionante situación de Acinipo, a casi 1000 m. de altitud lo convierten en un hito de gran importancia, desde el que se contemplan paisajes de las provincias de Málaga, Cádiz y Sevilla.
En la milenaria Ronda se unen y enlazan los hilos que conforman el tejido multicolor de una de las ciudades más interesantes de toda Andalucía. El paisaje, el urbanismo, la historia, la leyenda romántica de bandoleros de sonado nombre, el espacio donde nacen y se hacen toreros y artistas que serán siempre, hacen de Ronda una ciudad única.
La impresionada crónica de autores literarios que se sintieron cautivados por esta ciudad puede rastrearse desde los más antiguos textos hasta hoy; Plinio, el rey poeta de Sevilla al-Motámid, al-Idrisi, Ibn al-Jatib, Vicente Espinel, Rilke, Juan Ramón Jiménez y Juan Goytisolo son algunos nombres de la larga lista de autores que han dejado escritas páginas elocuentes de Ronda, donde a decir de sus naturales, llueve hacia arriba y los pájaros vuelan a los pies de los que se asoman al Tajo.
La ciudad invita a un recorrido ajeno a la prisa, que permita apreciar con detalle los rasgos de la antigua medina árabe, en la orilla sur del río Guadalevín, que aún conserva parte de sus murallas, cruzar el Puente Nuevo y pasear por la Alameda del Tajo, deteniéndose en los rincones y obras monumentales que abren sus puertas al visitante; sin olvidar reponer fuerzas en alguno de los restaurantes que ofertan una buena selección de platos de la gastronomía de la Serranía.
El núcleo urbano se divide en tres zonas perfectamente diferenciadas entre sí: la ciudad o antigua medina árabe que, desde el punto de vista histórico, es la más importante, el barrio de San Francisco, separado por las Murallas, y el del Mercadillo, que se encuentra al otro lado del río Guadalevín.
Málaga, esa ciudad que deja maravillado a quien la visita. La vida de la calle Larios, las conversaciones con los malagueños (salaos por naturaleza) en las que es casi imposible no sonreír, la Plaza de la Constitución y la herencia multicultural impregnando cada rincón con historias de emperadores y reyes. Además recientemente ha sido incluida en el top 10 de ciudades europeas con mejor calidad de vida.
El Teatro Romano de Málaga es uno de los símbolos vivos de la Hispania Romana en la ciudad. Dispone de un moderno centro de interpretación ubicado a su lado en el que por medio de las nuevas tecnologías puede conocer la vida y las costumbres de la época. También se ha recuperado su uso primigenio ofreciendo espectáculos en su interior.
Descubierto en el año 1951 estuvo durante muchos años, semioculto por el edificio de la llamada Casa de la Cultura, construida entre 1940-42 y retocada en los sesenta, durante en cuyas obras se descubrieron los primeros indicios del Teatro, que fue definitivamente demolido para poder valorar debidamente este teatro dentro de los planes de los programas culturales de 1992.
En las excavaciones se pusieron a la vista el proescenium, es decir el escenario, restos de la Orchestra, el lugar reservado a los senadores y la cávea, el graderío de 31 metros de radio por 16 de alto con trece gradas y las entradas a las gradas, el llamado vomitorium.
Construido en tiempos de Augusto, en el siglo I después de Cristo, mantuvo su uso hasta el siglo III. Numerosos materiales como los sillares, columnas y piedras talladas fueron utilizados para la construcción de la Alcazaba.
El centro de interpretación que está decorado en su exterior por fragmentos de la Lex Flavia Malacitana, contiene piezas originales recuperadas en las excavaciones.
Este Castillo, edificado en el siglo XIV para albergar a las tropas y proteger a la Alcazaba, es hoy uno de los momentos más visitados de Málaga en el que puede recorrer sus murallas con impresionantes vistas de Málaga, o entrar su Centro de Interpretación para conocer su historia.
Recibe su nombre por un faro que había en su cúspide (Jabal-Faruk, monte del faro). Aunque fue utilizado por fenicios y romanos, sería el rey nazarita Yusuf I en 1340 el que convertiría en fortaleza este asentamiento.
En la reconquista sufrió el asedio de los Reyes Católicos durante el verano de 1487 y Fernando del Católico lo convirtió en su residencia temporal tras la victoria. Además, designó el castillo como elemento del escudo de armas de la ciudad.
Considerada durante un tiempo la fortaleza más inexpugnable de la península ibérica. Dispone de dos líneas de murallas y ocho torreones. La muralla exterior se une con la coracha, muros dispuestos en formas zigzagueantes que unen el Castillo con la Alcazaba. Por su parte, la interior permite hacer el camino de ronda por todo el perímetro de la fortaleza.
El Castillo se puede dividir en dos partes. La superior recibe el nombre de patio principal y en ella encontramos el Centro de Interpretación dónde puede conocer la historia del Castillo a través de de sus habitantes. En esta zona se encuentra la torre Mayor, con 17 metros de altura, el pozo fenicio y los baños. El pozo de Airón está excavado en roca viva y tiene una profundidad de 40 metros.
La parte inferior, o patio de armas, concentraba los barracones de la tropa y las caballerizas. La torre albarrana o torre Blanca, orientada hacia el noreste, es una de las más visibles y en su interior conserva un aljibe, dependencias y almacenes.
Para más información consulte el Centro de Interpretación del Castillo de Gibralfaro.
Ubicado en Tabacalera, el Museo Automovilîstico de Málaga acoge una colección única en el mundo que combina vehîculos de alto standing y alta costura, donde arte, moda y diseño se reúnen en un mismo espacio. Casi cien vehîculos restaurados al más alto nivel, y pertenecientes a un sólo propietario, que ilustran la evolución estêtica y locomotora a lo largo de tres siglos y organizados en trece salas temáticas: Belle Époque, Años 20, Coches Populares, Años 30, The Fashion Corner, Coches de Diseño, Coches de Sueño, Tradición Inglesa, Energîas Alternativas, Sala de Motores, Años 50, Tuning y The Sublime Collection.
Entre sus modelos y marcas se encuentran el Winner de 1898, coches a vapor de 1910, el increîble Coche Avión de 1932 o el prototipo de aire comprimido de 2011. Tambiên joyas mîticas como Rolls-Royce, Jaguar, Bentley, Aston Martin, Bugati, Ferrari o Mercedes con los modelos 540K de 1937 y Alas de Gaviota de 1956. En el Museo Automovilîstico de Málaga tambiên puede disfrutar de la belleza de obras de arte contemporáneas, diseñadas a partir de piezas del mundo del motor y visitar la inêdita exposición denominada "Galerîa de Motores", formada por un conjunto de motores ejemplares exclusivos.
En este espacio tambiên hay un destacado lugar para la moda. The Fashion Corner ofrece una selecta muestra de más de 300 ejemplares acompañados de sombrereras y maletas de êpoca. La colección de sombreros “De Balenciaga a Schiaparelli” abarca un periodo que va de los años 20 a los 50 con marcas como Chanel, Dior o Balmain entre otros. Por otro lado, la colección The Sublime Collection, que representa un recorrido por la alta costura en el siglo XX. Vestidos vintage que muestran el desarrollo de las tendencias en una atmósfera de glamour relacionada con las grandes divas del cine. Un espectáculo que eleva la moda a la categorîa de arte en un ambiente de teatro con sofás, muebles, imágenes y complementos que crean una exposición única y exótica que no deben perderse.
Este Palacio fortaleza cuyo nombre en árabe significa ciudadela es uno de los monumentos históricos de la ciudad, un espacio muy visitado por conjugar historia y belleza en un mismo recinto.
De época musulmana está situada a los pies del monte Gibralfaro donde está el Castillo defensivo árabe al que estaba unido por un pasillo resguardado por murallas llamado La Coracha; junto al Teatro romano y frente al edificio de la Aduana, es una oportunidad para ver en solo unos metros la unión de las culturas romana, árabe y renacentista, lo que hace a este rincón un lugar muy especial.
Construida entre 1057 y 1063 según los historiadores musulmanes a instancias del rey de taifas bereber de Granada, Badis. En su construcción se emplearon materiales de acarreo y se reutilizaron piezas del anexo teatro romano, como columnas y capiteles.
Posteriormente llegan a Málaga los Almorávides en 1092 y los Almohades en 1146. En el 1279 la conquista Muhammad II Ben al-Ahmar y pasa al reino Nazarita. Su reforma le confiere una profunda impronta como edificación nazarí construida sobre la roca. Conjuga las necesidades de defensa y la belleza de un palacio árabe organizado a base de patios rectangulares y crujías en torno con sus jardines y estanques. Sus estancias que, en la tradición de la arquitectura granadina, buscan en los interiores la alternancia de luces y sombras para conseguir esos juegos que tan bien dominan los alarifes árabes.
Su componente militar la hace una de las obras más importantes musulmanas conservada en España. Con matacanas, torres albarranas con saeteras y murallas almenadas como elementos defensivos, sin embargo su mejor defensa estaba en su situación, dominando desde sus balcones la ciudad y la bahía.
A su alrededor había un barrio, hoy totalmente desaparecido, que tenia incluso su sistema para evacuar las aguas fecales, y con letrinas en casi todas las casas, lo que acredita el alto nivel de civilización que existía en esos momentos.
Tuvo sucesivas reconstrucciones, algunas hasta en el siglo XX, y actualmente es visitable con importantes muestras arqueológicas expuestas. En las primeras excavaciones para su restauración, aparecieron restos de muros romanos de hormigón revestido de estuco rojizo y pequeñas albercas excavadas en pizarra, destinadas a la preparación del Garum (pasta de pescado que elaboraban los romanos) y una mazmorra donde encerraban durante la noche a las cautivas cristianas que trabajaban de día.
Su nombre completo es Nuestra Señora de la Encarnación aunque para los malagueños es simplemente “la Catedral”. En todas las ciudades una catedral es siempre algo importante, pero aquí en Málaga lo es todavía más, porque no es solo un edificio religioso, es también un referente, un hito ciudadano, un jalón en el camino y un testigo de muchos acontecimientos.
El edificio es una de las mejores muestras del arte religioso español: situada sobre los restos de otras muestras culturales tales como la primitiva mezquita almohade.
Se empezaron sus trazas aproximadamente sobre 1.530 y se finalizó en el siglo XVIII, aunque es una obra inacabada ya que le falta remate de la fachada principal y la torre sur. Aún hoy circula una leyenda que dice que el dinero destinado a la terminación de esa torre se gastó en financiar las guerras en América de principios del siglo XIX, aunque está demostrado que ese dinero realmente se destinó a financiar obras públicas urgentes en la provincia.
Con una planta de tres naves con girola, es en cierto modo una evolución del arte goticista que en su primer momento acogió las nuevas ideas renacentistas, con todas las naves de la misma altura con bóvedas vaídas conforman esos cupulines tan característicos que se ven desde arriba, por ejemplo cuando se ve la catedral desde el hotel Málaga Palacio.
El alzado incorpora el estilo siloésco con el dado de Brunelleschi, que contribuye a darle mayor altura y vistosidad sin distorsionar el canon.
Por su cabecera es hermana de las de Granada y Guadix, las catedrales andaluzas del XVI, en cambio por su coro hay que relacionarla con los Coros de Toledo y Córdoba, los tres más importantes de España.
En el Coro de Málaga esta la sillería con 42 tallas, obra de Pedro de Mena en su mayoría, un obra maestra que este realizó tras las intervenciones previas de Luís Ortiz de Vargas y con el Apostolado del escultor José Micael Alfaro, todo esto lo hacen ser una de las obras más importantes en su género.
Destacar también dos órganos, magníficos que tienen más de 4.000 tubos, raros y hermosos ejemplos de instrumentos musicales del siglo XVIII que, aún hoy, se conservan en buen uso y con los que se dan frecuentes conciertos.
Las portadas de la catedral son conocidas como la de las Cadenas, frente al Palacio de Zea-Salvatierra con sus jardines y su patio de los naranjos; la principal, conocida como la de la Plaza del Obispo y, aunque no está integrada en la Catedral, la fachada del Sagrario.
Desde mediados del siglo XX la Catedral quedó totalmente exenta cuando se demolieron las últimas casas que estaban adosadas a ella en la parte cercana al Parque.
En la catedral se encuentra el Museo Catedralicio, actualmente ubicado en las dependencias de la antigua Sala Capitular, son dos estancias, parte de la obra del siglo XVIII, que tienen un bello artesonado del XIX, con obras de la propia Catedral y de otros lugares, algunas de salas ya desaparecidas, tales como la antigua Sala de Ornamentos, también llamada del Tesoro de la catedral, y de esta misma Capitular, ambas ya desaparecidas y en la primera de las salas es donde se ubican gran cantidad de obras sacras.
La capital oscense es una ciudad ideal para pasear, de vida sosegada y gentes hospitalarias, repleta de monumentos dignos de visitar.
La primera parada en tu recorrido puede ser en su catedral gótica, construida sobre la antigua mezquita musulmana. Fíjate en el bello retablo de Damián Forment que alberga en su interior. Enfrente se halla el ayuntamiento, ubicado en un palacio renacentista aragonés del siglo XVI. A pocos metros encontrarás el Museo Provincial.
Callejea todo lo que puedas por el casco antiguo. Sin salir de él, tienes que visitar el conjunto que forman la iglesia y claustro de San Pedro el Viejo. Este es uno de los ejemplos más importantes del románico aragonés. La capilla de San Bartolomé, en su claustro, es también panteón real.
No te marches sin pasear por el Parque de Miguel Servet, situado en el corazón de la ciudad. Recorre la calle del Coso y contempla el Casino modernista; llega hasta la muralla musulmana y, finalmente, repón fuerzas en sus zonas de tapas o saborea su afamada repostería. ¡Qué difícil es resistirse a las castañas de mazapán!
En el Somontano oscense, a 48 kms. De la ciudad de Huesca, se enclava la villa de Alquézar. Encaramada a 660 mts de altitud sobre una de las sierras paralelas al Pirineo, el pueblo se integra perfectamente en un impresionante paisaje de calizas modelado por el rio Vero, que ha creado a lo largo del tiempo un cañón increíble para la práctica del barranquismo, acantilados impresionantes, cuevas de arte rupestre …
Su majestuosa Colegiata fue declarada Monumento Nacional en 1.931 y la arquitectura y trazado medieval de su casco urbano es Conjunto Histórico Artistico desde 1.982.
Paraíso ornitológico, cuenta además con numerosas rutas de senderismo y b.t.t. enclavados dentro del Parque Natural de la Sierra y Cañones de Guara. Desde sus numerosos miradores, los amantes de la fotografía podrán captar imágenes de su salvaje belleza y de los campos de almendros en flor que llenan el aire de su aroma en primavera.
Sin duda, visitar este pueblo es obligado para todo aquel que visite la provincia de Huesca en cualquier época del año.
El origen del conjunto se encuentra en una fortificación árabe construida en el siglo IX y encargada por Jalaf ibn Rasid, con motivo de las luchas contra los carolingios que ocuparon el condado de Sobrarbe. De este periodo no se conservan aparentes restos arquitectónicos. En 1064, tras la toma de Barbastro por el rey Sancho Ramírez, la fortaleza pasa a manos cristianas y se establece una guarnición militar y una comunidad religiosa. Se construyen varias edificaciones, militares y defensivas unas, y religioso otras. El conjunto está rodeado por una muralla de doble lienzo almenado y protegido por varios torreones; uno de ellos utilizado posteriormente por la colegiata como campanario. A la plaza superior se accede a través de una puerta dovelada y mediante una rampa escalonada en zig-zag.
La fundación canónica de Alquézar fue ordenada por el rey Sancho Ramírez y confiada al abad Sancho y adscrito al monasterio de San Cucufate en Lecina, entre los años 1071 y 1074. En 1074 el rey Sancho Ramírez hizo un intento de crear una canónica, aunque en 1080 pasó a pertenecer a Roda de Isábena. Posteriormente, hacia 1083, el abad Galindo inició las obras de ampliación mandando construir las dependencias canonicales y la iglesia de Santa María. Su consagración tuvo lugar en 1099.
A este primer periodo románico pertenecen también algunas partes de la muralla, la parte inferior de la torre campanario, la torre albarrana y el paño norte y este de la torre vigía y los restos de la capilla de Santa María Magdalena.
Aínsa es un pueblo que se encuentra en la comarca de Sobrarbe y que se corresponde con el antiguo Reino o Condado del mismo nombre, surgido hace más de un milenio, al norte de la provincia de Huesca.
En sus comienzos, estaba compuesto por un castillo, mucho menor que el actual y separado del pueblo, y un recinto amurallado formado por las calles y la iglesia de San Salvador (hoy desaparecida) y la de Santa María, del que se conservan tres puertas de su trazado, que data de los siglos XI o XII. Posteriormente se amplió este, entre los siglos XIV y XV: se unió al castillo y se construyó la Plaza y varias casas en la parte baja del pueblo, surgiendo un segundo recinto amurallado. Este recinto se conserva en su mayor parte enmascarado por las viviendas que se adosaron por su cara interior. Se conservan diversos lienzos de las murallas, donde no existían edificios, en distintas partes del pueblo. También podemos admirar cinco de las siete puertas que existieron en los dos recintos: Portal de Abajo, Portal de Afuera, Portal Alto, Portal de Tierra Glera y Portal del Callizo.
Situada estratégicamente en la confluencia de los ríos Cinca y Ara, sobre un alto a 589 m. de altitud, desde dónde se domina todo el entorno. En un lugar privilegiado, entre el Parque Nacional de Ordesa y Monte Perdido, el Parque Natural de los Cañones y la Sierra de Guara y el Parque Natural Posets-Maladeta, Ainsa es la encrucijada más importante de vías de comunicación de este sector pirenaico.
En un tozal al norte del actual pueblo se encontró restos de pequeñas construcciones, sin estudiar todavía, con alguna muestra de cerámica romana. Pero, ante la falta de documentación, desconocemos la evolución histórica de Aínsa hasta 1124, cuando Alfonso I le otorga una Carta Puebla, con los mismos fueros que la ciudad de Jaca.
Con anterioridad, se data en el año 724 la leyenda de la Cruz de Sobrarbe: Los cristianos que han huido del dominio musulmán se reúnen en Aínsa y acometen la reconquista. Las tropas cristianas, dirigidas por Garci-Ximeno consiguen ganar la batalla gracias a la aparición, sobre una carrasca, de una cruz luminosa, que les dio coraje para recuperar la ciudad. La victoria es conmemorada todavía en nuestros días con la fiesta bianual de “La Morisma”. La cruz sobre la carrasca es el símbolo del Sobrarbe y aparece en uno de los cuarteles del escudo de Aragón.
Nerin es un pequeño pueblo de alta montaña de Huesca situado en un enclave privilegiado con espectaculares vistas hacia el Cañon de Añisclo, Mondoto, Sestrales y la Peña Montañesa. La arquitectura del pueblo respeta el estilo tradicional de caseríos hechos con materiales propios de la zona; madera, piedra, losa, teja…
Jaca es una ciudad llena de vida que aúna modernidad, tradición, historia, paisajes maravillosos y un patrimonio monumental único. Su proximidad a los centros invernales de Astún y Candanchú la convierten en la capital de la nieve y sus calles rebosan animación en cualquier época del año.
La ciudad más animada del Pirineo cuenta con un importante patrimonio del que sobresale su catedral románica. Fue una de las primeras de este estilo construidas en la península, allá por finales del siglo XI. Nació ligada al nuevo reino de Aragón y al Camino de Santiago, convirtiéndose en templo de referencia. Su influencia se aprecia en la reproducción del característico crismón trinitario de su portada principal o el famoso ajedrezado jaqués. Su extraordinario Museo Diocesano exhibe una de las mejores colecciones de pintura medieval del mundo.
Su casco antiguo acoge otros muchos edificios de interés como la Ciudadela, cuyos orígenes se remontan a finales del siglo XVI, y que alberga el Museo de Miniaturas Militares; el ayuntamiento renacentista o iglesias como la de Santiago, del Carmen o San Salvador y San Ginés, con el sarcófago de la infanta Doña Sancha, auténtica joya de la escultura románica.
En pleno Pirineo Aragonés se encuentra el espectacular espacio del Paisaje Protegido de San Juan de la Peña y Monte Oroel, y entre sus elementos más sobresalientes descuella el Monasterio Viejo de San Juan de la Peña, joya de la época medieval. Las edificaciones conservadas, tan solo una parte de las que existieron, son excelentes testimonios de las sucesivas formas artísticas en las diversas épocas en que este singular centro tuvo vida. Destacan especialmente los siglos del románico (XI al XIII) con notabilísimas muestras de arquitectura, pintura y sobre todo de la escultura. El conjunto histórico-artístico de San Juan de la Peña se completa con el Monasterio Nuevo, del siglo XVII, y con las iglesias de San Caprasio y de Santa María en la cercana localidad de Santa Cruz de la Serós, ambas también del periodo románico.
Impresionantes y únicas son las panorámicas que muestran el conjunto formado por los mallos de Riglos y las casas del casco urbano, visibles desde varios puntos del territorio, algunas presentan estampas tan bellas como la vista al atardecer desde Murillo, o la más extensa desde el Mirador de los Buitres.
Paredes verticales que alcanzan los 300 metros de altura, asentadas junto al pueblo y al curso del río Gállego estos conglomerados calizos se formaron en el Terciario y fueron más tarde erosionados por el agua, la lluvia y el viento hasta formar las paredes actuales, de color rojizo debido a la existencia de hierro y arcillas que resulta espectacular a la caída del sol. Formaciones como el Puro, Mallo Pisón, Mallo Visera y Mallo Firé constituyen los mallos de Riglos.
Riglos y sus mallos son un paraíso para los escaladores, entre quienes son famosos y conocidos internacionalmente, y para las aves rupícolas, que tienen su hábitat en las múltiples oquedades que se producen en los mallos. Estas aves, en su mayoría rapaces protegidas, pueden verse sobrevolando el territorio.
Para completar la visita, se ha creado un centro de interpretación de aves carroñeras en Riglos, ARCAZ, que dedica un amplio espacio al buitre leonado.
El castillo abadía de Loarre está en buen estado de conservacióny está considerado como la fortaleza románica mejor conservada de Europa. Es un castillo románico situado en la localidad del mismo nombre, en la sierra de Loarre, en la provincia de Huesca.
Desde su posición se tiene un control sobre toda la llanura de la Hoya de Huesca y en particular sobre Bolea, principal plaza musulmana de la zona y que controlaba las ricas tierras agrícolas de la llanura.
Fue construido en el siglo XI y presenta un buen estado de conservación, lo que hace que sea uno de los mejores ejemplos de arquitectura militar y civil del románico de España.
Fue denominado Bien de Interés Cultural y Monumento Nacional en el año 1906. Las instituciones regionales y comarcales están interesadas en promover su declaración como Patrimonio de la Humanidad por la Unesco.1 El castillo se asienta sobre un promontorio de roca caliza que utiliza como cimientos. Esto suponía una gran ventaja defensiva, ya que así los muros no podían ser minados (técnica habitual en el asedio de fortalezas, que consistía en construir un túnel por debajo del muro para después hundirlo y abrir así una brecha por la que asaltar). Además está rodeado por una muralla con torreones.
Destacan la pequeña capilla, la cripta de santa Quiteria, situada a la entrada (con una increíble acústica) y la majestuosa iglesia del castillo (de la que se desconoce el paradero de las pinturas románicas) en la que llama la atención la cúpula (por lo poco habitual que es en el románico).
La capital oscense es una ciudad ideal para pasear, de vida sosegada y gentes hospitalarias, repleta de monumentos dignos de visitar.
La primera parada en tu recorrido puede ser en su catedral gótica, construida sobre la antigua mezquita musulmana. Fíjate en el bello retablo de Damián Forment que alberga en su interior. Enfrente se halla el ayuntamiento, ubicado en un palacio renacentista aragonés del siglo XVI. A pocos metros encontrarás el Museo Provincial.
Callejea todo lo que puedas por el casco antiguo. Sin salir de él, tienes que visitar el conjunto que forman la iglesia y claustro de San Pedro el Viejo. Este es uno de los ejemplos más importantes del románico aragonés. La capilla de San Bartolomé, en su claustro, es también panteón real.
No te marches sin pasear por el Parque de Miguel Servet, situado en el corazón de la ciudad. Recorre la calle del Coso y contempla el Casino modernista; llega hasta la muralla musulmana y, finalmente, repón fuerzas en sus zonas de tapas o saborea su afamada repostería. ¡Qué difícil es resistirse a las castañas de mazapán!
Naturaleza, Arte Prerrománico, fiesta, gastronomía, Premios Princesa…y muchas cosas más en el concejo de Oviedo, ubicado en el corazón de Asturias y su capital es también la del Principado, y fue en el pasado capital del primer reino cristiano de la Península Ibérica y origen del Camino de Santiago.
La Santa Iglesia Basílica Catedral Metropolitana de San Salvador de Oviedo es una catedral de estilo gótico que se encuentra en la ciudad de Oviedo (Principado de Asturias, España). Es conocida también como Sancta Ovetensis, refiriéndose a la calidad y cantidad de las reliquias que contiene
Comenzó a edificarse a finales del siglo XIII por la sala capitular y el claustro, y su construcción se prolongó durante tres siglos hasta el remate de la torre a mediados del siglo XVI. Posteriormente se añadiría una girola en el siglo XVII además de diversas capillas anexas a las naves laterales.
La iglesia está emplazada en el lugar del anterior conjunto catedralicio prerrománico del siglo IX, alguno de cuyos edificios han sobrevivido. Por esta razón y lo dilatado de la construcción del edificio actual, este contiene estructuras de estilo prerrománico (Cámara Santa), románico (bóvedas y apostolado de la Cámara Santa), renacentista (remate de la torre) y barroco (Girola, Capilla del Rey Casto y otras capillas).
La Cámara Santa, del siglo IX, está declarada Patrimonio de la Humanidad por la Unesco y alberga las joyas más preciadas de la catedral: las cruces de la Victoria y de los Ángeles, símbolos de Asturias y de la ciudad de Oviedo respectivamente, la Caja de las Ágatas y el Arca Santa, que contiene un gran número de reliquias entre las que se encuentra el Santo Sudario.
En 2015, en la aprobación por la Unesco de la ampliación del Camino de Santiago en España a «Caminos de Santiago de Compostela: Camino francés y Caminos del Norte de España», fue incluida, con la Cámara Santa, como uno de los bienes individuales del camino primitivo
El Gamoniteiro es el pico más alto de la sierra del Aramo, situada en el centro geográfico de Asturias.
Sus 1791 m destacan sobre los otros picos más altos del entorno, el Barriscal y la Gamonal -a cuyos pies se sitúa la explanada del Angliru-, que también superan los 1700 m de altitud. El Aramo constituye un cordal calizo de casi 20 km de longitud y 7 km de anchura que avanza en dirección norte desde las primeras estribaciones de la Cordillera Cantábrica, delimitando al oeste la cuenca del Trubia y al este la cuenca del Caudal.
La sierra aparece claramente individualizada de su entorno inmediato y del resto de la Cordillera Cantábrica, lo que le otorga una entidad morfológica que la convierten en uno de los elementos principales del paisaje de gran parte del área central de la región, incluida la capital.
El puerto de San Lorenzo es un bellísimo paso de montaña, que comunica los concejos de Somiedo y de Teverga, a través de la carretera AS-265. Tiene una altura de 1347 m.
El lado tevergano, que parte en San Martín de Teverga y finaliza en el alto de San Lorenzo, tiene unos 11.2 km. Este lado Este del puerto de San Lorenzo, nos va dando unas excelentes vistas del concejo tevergano, en especial de la mole de la peña de Sobia.
El lado Oeste del puerto corresponde ya al concejo de Somiedo. En este lado, el puerto de San Lorenzo tiene 10.1 km, Esta vertiente está más cerrada por el valle (valle del río Morteras) y las montañas son más agrestes que la vertiente tevergana. Los paisajes son espectaculares en todo el recorrido
Elegido Mejor Hotel No Urbano de España por los lectores de la revista Condé Nast Traveler, este Parador se ubica en la bella localidad asturiana de Cangas del Narcea. Se trata de un impresionante monasterio declarado Monumento Histórico-Artístico Nacional, también conocido como El Escorial Asturiano. Sus sótanos son un precioso museo en el que podrás ver restos arqueológicos de la primera construcción, que data de principios de siglo XI. Desde las ventanas de las habitaciones, las vistas al paisaje montañoso y al río Narcea son espectaculares. También merece una visita la Iglesia, de amplios espacios al estilo toscano y un gran retablo barroco. Tienes a tu disposición salones acondicionados para banquetes, congresos, y para cualquier evento que quieras celebrar.
Al lado del Parador un puente de factura romana, donde el paso de los siglos ha dejado surcos sobre los cantos rodados, invita a iniciar un paseo por el entorno, olvidarte de todo y relajarte. Esos mismos senderos te llevan hacia hermosos parajes como el Parque Natural de Fuentes del Narcea, Degaña e Ibias , la Reserva Integral de Muniellos o la Reserva Parcial del Cuetu d’ Arbas, donde el oso y el urogallo dejan su huella en hermosos mantos verdes de vegetación. En las montañas que rodean al Parador envejecen además viñedos de mencía, albarín, carrasquín, verdejo tinto…cuidadas con esmero por los viticultores de la zona.
La villa de Cangas de Narcea, a dos kilómetros del Parador de Corias, salpicada de bellas iglesias, palacios y casonas, es un pueblecito encantador que te gustará visitar. Algunos lugares con encanto son la Basílica de Santa María Magdalena, el Palacio de Omaña, el Palacio de Toreno o el Santuario de la Virgen del Acebo.
Surgido al paso del camino primitivo de Santiago por la localidad, aparece documentado en el año 1186. El templo fue completamente remodelado en los siglos XVII, XVIII y XIX. Sigue conservando su portada románica aunque está empotrada en un muro, tiene cuatro arquivoltas semicirculares descansando toda esta estructura en impostas que tienen relieves de hojas. La iglesia actual es de planta de cruz, con una sola nave, crucero de cúpula sobre pechinas con cabecero y torre cuadrada.
Toda la iglesia está rodeada por un pórtico sobre arcos de medio punto. Tiene en su interior un retablo obra de Juan de Castro de dos pisos y ático, dividido en cinco calles. Las calles se separan por columnas estriadas.
El Castelón de Villacondide es el más popular de cuantos castros se conocen en Asturias. Esta notoriedad se debe a lo temprano de su descubrimiento y a la gran extensión excavada a lo largo de casi doscientos años de intervenciones. Al igual que buena parte de los castros de la región, éste era conocido desde antiguo. Las referencias literarias con alusión a las ruinas y a su posible origen se remontan a comienzos del siglo XIX. Desde entonces ha sido objeto de intervenciones esporádicas que, con mayor o menor fortuna, han contribuido a modelar su aspecto actual y convertirlo en el paradigma iconográfico del poblado fortificado de la Edad del Hierro.
Las primeras excavaciones documentadas con cierto rigor fueron las de José María Flórez en 1877. De su meritoria publicación Memoria relativa a las excavaciones de El Castellón en el concejo de Coaña (Asturias) se deduce la intervención en una veintena larga de construcciones y el reconocimiento superficial de algunas otras. Ya en este siglo la investigación es retomada por Antonio García y Bellido y Juan Uría que prolongan su actividad en Coaña entre los años 1940 y 1944. La prestigiosa posición científica de García y Bellido popularizó el castro asturiano en los círculos bibliográficos más influyentes y provocó un interés inmediato por Coaña, cuya imagen fijó, a partir de entonces, en las fotografías y magistrales dibujos elaborados durante aquellos años.
Desde 1993 el castro cuenta con un Áula Didáctica donde se muestra la evolución de la cultura castreña desde su origen hasta el contacto con el mundo romano, cuando la explotación del oro tomará un papel decisivo en la historia de estos poblados.
El monasterio de San Salvador está situado en la localidad asturiana de Cornellana en el concejo de Salas. Está catalogado como Monumento Nacional desde 1931.
En 2015, en la aprobación por la Unesco de la ampliación del Camino de Santiago en España a «Caminos de Santiago de Compostela: Camino francés y Caminos del Norte de España», fue incluido como uno de los bienes individuales.
El monasterio se ubica en una zona que cuenta con restos de poblamientos prehistóricos (paleolíticos y neolíticos), así como poblamientos castreños, como el castro de Peña la cabra, el castro de La Rodriga o de la Doriga, así como el castro romano de la villa Murias de la Doriga. También se sitúa cerca del camino de la Mesa, vía de gran uso desde la antigüedad, destacada por ser de uso corriente de los romanos como eje articulado de Asturias, cuando estaba bajo su dominio.
Se conserva todavía el documento fundacional, y por él se puede afirmar que la fundación del monasterio, se realizó en el año 1024, cuando la infanta Cristina, hija del rey Bermudo II y la reina Velasquita de León,3 dona un conjunto de propiedades y una iglesia, que había erigido junto a su marido Ordoño Ramírez el Ciego, ya fallecido.
El conjunto arquitectónico del monasterio de San Salvador de Cornellana incluye diversos edificios entre los que sobre salen la iglesia y el monasterio adjunto. La iglesia de San Salvador, de estilo románico, fue reformada en la segunda mitad del siglo XVII. Presenta planta basilical de tres naves, de las que la central destaca por su altura, posiblemente debido a la reforma del siglo XVII; separadas por pilares cruciformes, con una cabecera de tres ábsides y una torre adosada al lateral derecho, de dos pisos y planta cuadrada
Naturaleza, Arte Prerrománico, fiesta, gastronomía, Premios Princesa…y muchas cosas más en el concejo de Oviedo, ubicado en el corazón de Asturias y su capital es también la del Principado, y fue en el pasado capital del primer reino cristiano de la Península Ibérica y origen del Camino de Santiago.
La Santa Iglesia Basílica Catedral Metropolitana de San Salvador de Oviedo es una catedral de estilo gótico que se encuentra en la ciudad de Oviedo (Principado de Asturias, España). Es conocida también como Sancta Ovetensis, refiriéndose a la calidad y cantidad de las reliquias que contiene
Comenzó a edificarse a finales del siglo XIII por la sala capitular y el claustro, y su construcción se prolongó durante tres siglos hasta el remate de la torre a mediados del siglo XVI. Posteriormente se añadiría una girola en el siglo XVII además de diversas capillas anexas a las naves laterales.
La iglesia está emplazada en el lugar del anterior conjunto catedralicio prerrománico del siglo IX, alguno de cuyos edificios han sobrevivido. Por esta razón y lo dilatado de la construcción del edificio actual, este contiene estructuras de estilo prerrománico (Cámara Santa), románico (bóvedas y apostolado de la Cámara Santa), renacentista (remate de la torre) y barroco (Girola, Capilla del Rey Casto y otras capillas).
La Cámara Santa, del siglo IX, está declarada Patrimonio de la Humanidad por la Unesco y alberga las joyas más preciadas de la catedral: las cruces de la Victoria y de los Ángeles, símbolos de Asturias y de la ciudad de Oviedo respectivamente, la Caja de las Ágatas y el Arca Santa, que contiene un gran número de reliquias entre las que se encuentra el Santo Sudario.
En 2015, en la aprobación por la Unesco de la ampliación del Camino de Santiago en España a «Caminos de Santiago de Compostela: Camino francés y Caminos del Norte de España», fue incluida, con la Cámara Santa, como uno de los bienes individuales del camino primitivo
Santander es una ciudad para sentirse en casa, relajarse y disfrutar descubriendo todo su atractivo, su belleza natural, su extraordinaria gastronomía, la calidad humana de los santanderinos, su vibrante vida cultural y su abundante oferta de ocio.
Es una ciudad que combina un entorno urbano con lo esencial de Cantabria: playas, paisaje, naturaleza, gastronomía y cultura. El visitante encuentra en Santander muchas ciudades en una: la antigua y la moderna, la tradicional y la cosmopolita.
La ciudad se ordena en torno a un gran puerto natural, utilizado desde antes del imperio romano. El entorno paisajístico es privilegiado, con amplios espacios verdes y playas, destacando la zona de Mataleñas, El Sardinero y La Magdalena, donde tuvo su residencia estival Alfonso XIII.
A las condiciones de Santander como ciudad y a la comodidad que por su tamaño ofrece a quienes la visitan, se unen las buenas comunicaciones, tanto por aire (el Aeropuerto Severiano Ballesteros se sitúa a 5km de la ciudad), como por mar (Britanny Ferries conecta Santander con Plymouth, Portsmouth y Cork) y tierra (las Autóvías del Cantábrico y de la Meseta y varias líneas de ferrocarril la conectan con toda la península).
Santander es conocida como una de las ciudades más elegantes y bellas de la costa norte de España, y a sus admirados paisajes y playas se unen, además, rincones y planes con los que la capital cántabra se presenta como una ciudad diferente.
Santillana del Mar en sin lugar a dudas una de las localidades de mayor valor histórico-artístico de España, hasta el punto de que todo en ella es monumento.
Conocida como "la villa de las tres mentiras", pues ni es "santa", ni "llana", ni tiene "mar", Santillana del Mar es la capital de un municipio de 4.000 habitantes dedicados en su mayoría a la actividad agropecuaria y, sobre todo, al turismo.
Hablar de Santillana del Mar es hacerlo también de la Cueva de Altamira. Calificada como la "capilla sixtina" del arte rupestre, esta cueva contiene probablemente las pinturas prehistóricas más famosas del mundo. El descubrimiento de la cueva de Altamira, a finales del siglo XIX, provocó una honda polémica y posterior conmoción entre la comunidad científica de la época, reacia en un principio a admitir la antigüedad real de sus pinturas (14.000 años).
Santillana de Mar es en definitiva, por su historia y riqueza natural, uno de los puntos más atractivos de Cantabria y uno de sus principales focos de atención turística.
Potes es uno de los municipios más atractivos de Cantabria. Esta situado en un territorio llano rodeado de montañas donde desarrollaron sus luchas medievales las poderosas casas de los Mendoza y los Manrique.
Potes es conocida como la villa de los puentes (de ahí su nombre) y de las torres. De manera especial destacan la del Infantado (hoy sede de exposiciones) y la de Orejón de la Lama, ambas del siglo XV.
Este municipio es uno de los más atractivos de Cantabria gracias a sus particularidades geográficas. Potes es un territorio llano rodeado de montañas donde desarrollaron sus luchas medievales las poderosas casas de los Mendoza y los Manrique. En épocas más recientes, 1836, nacía aquí el gran violinista Jesús de Monasterio.
La población de Potes, capital del pequeño municipio, está ubicada en el centro de la comarca de Liébana, donde se unen los ríos Deva y Quiviesa. Rodeada de un espectacular paisaje y situada en la confluencia de los cuatro valles de la Comarca, la villa nos descubre a cada paso su rica historia.
Aparece mencionada documentalmente desde mediados del siglo IX y desde los años finales del medievo estuvo vinculada a la Casa del Marqués de Santillana, primero, y a la del Infantado, después.
Potes es conocida como la villa de los puentes (de ahí su nombre) y de las torres. De manera especial destacan la del Infantado (hoy sede de exposiciones) y la de Orejón de la Lama, ambas del siglo XV.
El conjunto de barrios de la parte antigua conserva un gran sabor popular y mucho encanto; sus callejuelas y caserones (la mayoría con blasones) ayudan al visitante a imaginar tiempos pasados repletos de historia.
Sin duda uno de los aspectos más relevantes de Potes y de toda la comarca es el gastronómico. La villa cuenta con un buen número de restaurantes de todos los estilos y categorías en los que se puede degustar gran variedad de platos. El cocido lebaniego es una de sus estrellas culinarias, a base de los garbanzos típicos de la zona (pequeños y tiernos), cecina o carne, berza y relleno.
Mención aparte y destacada merecen los famosos licores de elaboración artesanal, el orujo (cuya fiesta se celebra segundo fin de semana de noviembre) y el tostadillo. En torno al orujo se ha llegado a consolidar una fiesta muy popular, que se celebra anualmente en el mes de octubre con el fin de promocionar un producto que se fabrica en alquitaras con la cosecha de las numerosas viñas de la zona. Este popular licor es el complemento ideal para otra de las bebidas propias de la comarca lebaniega, el té del puerto.
Piedrasluengas es el último pueblo de Palencia, camino de la villa de Potes, y paso hacia los valles cántabros de Liébana y Polaciones, como vigía a los pies del Peñalabra, considerado el mojón de Castilla. En esta zona se encuentra la calzada romana del Burejo, lo que algunos estudiosos contemplan como paso de alguna columna del Imperio romano en el asalto definitivo a Medullium, el último refugio de las tribus al final de las Guerras Cántabras.
Se trata del paso mas importante entre Palencia y Cantabria. La cima del puerto se localiza en la provincia palentina, a pocos km del límite con Cantabria. Todos coinciden en calificar este mirador como un lugar idóneo para disfrutar en un día despejado de una experiencia única: la contemplación del valle de Liébana y, al fondo, las crestas de los Picos de Europa.
Construido sobre una pequeña loma, compuesto por dos torres y un cuerpo central que las une, y rodeado por una muralla que cierra el patio de armas, el de Argüeso representa el más destacado y antiguo ejemplo de castillo roqueño de Cantabria.
En este pequeño cerro que queda en la parte occidental del pueblo de Argüeso hubo, con anterioridad al castillo, una ermita (siglo IX) bajo la advocación de San Vicente, así como una necrópolis altomedieval de los siglos IX y X, cuyos restos pueden verse en lo que es el Patio de Armas del castillo actual.
El castillo, construido en el siglo XIV, guarda relación con las luchas entre señores de fines de la Edad Media. Los Mendoza, sus dueños sostuvieron pugnas contra los Manrique por el dominio de Campoo y otros territorios.
Un castillo es una edificación defensiva, pero también de vigilancia y plaza fuerte. Siendo la ganadería fuente de riqueza principal de la zona, el castillo controlaba una zona de trashumancia estacional del ganado. No lejos del castillo se localiza el puerto de montaña de Palombera y transita la ruta que desciende hacia la costa por el Valle del Saja, ruta ancestral de paso y trashumancia de ganado.
No fue Cantabria tierra pródiga en castillos o, al menos, no se han conservado. así como las torres señoriales poblaron toda la geografía regional, prácticamente solo las villas marineras se dotaron de castillos para proteger sus puertos: Castro Urdiales y San Vicente de la Barquera muestran aun los suyos; Santander no lo conserva. El cuarto castillo, al que se le ha quitado a veces este apelativo, fue el de Argueso. Algunos historiadores han visto en el dos torres sucesivas unidas por un muro formando recinto. Sin embargo se aprecia unidad en el conjunto concebido por dos torres ligeramente desviadas para adaptarse a la topografía del terreno. Sobre lo alto de un cerro el castillo domina la comarca y custodia el camino. Se trata de la fortaleza de Los Mendoza.
Un castillo aúna su función de residencia señorial con la de fortaleza. En tiempos de reyes débiles, las pugnas entre nobles exigían casas fuertes. Los castillos se erigen en lugares de fortificación de fácil defensa.
La barbacana cierra el castillo como si se tratara de una muralla de gran espesor que se alza sobre los riscos del terreno. El punto mas débil –la puerta de entrada- se protegía mediante un matacán o parapeto de madera apoyado sobre ménsulas de piedra. Esta garita estuvo custodiada por el cuerpo de guardia del castillo que vigilaba entradas y salidas y defendía la fortaleza con armas arrojadizas a través de saeteras y trampillas.
Por comparación a las habituales casas-torre que los señores feudales se hacen construir por doquier en Cantabria del siglo XIV, este castillo se yergue majestuoso como una gran residencia señorial de amplios salones entre bastiones torreados.
Un gran patio de armas precede a las dos torres de cuatro plantas, unidas por el cuerpo central del castillo con tres plantas. En el centro, la puerta principal estuvo protegida desde encima por un voladizo de piedra apoyado sobre ménsulas. La fachada presenta arcos conopiales y ojivales y puertas en altura a modo de vanos amplios, mas propios de una morada señorial que de una fortaleza defensiva.
Nacimiento del Ebro en Fontibre. El nombre Fontibre hace referencia al nacimiento del Ebro, pues deriva del latín Fontes Iberis («fuentes del Ebro») y ya es citado por Plinio el Viejo cuando lo sitúa en las cercanías de la ciudad romana de Julióbriga.
La localidad es famosa por haberse ubicado en ella tradicionalmente el nacimiento del río Ebro, a pesar de que, en términos científicos, esto no es exacto. Si bien es ahora sabido que el origen principal de las aguas del río Ebro es el río Híjar,
La tradición secular ha bautizado a la La Fuentona como el «nacimiento del Ebro». Investigaciones realizadas por el Instituto Geológico y Minero de España realizadas en 1987, pudieron determinar con certeza que el afloramiento de Fontibre tiene su origen en el río Híjar, que nace en el circo de pico Tres Mares () a 1.880 m de altura.
Gran parte del caudal de este río se filtra en el subsuelo aguas abajo de Paracuelles (el estiaje no seca el río, contrariamente a lo que alguna vez se ha pensado) a poco más de 800 m del manantial de Fontibre, para resurgir más abajo, en el Pilar de Fontibre.
Hay que estar muy atento para encontrar este mirador puesto que se encuentra justo en mitad de una curva cerrada. Este mirador es el mejor para admirar la gran cascada de algo más de 70 metros de caida en forma de cola de caballo.
Santander es una ciudad para sentirse en casa, relajarse y disfrutar descubriendo todo su atractivo, su belleza natural, su extraordinaria gastronomía, la calidad humana de los santanderinos, su vibrante vida cultural y su abundante oferta de ocio.
Es una ciudad que combina un entorno urbano con lo esencial de Cantabria: playas, paisaje, naturaleza, gastronomía y cultura. El visitante encuentra en Santander muchas ciudades en una: la antigua y la moderna, la tradicional y la cosmopolita.
La ciudad se ordena en torno a un gran puerto natural, utilizado desde antes del imperio romano. El entorno paisajístico es privilegiado, con amplios espacios verdes y playas, destacando la zona de Mataleñas, El Sardinero y La Magdalena, donde tuvo su residencia estival Alfonso XIII.
A las condiciones de Santander como ciudad y a la comodidad que por su tamaño ofrece a quienes la visitan, se unen las buenas comunicaciones, tanto por aire (el Aeropuerto Severiano Ballesteros se sitúa a 5km de la ciudad), como por mar (Britanny Ferries conecta Santander con Plymouth, Portsmouth y Cork) y tierra (las Autóvías del Cantábrico y de la Meseta y varias líneas de ferrocarril la conectan con toda la península).
Santander es conocida como una de las ciudades más elegantes y bellas de la costa norte de España, y a sus admirados paisajes y playas se unen, además, rincones y planes con los que la capital cántabra se presenta como una ciudad diferente.
La ciudad de Cuenca es uno de los principales conjuntos monumentales de España, con una gran proyección internacional que hizo que fuera declarada Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO.
Originalmente fundada por los árabes, sigue conservando el recinto histórico amurallado, con sus empinadas calles empedradas y sus ruinas de castillos medievales. Sujetas a la pared de roca calcárea, las famosas y bien conservadas "casas colgadas" están situadas sobre los ríos Júcar y Huécar. Estas construcciones voladizas dan la impresión de estar agarradas a los riscos del desfiladero del Huécar.
Situada en la localidad pedánea de Valdecabras (CUENCA), en pleno corazón del Parque Natural de la Serranía de Cuenca y rodeada de inmensos pinares, la Ciudad Encantada es sin duda uno de los parajes más espectaculares de nuestro país, donde podrás conocer y aprender el proceso geológico del karst y admirar sus caprichosas formaciones. Por ello, la Ciudad Encantada fue declarada Sitio Natural de Interés Nacional el 11 de junio de 1929.
Su origen se remonta a hace 90 millones de años, cuando la Ciudad Encantada formaba parte del fondo del mar de Thetis. Se trataba de aguas tranquilas, lo que propició la deposición de sales, en especial carbonato cálcico.
Al final del Cretácico y como consecuencia de la orogenia alpina, el mar se retiró y el lecho marino, compuesto de piedra caliza, emergió a la superficie. Miles de años de acción del agua, del viento y del hielo hacen que hoy podamos contemplar este impresionante fenómeno geológico en el que niños y adultos disfrutarán de un mágico entorno donde dejar correr la imaginación...
Hay pueblos, ciudades, que presentan una construcción atípica, diferente a lo que estamos acostumbrados a ver y visitar. Muchas veces desafían a la Arquitectura típica de la zona donde se asientan, como si alguien las hubiera traído de otro lugar. Otras se sitúan sobre lugares imposibles, mágicos, curiosos, que a día de hoy difícilmente se escogería como lugar habitable, donde la naturaleza es la principal protagonista y consigue una perfecta y bella convivencia entre Arquitectura natural y Humana. Chequilla, en los confines de la Provincia de Guadalajara, reúne esas dos cualidades, desafío a la uniformidad que le rodea y simbiosis entre lo humano y natural, todo ello unido además a no estar explotado turísticamente, la convierten en un lugar único, especial y diferente a aquello que hayamos visto anteriormente.
Curiosas formaciones rocosas, de arenisca roja, moldeadas durante la época del Triásico. Juntas forman la “ciudad encantada de Guadalajara”.
Las quebradas son formaciones rocosas de arenisca de color rojizo provocado por la oxidación de los minerales de hierro con cavidades formadas por la erosión del viento.
Juntas forman la llamada “Pequeña Ciudad Encantada”, que consiste en una formación laberíntica de las quebradas. Entre las muchas formaciones que hay, sobresale la denominada “plaza de toros”, que por su forma circular recuerda a tal edificación. De hecho, tradicionalmente se han celebrado encierros de vaquillas en la misma.
Se trata de uno de los enclaves geológicos más visitados del Geoparque de Molina – Alto Tajo.
La Hoz constituye un cañón fluvial labrado por el río Guadiela sobre materiales calizos. Está recorrida en todo su trayecto por la carretera comarcal CM-210 y en la que podemos encontrar a parte de su propia belleza, distintas áreas recreativas (Fuente de los Tilos, Casa de la Pradera, Fuente de la Carrera), visitas guiadas (Cueva de la Ramera, Casa de la Toba, Paseo Botánico) y también a poco más de 2 km de entrar en la Hoz una zona donde el rio corta perpendicularmente una falla que pone en contacto dos litologías de edad diferente: aguas arriba calizas tableadas del jurásico pero aguas abajo empieza a aparecer toda la serie sedentaria del cretácico. Nos encontramos con zonas curiosas de materiales calizos tableados de poco grosor pertenecientes al Jurásico, como la conocida por los habitantes de la zona como “La Librería”, pues sus piedras nos recuerdan los libros en las estanterías de una biblioteca. Sus especiales condiciones climatológicas y las características típicas de un cañón fluvial favorecen el que haya una gran variedad de vegetación (alguna centenaria como son los tilos).
Cabe destacar también que la Hoz fue declarada Monumento Natural junto con el sumidero de Matasnos (del cual en la misma hoz encontramos la surgencia en el Km 44,900) en el año 2004.
Sin duda estos saltos de agua en medio del pueblo son uno de los puntos más interesantes de la localidad de Trillo.
El río Cifuentes nace en el parque de los manantiales de la localidad de donde este río recibe su nombre, hace un breve recorrido de unos 10 kilómetros hasta que corta Trillo en dos y desemboca en el río Tajo tras solventar un desnivel considerable convirtiéndolo en todo un espectáculo.
El primero de los saltos de agua es la Cascada de los Molinos, se llama así porque el agua cae justo al lado de la Casa de los Molinos, uno de los edificios más antiguos de Trillo, lugar donde se cortaba la madera y se enviaba Tajo abajó por los gancheros de Trillo, este edificio aprovechaba la fuerza del agua con una serie de molinos ubicados en un cana en el margen derecho del río, actualmente este edificio es un museo, El Prometeion, un museo donde se enseña la importancia de la energía a través de la historia y que mejor ejemplo que la fuerza del agua para conseguir energía limpia, es más, aún se conserva la antigua y pequeña central hidroeléctrica que allí operaba.
El agua baja embravecida hasta el segundo de sus saltos, justo debajo de una pequeña pasarela que cruza al barrio de viviendas adyacente a la ribera del Cifuentes, el río es pequeño y corto, pero con un caudal impresionante, el agua espumosa bajaba su penúltima cascada hasta llegar al gran salto.
El río Cifuentes llega a su final, un final espectacular. Termina su recorrido con un salto de agua de unos 15 metros, blanca y espumeante bajaa borbotones hasta desembocar en el Tajo. En el lugar hay una pequeña explanada con una arboleda muy espesa, los rayos del sol apenas entra. Es un lugarde relax y descanso para sentarse en algún banco y escuchar el sonido del torrente de agua que se precipita formando así la cascada más espectacular de Trillo.
El monumento visitable del Monasterio de Monsalud es un conjunto monástico cisterciense construido en la segunda mitad del siglo XII y un ejemplo de la presencia de la orden del Císter en la Península Ibérica. Situado en el municipio de Córcoles, a tan solo cinco minutos de la localidad de Sacedón (Guadalajara), fue el primer y más antiguo cenobio de la provincia junto a los de Bonaval, Buenafuente del Sistal y Óvila, siendo el mejor conservado de ellos. El primer documento fiable del que se tiene noticias del Monasterio data del 1.167, en tiempos de Alfonso VIII, en el que Juan de Treyes, Arcediano de Huete, concede al Monasterio de Monsalud la aldea de Córcoles con todos sus términos. Dicha donación está ratificada por el Rey Alfonso VIII dos años más tarde, dando más datos sobre los derechos y territorios del Monasterio.
La creación de este cenobio responde a varias motivaciones. En primer lugar la creación de un centro económico sobre el cual gestionar la repoblación castellana de estas tierras debido al buen hacer de los “monjes blancos” en las tareas agrícolas y la implantación de comunidades estables alrededor del Monasterio. Esta función repobladora en plena Reconquista hace que exista una gran unión con la Orden de Calatrava.
El primer abad del monasterio fue Fortún Donato, discípulo de San Bernardo de Claraval, ideólogo del Císter, el cual llegó a Monsalud junto con otro grupo de monjes provenientes del Monasterio de Scala Dei, en los Pirineos franceses. En 1.538 el monasterio se puso bajo la Observancia de Castilla con profundos cambios en la organización del mismo. La consecuencia inherente fue un nuevo auge económico, lo que unido a su fama como lugar santo y de numerosas peregrinaciones en honor a la Virgen de Monsalud nos lleva a un periodo dorado. En 1.835, con motivo de la Desamortización de Mendizábal se suprimió y expulsó a la Orden del monasterio, cesando así sus actividades.
La influencia del monasterio de Monsalud se deja sentir en el románico de todo el sur de Guadalajara y provincia de Cuenca. Destaca especialmente la sobriedad románica de su iglesia, así como el gótico de transición de su sala capitular y claustro.
La portería, el claustro, la iglesia, la sala capitular, la sacristía, el refectorio, la bodega y parte de las celdas son los elementos aún reconocibles de lo que fue el Monasterio.
Remontando sus orígenes al siglo XIII y aunque los documentos más antiguos conservados de él corresponden ya al siglo XIV, no conserva La Merced obras en el edificio correspondientes a esa época, siendo de los siglos XVII y XVIII e incluso del XIX los que muestran las características constructivas del monasterio tal y como se conservan actualmente.
El conjunto del Monasterio, con su iglesia y claustros constituye un edificio de gran tamaño, el de mayores dimensiones de Huete, y fue uno de los más importantes de la Orden mercedaria en Castilla, habiendo sido declarado Bien de Interés Cultural.
Su planta es rectangular, tiene tres alturas y sótano.
En la imagen se aprecia la fachada de mediodía repleta de balconadas y rejería, y al fondo y paralelamente a ella el tejado de la iglesia en el que destaca el cimborrio de su cúpula sobre el crucero de la misma, existiendo entre ambos espacios dos claustros.
El conjunto del inmueble está construido en su mayor parte con piedra de sillería, distinguiéndose en sus apreciables fachadas el buen trabajo en la elaboración de sus sillares.
Se ubican en sus dependencias tres museos, entre los cuales está el Museo de Arte Contemporáneo "Florencio de la Fuente", y el Museo de Arte Sacro.
Al tratarse de un Monasterio o complejo conventual formado por varias dependencias, se cita en primer término el espacio conventual del mismo, por lo que en esta página figura el Monasterio, tras la cual continúa como segunda página la del Museo de Arte Contemporáneo y tercera la de Arte Sacro, siendo la cuarta y última página correspondiente a La Merced la que describe la Iglesia.
La ciudad de Cuenca es uno de los principales conjuntos monumentales de España, con una gran proyección internacional que hizo que fuera declarada Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO.
Originalmente fundada por los árabes, sigue conservando el recinto histórico amurallado, con sus empinadas calles empedradas y sus ruinas de castillos medievales. Sujetas a la pared de roca calcárea, las famosas y bien conservadas "casas colgadas" están situadas sobre los ríos Júcar y Huécar. Estas construcciones voladizas dan la impresión de estar agarradas a los riscos del desfiladero del Huécar.
La ciudad, León capital, tiene algunos de los monumentos más espectaculares de España:
La Catedral gótica con las vidrieras más hermosas de Europa, los frescos románicos de la Colegiata de San Isidoro, conocidos como la capilla Sixtina
del románico, y la fachada más impresionante del plateresco, el Hospital de San Marcos.
Pero lo que más os gustará de León es como se vive la ciudad, haciendo de las tapas todo un ritual como en el Barrio Húmedo.
Pequeño pero intenso puerto de acceso al Alto de la Camperona .1597m
Ha sido varias final de etapa en la Vuelta a España por sus fuertes rampas de hasta el 20% de desnivel.
Un vez arriba tenemos una espectacular vista de la Montaña Leonesa.
La Torre de los Tovar se encuentra en Boca de Huérgano, conocida popularmente como La Villa, la capital administrativa de Tierra de La Reina, en la provincia de León.
Se puede llegar a ella saliendo de la localidad de Boca de Huérgano por la carretera N-621 en dirección a Los Espejos de la Reina, estando situada justo al lado de la carretera.
a torre de los Tovar fue construida a finales del siglo XIV con la creación del señorío de Tierra de la Reina. En 1371 Enrique II de Trastamara donó el soñorío a su sobrino Alfonso Enríquez, hijo de don Tello. Juan Tovar fue el cuarto poseedor del señorío por matrimonio.
Los franceses quemaron el pueblo y el palacio del que formaba parte el torreón, permaneciendo éste en ruinas desde entonces hasta su restauración en 2012.
El torreón, de planta cuadrangular y muros de casi un metro de grosor, exhibe en su fachada suroeste el escudo de armas de Castilla y León. La excavación arqueológica realizada en el patio de armas sacó a la luz nuevos restos de la fortaleza.
Es de acceso libre
Pequeña aldea en pleno corazon de los Picos de Europa. Punto final de la carretera desde Posada de Valdeon, quizas uno de los tramos de carretera mas bellos que puedas rodar.
Desde el pueblo en un pequeño paseo se puede llegar y andar por la primera parte de la Garganta del Cares.
A solo 460 m sobre el nivel del mar, se encuentra rodeada de farallones de roca que superan los 2000 m, generando una sensacion de profundidad, dificil de igualar.
Agua, montaña y cielo infinito. Riaño se abre ante nuestros ojos perfilando el horizonte con un macizo de cumbres de roca caliza. Estamos en la montaña leonesa, en su vertiente oriental. Un rinconcito castellanoleonés que rebosa belleza y atractivo.
Riaño ha sido un municipio marcado por la gran catástrofe medioambiental que supuso la construcción del embalse y como consecuencia, la desaparición de nueve pueblos que quedaron enterrados bajo sus aguas. Lo curioso, o más bien dramático de esta historia, es que sólo una día después de que se cerrasen las compuertas del embalse de Riaño entró en vigor una directiva europea que hubiese impedido esta barbaridad medioambiental.
Merece la pena hacer una parada en esta cascada que esta casi señalizar, de ahi que ir muy pendiente para encontrarlo. Solo una pequeña señal de madera lo indica.
Esta cola de caballo que crea el Arroyo Valdecesar en sus ultimos metros antes de morir en el rio Curueño,es siempre espectacular. Encerrada entre rocas, cuando las lluvias han sido grandes es complicado acercarse a verla, por la gran cantidad de agua que salpica.Pero en condiciones normales internarse en la grieta que ha escarbado en las rocas y verla sobre ti es toda una experiencia para los sentidos
El Alto de Aralla es un lugar tranquilo situado en La Reserva de la Biosfera dle Alto Bernesga. Hay un Hostal Rural donde puedes parar a tomar un refrigerio.
En esta Reserva de la Biosfera hay bosques de hayas, abedules y robledales y que están protegidos en los valles de los afluentes del Río Bernesga. Se encuentran también especies endémicas como el enebro español así como paisajes modelados por la mano del hombre, como los pastos de alta montaña denominados brañas. El área incluye también depósitos paleontológicos que representan uno de los valores más importantes para la conservación en el Alto Bernesga, y encinares endémicos que crecen en la piedra caliza
Habitan la reserva especies emblemáticas como el rebeco y el águila real. Así mismo, sus bosques se encuentran habitados por el lobo, el oso y el urogallo. Los arroyos y ríos acogen a su vez a la nutria y el desmán de los Pirineos. En los matorrales y monte bajo encuentran refugio a la liebre del piornal.
La ciudad, León capital, tiene algunos de los monumentos más espectaculares de España:
La Catedral gótica con las vidrieras más hermosas de Europa, los frescos románicos de la Colegiata de San Isidoro, conocidos como la capilla Sixtina
del románico, y la fachada más impresionante del plateresco, el Hospital de San Marcos.
Pero lo que más os gustará de León es como se vive la ciudad, haciendo de las tapas todo un ritual como en el Barrio Húmedo.
La ciudad histórica de Girona, una de las más interesantes de Cataluña, permite recorrer más de dos mil años de historia a partir de dos recintos fortificados: la Força Vella y el ensanche medieval. El primero corresponde a la fundación romana, y el segundo, a la ampliación de las murallas durante los siglos XIV y XV. Los numerosos monumentos que han llegado a nuestros días conservan riquezas artísticas notables. El atractivo de Girona se completa con la sugerente judería, o call, las bellísimas calles y plazas porticadas, los exultantes espacios barrocos y las construcciones novecentistas de Rafael Masó.
Ripoll, una de las capitales de comarca catalanas más pequeñas. Fue en el pasado uno de los lugares donde se empezó a forjar la historia de Cataluña. Ubicada en la confluencia de los ríos Ter y Freser, el monumento más destacado de la capital del Ripollès es su monasterio, de gran valor arquitectónico y simbólico, cuya fundación se remonta al siglo IX.
Cuna de Cataluña. Así es como se conoce al Monasterio de Santa Maria de Ripoll y no es extraño. Fundado por el conde Guifré el Velloso el año 879, bajo la dirección del abad Oliba se convierte en un centro religioso y cultural de primer orden, con un templo románico amplio y majestuoso y un scriptorium con una gran producción literaria, a la altura de la de otras abadías europeas de este periodo.
La portalada del monasterio, del siglo XII, es la gran protagonista del conjunto. Da la bienvenida a fieles y curiosos y es una de las grandes piezas escultóricas del románico europeo. Está totalmente esculpida con escenas del Antiguo Testamento y alegorías. De ahí que se la conozca como "la Biblia de piedra". Su monumentalidad da testimonio de la grandeza que vivió Ripoll. No en vano, durante muchos años el monasterio fue también el panteón de los condes de Besalú y de Girona.
El edificio pasó por varias ampliaciones y reconstrucciones motivadas por la falta de espacio, incendios, un terremoto y pillajes. En 1886, el obispo de Vic, Josep Morgades, encarga la reconstrucción del monasterio al arquitecto Elies Rogent. Ripoll recupera la iglesia y el claustro del monasterio del siglo XI con una interpretación neorrománica.
Actualmente Santa Maria de Ripoll se puede visitar y se ha habilitado un centro de interpretación y una exposición permanente sobre el scriptorium, en la que se explica su importancia.
Camprodón, uno de los pueblos más conocidos del Pirineo Catalán, esta ubicado en la confluencia de los ríos Ter y Ritort. Quizá sea por ser uno de los pueblos más grandes de la Comarca del Ripollés, tal vez por la anexión con los pintorescos pueblos de Rocabruna y Beget, o es posible que por el Monasterio de San Pedro al que se le debe el origen de este hermoso pueblo. Pero probablemente; por su singular belleza, y sus pintorescas calles y paseos.
La villa tiene su origen en el Monasterio Benedictino de San Pedro construido en la Vall de Camrodon en el Siglo X, y también por su gran mercado Medieval, por lo que llega a alcanzar finalmente el rango de Villa Real.
Ha sido atacado, saqueado e incendiado varias veces por los Franceses a lo largo de la historia en su camino hacia Barcelona.
Y es ya en el Siglo XX cuando la villa parece que comienza una notable recuperación económica y social, además de ser uno de los primeros pueblos de los Pirineos elegido como destino vacacional y de veraneo por la alta burguesía.
Hoy en día es un lugar de interés en Cataluña, y número uno en turismo, por lo tato muy visitado desde España y toda Europa.
Uno de los emblemas de el pueblo es el Puente Nuevo. Especialmente relevante por su belleza, construido sobre el Río Ter en el Siglo XII y que además formaba parte del antiguo camino en cataluña que conducía a la Cerdanya. Es muy importante a visitar, imprescindible en tu ruta de turismo para hacer unas fotos y disfrutar de las vistas.
El Monasterio de San Pedro fue construido a mediados del Siglo X por Wifredo II de Besalú y que da origen al pueblo. De especial interés ya que la vida de los asentamientos cercanos y la política del Valle de Camprodon giraba entorno a este monasterio.
La Iglesia de Santa María nos deleita con una exquisita mezcla de estilos Gótico, Románico y Barroco. Además famosa por conservar esta Santa Iglesia, los restos del Santo Sant Patllari. Es una de las Iglesias famosas de Girona y muy curiosa de ver.
Músico y sobretodo famoso compositor en España, Europa y de interés en el mundo entero. Nacido en la villa en 1.860 cursando los estudios de música en Barcelona. Por consiguiente cada año se celebra un festival de música clásica que lleva su nombre para que los melómanos puedan disfrutar de sus composiciones. El Museo Isaac Albeniz se puede visitar todos los días menos festivos.
El Monasterio de Sant Pere de Rodes se levanta en una de las cimas de la sierra de Rodes, una cadena en primera línea de mar al norte del Alt Empordà. Es uno de los numerosos testigos de la arquitectura románica catalana, pero quizás es uno de los más sofisticados arquitectónicamente.
Desde el siglo XI al XIV fue el principal centro espiritual del condado de Empúries y su esplendor se muestra en las grandes dimensiones del conjunto monacal. Este está formado por la iglesia, el campanario, el claustro, las sacristías, las dependencias convencionales para vivir y el palacio del Abad.
El monasterio está construido en terrazas para adaptarse el terreno y los diversos edificios se organizan en torno al claustro y la iglesia, levantada entre los siglos X y XI. En estos dos edificios se puede apreciar una muestra excepcional de la escultura románica: las columnas (originales de la antigüedad) y los capiteles que las coronan nos hablan de la marcada influencia clásica que tiene esta singular iglesia.
En el exterior, la portalada, a cargo del Maestro de Cabestany, mostraba diferentes escenas de la vida de Cristo esculpidas en mármol blanco. Los escasos fragmentos que han llegado hasta nosotros nos dan muestra de su extraordinaria calidad, probablemente una de las mejores de su época.
Desde el monasterio se puede disfrutar de una de las mejores vistas del Cap de Creus. Poco antes de llegar, se encuentran los restos del pueblo medieval de Santa Creu de Rodes, entre los que destaca la iglesia de Santa Helena de Rodes.
Para conocer Cadaqués hay que querer ir a Cadaqués. La llegada a este pequeño pueblo de la Costa Brava, recóndito y aislado del mundo por vía terrestre hasta finales del siglo XIX, es toda una aventura. Son 13 kilómetros de zigzagueante carretera (la GI-614), con curvas a derecha e izquierda atravesando la sierra de Rodes, un bosque mediterráneo donde se suceden los cipreses, alcornoques, olivos y càdec (enebros rojos). Casi a mitad de camino, en un costado de la vía, se hace obligada una parada –mejor al atardecer– para quedar atrapados durante unos segundos con la postal de la bahía de Roses, teñida de dorado, mientras se pone el Sol tras los Pirineos.
Además de sus casitas blancas de techos de teja árabe, sus calas de aguas cristalinas y su enclave privilegiado dentro del Parque Natural del Cap de Creus, Cadaqués puede presumir de ser el primer punto de la Península en recibir los rayos de sol cada mañana.
Para conocer la historia de Cadaqués es indispensable visitar el casco antiguo y dejarse perder por sus calles laberínticas. El pueblo de origen medieval y rodeado por una gran muralla ocupaba el espacio de lo que hoy en día es el centro histórico de Cadaqués.
En la actualidad sólo se conserva un antiguo baluarte que formaba parte de la muralla y está integrado en el ayuntamiento. Paseando por el núcleo antiguo el viajero podrá pisar el antiguo pavimento del pueblo, el rastell. Este tipo de pavimento está hecho a mano con piedras extraídas de la orilla del mar que han sido modeladas por el vaivén de las olas.
La estrecha calle del Call es la que conserva el pavimento de rastell en mejor estado. Adopta forma de espiga y tiene como finalidad absorber el agua y evitar que la gente resbale.
Una de las calas más populares de Cadaqués, es la cala de Portlligat; donde Dalí residió durante mucho tiempo.
El nombre de Portlligat se puede explicar porque si miramos el mar desde la playa parece como si este rincón estuviera completamente rodeado de tierra, como un lago. Hay dos islas, la Isla de Portlligat, y a su lado hay otra isla más pequeña, Sa Farnera. Portlligat ha sido tradicionalmente la base de muchos de los pescadores de Cadaqués, y en la orilla de Portlligat aún amarran algunos de los pocos que quedan en la villa.
La casa de Dalí tiene su origen en un grupo de barracas de pescadores. Precisamente, fue en este lugar donde el artista encontró la paz y la inspiración para llevar acabo muchas de sus creaciones artísticas (para saber los horarios de visita de la Casa Museo Dalí pueden consultar el apartado Cultura-Museos).
Como es sabido, Dalí sentía una especial fascinación por Cadaqués, una fascinación que lo llevó a conocer, con total precisión cada rincón del pueblo. Llegando incluso, a captar en sus obras, los detalles más insignificantes para después transformarlos en algo esencial. Por lo tanto, quien mejor que el propio Salvador Dalí para describir los parajes que estamos presentando y que el genio expresa de forma magistral, en estos fragmentos de su autobiografía:
Ampuriabrava es una pequeña localidad situada en pleno corazón de la Costa Brava y es considerada por muchos la Venecia Española.
Este pueblo de Girona es, sin lugar a dudas, una de las perlas del Mediterráneo y cuenta con más de 25 kilómetros de canales que atraviesan toda la ciudad.
La entrada a Ampuriabrava está restringida por una gran cantidad de puentes que pasan por encima de los canales. Además, la ciudad ofrece una amplia gama de residencias turísticas debido a que se ha convertido, por su enorme belleza, en uno de los reclamos turísticos más importantes de toda Cataluña.
Verges es un municipio situado en el norte del Baix Empordà, casi junto a la comarca vecina del Alt Empordà. Se ubica en una zona muy llana y bañada por el Rec del Molí, a la vez sin embargo, es muy cercano a la cima del Montgrí.
En la época medieval se construyó la parte más antigua o primitiva de la población, la que queda limitada al norte por la plaza Mayor, al sur por la calle del Rec del Molí, al este por la calle Valls y al Oeste por la parte final de la calle de los Toros.
De la muralla que rodeaba todo este núcleo quedan muestras importantes, sobre todo en la plaza Mayor, donde hay una puerta de entrada al recinto y dos torres (una cuadrada "siglos XIII-XIV" y el otro circular "siglos XV- XVI ") muy bien conservadas.
Dentro del recinto amurallado encontramos la iglesia, restos del antiguo castillo (siglo XII) que ocupaba el lugar donde ahora está el Ayuntamiento y la plaza que hay justo delante, y calles como el del Ribossà o la de la Iglesia que conducían a la puerta oeste de la muralla y que son verdaderos supervivientes de la villa medieval.
Verges posee una tradición medieval arraigada en el municipio que lleva a varios actores a disfrazarse de esqueletos y recorrer las calles de la población armados con unas gigantescas guadañas. Se celebra el Jueves Santo y la atmósfera donde tiene lugar el evento es surrealista y un poco oscura, bajo la la tenue luz de las antorchas colocadas en las fachadas de las viviendas.
Uno de los esqueletos, adulto, muestra una guadaña en la que aparece la inscripción latina Nemini Parco, que avisa de que la muerte «no perdona a nadie». Tras este, otro esqueleto, que ejerce de eje central de la danza, enarbola una bandera en la que el público puede leer Lo temps es breu (El tiempo es breve).
El castillo de Verges es un castillo que se encuentra emplazado en el casco antiguo del municipio de Verges, en la comarca catalana del Bajo Ampurdán (provincia de Gerona, España), constituyendo el origen del núcleo urbano de Verges, construido a su alrededor tras la erección del castillo.
La ciudad histórica de Girona, una de las más interesantes de Cataluña, permite recorrer más de dos mil años de historia a partir de dos recintos fortificados: la Força Vella y el ensanche medieval. El primero corresponde a la fundación romana, y el segundo, a la ampliación de las murallas durante los siglos XIV y XV. Los numerosos monumentos que han llegado a nuestros días conservan riquezas artísticas notables. El atractivo de Girona se completa con la sugerente judería, o call, las bellísimas calles y plazas porticadas, los exultantes espacios barrocos y las construcciones novecentistas de Rafael Masó.
En Castellón todo queda cerca. En esta ciudad el olor de naranja todavía llena las calles. La huerta aún se encuentra en la proximidad más inmediata. La ciudad, que es la capital de la comarca de la Plana Alta, conserva ese carácter sosegado y amable de los lugares trabajadores. En esta urbe, de unos 180.000 habitantes, se pueden distinguir tres partes principales: el núcleo central histórico, los nuevos barrios modernos y, tocando el mar, el Grau o el puerto.
En la parte más céntrica, la vida cultural y comercial –completamente mediterránea- permite ver una ciudad alegre y animada. El centro histórico, donde podemos percibir la forma de campamento romano, posee los conjuntos históricos y museos más significativos. Este núcleo primitivo nació sobre las antiguas alquerías árabes tras la carta de poblamiento fundacional dada por Jaime I en el siglo XIII. En los barrios de la periferia, fundamentalmente residenciales, se han creado instalaciones culturales y deportivas. Por último, junto al mar, se encuentra el distrito del Grau, donde se concentra la vida relacionada con todas las actividades marineras y nuestras magníficas playas.
El conjunto urbano castellonense solo se entiende si se considera la mentalidad moderna, internacionalista, de sus habitantes. Siempre ha tenido Castelló un deseo continuo de estar al día; de estar abierto a los visitantes. Esto es en esencia, lo que nuestra localidad ofrece, además de una gran variedad de atractivos: mar, huerta, monumentos, cultura, montaña, fiestas…
Nuestra ciudad es ejemplo de calidad de vida. En ella, el visitante podrá disfrutar de un agradable clima mediterráneo, de una gastronomía rica y variada llena de productos de proximidad de alta calidad, de unas excelentes playas así como de un parque natural a pocos kilómetros del litoral (Desierto de las Palmas). Todo esto sin aglomeraciones que puedan entorpecer el disfrute de sus vacaciones.
A medida que se va llegando a Vilafamés, se ve el pueblo allá en lo alto, sobre un cerro.
Vilafamés destaca por su casco antiguo. Pasear por sus calles tranquilamente, nos transporta a sus orígenes árabes con calles estrechas y zigzagueantes, con rincones que hacen que uno se quede maravillado, con su castillo en lo alto y la pequeña iglesia a sus pies.
Con la ampliación cristiana, Vilafamés empieza a crecer edificando su impresionante iglesia parroquial y su palacio del siglo XV. Aquí las calles son de trazado lineal.
Llama mucho la atención su impresionante “ROCA GROSSA”. Una mole de piedra que se encuentra a medida que se sube por la calle principal de Vilafamés.
Lo que más sorprende, sin duda, es que en todo el casco antiguo de Vilafamés, predomina en todas las construcciones su piedra roca.
El conjunto histórico de Vilafamés es declarado Bien de Interés Cultural el 22 de abril de 2005.
El castillo de Villafamés, está situado en lo alto de la villa. La cimentación del mismo así como diversos documentos, que hacen referencia a "Beni-Hamez", indican su origen árabe.
Conquistado por Jaime I en 1233 ha sufrido diferentes reformas a lo largo de su historia, siendo sus vestigidos más antiguos del siglo XIV; momento en que el maestre de la Orden de Montesa obliga a los habitantes de Villafamés a reparar y reforzar las fortificaciones del lugar.
Sufrió importantes ataques durante las guerras carlistas, en el s. XIX, produciéndose así mismo la adaptación del sistema de fortificación a las nuevas técnicas de la guerra, siendo buen ejemplo de ello la torre central de planta circular que pertenece a este momento.
El castillo cuenta con murallas prácticamente completas, y dependencias de carácter palaciego frente a la torre del Homenaje de planta circular, con balcones que estuvieron amatacanados, y que en la actualidad está transformada por una intervención del siglo XIX en la que se añadieron las aspilleras. Delante de la torre hay un espacio rectangular a modo de patio en el que conserva una cisterna, que posiblemente sea el único vestigio de la época musulmana.
Los vestigios del Castillo de Albocàsser se encuentran en el centro del núcleo urbano de la población. El Castillo adquirió su imagen más característica a partir de la reconstrucción y ampliación ordenada en 1289 por Artal de Alagón, que añadía dos torres de defensa en las esquinas de la fachada principal. En 1568 se acometieron nuevas obras de restauración y remodelación. En 1872 fue adquirido por el Ayuntamiento y se estableció en él el cuartel de la Guardia Civil y las escuelas. En 1877 se amplió su edificación para incorporar una abadía. Finalmente, en 1930 el Ayuntamiento decidió derribarlo. Actualmente quedan muy pocos restos: algunos lienzos de murallas incorporadas a viviendas y el edificio que en 1877 se le incorporó para destinar su uso a la abadía.
Peñíscola es un municipio de la Comunidad Valenciana, situado en la costa norte de la provincia de Castellón, en la comarca del Bajo Maestrazgo (Baix Maestrat). Posee título de Ciudad desde 1707.
Se extiende en una superficie de 79 Km2, 17 de los cuales discurren paralelos al litoral. El Peñón Jurásico sobre el que se levanta la ciudad antigua, de 64 m de altura, es la línea divisoria entre las dos zonas litorales que conforman su territorio: de un lado, la Costa Sur, escarpada y rocosa, del otro, la Costa Norte, baja y arenosa.
Formando parte de la red los pueblos más bonitos de España, Peñíscola es uno de los principales centros turísticos de la provincia de Castellón.
Peñíscola, también conocida como Ciudad en el Mar, está coronada en lo más alto del peñón por el Castillo del Papa Luna, una fortaleza templaria datada del año 1307 que se convierte en una torre vigía inexpugnable, rodeado de un conjunto de murallas que protegen la ciudad antigua.
En la impresionante atalaya de Peñiscola se unen un rico patrimonio artístico junto a un bien conservado casco antiguo en el que la omnimpresente esencia mediterránea se respira en cada una de sus calles.
El castillo templario-pontificio de Peñíscola, Monumento Histórico-Artístico Nacional desde el 4 de junio de 1931, con más de 700 años de existencia, es una puerta por la que acceder a la vivencia de la historia de esta magnífica ciudad.
Esta imponente fortaleza amurallada se empezó a construir en 1294 y fue acabada 12 años después, en 1307. Los únicos que podían realizarla en este tiempo eran los enigmáticos caballeros templarios, que la construyeron a imagen y semejanza de las que antes habían construido en Tierra Santa. El monumento conserva en la actualidad todas las particularidades de una obra templaria.
El castillo se encuentra en perfecto estado de conservación, aunque le falte una cuarta parte, que se destruyó en 1814, en el transcurso de la Guerra de la Independencia. Condenada a un duro e implacable sitio por parte de las tropas del general Eli, que intentaban recuperar la ciudad ocupada por los franceses, quedaron marcas de los proyectiles en todas las murallas.
El castillo templario-pontificio de Peñíscola comparte con el Vaticano y el Palacio de los Papas de Aviñón el privilegio de haber sido sede pontificia; una de las tres que ha habido a lo largo de la historia. El castillo de Peñíscola es el único en toda España que ha podido participar en un momento de la historia de Europa como fue el Cisma de Occidente, dramático proceso que se vivió en el mundo cristiano, ya que fue en este castillo donde se recluyó Benedicto XIII.
Fue esta la época más importante de los más de 700 años que tiene la fortaleza, ya que sirvió de refugio al Papa Luna. Para poder entender la personalidad de tan insigne figura, fundamental en la historia de Europa, es necesario recorrer sus austeras salas, sus sobrios patios y sus adustas torres, todo el conjunto rodeado por el omnipresente Mediterráneo del cual Benedicto fue Papa: el Papa del Mar.
Hoy, el castillo templario-pontificio de Peñíscola es un foco de atracción turística y cultural, con más de 330.000 visitantes al año. El castillo se ha convertido en un prestigioso centro cultural que alberga numerosos acontecimientos, entre los cuales destacan el Festival de Música Antigua y Barroca (primera quincena de agosto), Conciertos de Música (septiembre) y el Festival de Teatro Clásico (julio y agosto).
Morella es uno de los pueblos más bonitos de España. Encaramada en lo alto de un cerro y coronada por un castillo, esta población hunde sus raíces en el medievo, aunque se sabe que la zona estaba habitada ya en la prehistoria, prueba de ello son por sus cuevas con pinturas rupestres Patrimonio de la Humanidad.
Sus murallas medievales tienen un perímetro de más 2 kilómetros y una altura de 10 a 15 metros. En el interior de la villa abundan las casas solariegas, las iglesias medievales románticas y góticas, y rincones llenos de encanto. Si no has estado todavía, no te lo puedes perder..
El pueblo de Ares del Maestrat enamora desde que se divisa desde la carretera.
Una localidad asentada sobre una enorme roca y en lo alto, las ruinas de un castillo árabe. Desde los 1300 metros de altura, se tiene unas vistas imponentes de gran parte de la comarca del Alt Maestrat.
A pesar de contar con menos de 200 habitantes, Ares del Maestrat tiene una gran carga cultural. Las pinturas rupestres de la Cueva Remígia son Patrimonio de la Humanidad por la Unesco y en el Museo de la Cova del Castell se relatan los momentos históricos más importantes.
Quien ha visitado Culla alguna vez en su vida, ubicada en Castellón, sabe que es un lugar único donde se unen naturaleza, paisajes de postal, calles preciosas, empinadas y medievales, junto con vestigios y casas de otra época, como si nos transportasen a otros tiempos pasados. Un recorrido por sus calles y monumentos os transportará y mostrará la Culla más medieval y mágica, donde, además, cuenta con un gran número de casas y hoteles rurales que la convierten en un destino idóneo para pasar unos días de vacaciones o realizar una escapada de fin de semana en una de las poblaciones más importantes del antiguo Reino de Valencia.
Situada en plena comarca de l´Alt Maestrat, es marcadamente montañosa, con alturas que llegan a los 1.121 metros (cima del castillo de Culla) y con fuertes contrastes de desniveles, profundos barrancos y numerosas cuevas y simas, que aportan un gran atractivo natural y paisajístico.
Sobre el punto más alto de Culla, una altura de 1.121 metros, se encontraba el castillo de Culla, una antigua fortaleza árabe, desde donde se divisa toda la población y los valles que la rodean, además de unas vistas espectaculares por encima, por ejemplo, del campanario. En el siglo XIX, fruto de la Guerra Carlista de los siete años, el castillo de Culla fue destruido y arrasado, quedando prácticamente en ruinas y del que apenas quedan restos testimoniales. Posteriormente, muchas de las piedras que levantaban el recinto fueron reutilizadas para la construcción de viviendas particulares.
Su casco antiguo, declarado Bien de Interés Cultural en 2004, es una de las mayores joyas que se pueden ver en la Comunidad Valenciana. El recinto amurallado de Culla tenía 3 puertas de entrada: El portal de la Font (calle Abadía), El Portellàs (entrada a Carrer Pla) y La Porta Nova, la única que queda en pie todavía. La población está llena de indicaciones y pequeños paneles explicativos para conocer la historia de numerosas calles y edificios de la villa, lo que facilitará la visita de esta encantadora localidad para conocer toda su historia.
El castillo de Onda es una fortificación situada en la localidad española de Onda (Castellón). Fue declarado en 1967 Conjunto Histórico-Artístico y Bien de interés cultural. La estructura original fue levantada por los musulmanes en el siglo X sobre un antiguo asentamiento romano. La estructura primitiva aparece sepultada bajo diferentes reconstrucciones llevadas a cabo a lo largo de los siglos. Llegó a ser conocido por su gran tamaño como el "castillo de las 300 torres", pues se decía que tenía tantas torres como días tiene el año. Desde hace unos años se encuentra en proceso de restauración. Actualmente alberga un museo, en el que destaca la exposición de yeserías musulmanas procedente de una casa palaciega de principios de siglo XIII.
El montículo del castillo de Onda, dada su inmejorable situación estratégica entre la llanura de La Plana y la Sierra de Espadán, ha sido lugar de asentamiento desde la prehistoria. Sobre los vestigios de antiguas culturas (ibérica y Cultura de la Antigua Roma|romana), los musulmanes construyeron una primitiva fortaleza en época califal (siglo X). Este primer núcleo fue creciendo con los siglos hasta convertirse en una impresionante ciudad-fortaleza conocida como “castillo de las trescientas torres”.
En 1238, Zayan, último rey moro de Valencia, rindió ésta al rey Jaime I el Conquistador. A partir de este momento Onda y su castillo pasaron a manos cristianas. Un año después de la concesión de la Carta Puebla en 1249, el rey cede las rentas del castillo y la villa de Onda a la Orden del Temple.
En 1319 la villa de Onda pasa a manos de la Orden de Montesa. En esta época todavía la fortaleza debió de ser impresionante y su visión dio pie a referirse a la misma, de forma metafórica, como que tenía tantas torres como días tiene el año, de ahí el nombre de “Castillo de las 300 torres”.
Durante la Guerra con Castilla (1357-65) el Castillo fue plaza fuerte, dada su importancia estratégica. También fue utilizado durante la Guerra de las Germanías (1519-24) y, poco después, fue cuartel general del Duque de Segorbe en la represión mudéjar de la Sierra de Espadán (1526). El Castillo también fue ocupado por las tropas napoleónicas, en 1812, y posteriormente, en 1839, durante las Guerras Carlistas, la fortaleza es rehabilitada.
Finalmente, durante la Guerra Civil del 36, el castillo también fue testigo de diversas acciones bélicas.
En Castellón todo queda cerca. En esta ciudad el olor de naranja todavía llena las calles. La huerta aún se encuentra en la proximidad más inmediata. La ciudad, que es la capital de la comarca de la Plana Alta, conserva ese carácter sosegado y amable de los lugares trabajadores. En esta urbe, de unos 180.000 habitantes, se pueden distinguir tres partes principales: el núcleo central histórico, los nuevos barrios modernos y, tocando el mar, el Grau o el puerto.
En la parte más céntrica, la vida cultural y comercial –completamente mediterránea- permite ver una ciudad alegre y animada. El centro histórico, donde podemos percibir la forma de campamento romano, posee los conjuntos históricos y museos más significativos. Este núcleo primitivo nació sobre las antiguas alquerías árabes tras la carta de poblamiento fundacional dada por Jaime I en el siglo XIII. En los barrios de la periferia, fundamentalmente residenciales, se han creado instalaciones culturales y deportivas. Por último, junto al mar, se encuentra el distrito del Grau, donde se concentra la vida relacionada con todas las actividades marineras y nuestras magníficas playas.
El conjunto urbano castellonense solo se entiende si se considera la mentalidad moderna, internacionalista, de sus habitantes. Siempre ha tenido Castelló un deseo continuo de estar al día; de estar abierto a los visitantes. Esto es en esencia, lo que nuestra localidad ofrece, además de una gran variedad de atractivos: mar, huerta, monumentos, cultura, montaña, fiestas…
Nuestra ciudad es ejemplo de calidad de vida. En ella, el visitante podrá disfrutar de un agradable clima mediterráneo, de una gastronomía rica y variada llena de productos de proximidad de alta calidad, de unas excelentes playas así como de un parque natural a pocos kilómetros del litoral (Desierto de las Palmas). Todo esto sin aglomeraciones que puedan entorpecer el disfrute de sus vacaciones.
Declarada Ciudad Patrimonio de la Humanidad, Cáceres conserva uno de los conjuntos monumentales más impresionantes de España. Pasear por el centro antiguo de Cáceres es como viajar atrás en el tiempo a la época medieval.
El origen de la ciudad de Cáceres se sitúa en torno al año 35 a.C. cuando el Procónsul Cayo Norbano Flaco funda la Colonia Norba (Norbensis) Caesarina, en honor a Julio César.
A partir del 27 a.C. pasa a formar parte de la provincia imperial Lusitania, cuya capital era Augusta Emerita. La Colona Norba Caesarina buscó el patronazgo de Lucio Cornelio Balbo, yerno de Cayo Norbano Flaco y destacado general romano de origen hispano, para contrarrestar la influencia de Augusta Emerita, y la ciudad vivió un largo período de prosperidad a lo largo de los siglos I a III.
Posteriormente, sobre el siglo V, las tropas visigodas destruyen lo que quedaba de la colonia romana.
No es hasta las primeras etapas de la Reconquista cuando las tropas musulmanas eligen el cerro como lugar estratégico para establecer una base militar que va cobrando más importancia, hasta que a mediados del siglo XII durante el imperio almohade se establece como fortificación amurallada y la ciudad parece ser que fue conocida como Hizn Qazris.
Años más tarde, en 1169, Fernando II de León se hace con el control de Cáceres tras establecer una alianza temporal con los almohades para evitar la expansión del reino de Portugal. La fortaleza queda en manos de un grupo de caballeros que crean la orden militar y religiosa de los Frates de Cáceres.
Pero en 1173 una nueva incursión de las tropas almohades recuperan la ciudad para los musulmanes.
La ciudad de Cáceres fue conquistada definitivamente por Alfonso IX de León el 23 de Abril de 1229 (día de San Jorge), más de medio siglo después de la derrota de los Frates. El fallecimiento de Alfonso IX en 1230 hizo que la ciudad pasara a formar parte de la Corona de Castilla, tras la unificación de los dos reinos.
En marzo de 1478 nació en Trujillo Francisco Pizarro, conquistador de Perú, y su leyenda, su poder y su riqueza convirtió aquella ciudad agostada en las planicies extremeñas en un mito de la aventura americana. De aquí partieron decenas de trujillenses que escribieron a lo largo del siglo XVI algunas de las más memorables páginas de la historia de la América hispana. Tanto esfuerzo mereció la pena porque, al cabo de los años, al amparo de algunos apellidos memorables, aquella vieja plaza militar romana se convirtió en una de las ciudades más monumentales de la región extremeña.
El origen de esta plaza está en la creación del mercado. La ciudad tenía 7 puertas de acceso a este recinto amurallado, dentro del cual no había gran cosas hasta la declaración de ese mercado franco. Fue entonces cuando se construyó esta plaza y comenzó la vida extramuros: con las edificaciones de San Martín, la casa de Chaves o Peso real, la de la Cadena o Chaves Orellana, el palacio de San Carlos y Piedras albas o de la Conquista.
Los rastros de los conquistadores trujillanos son visibles en este lugar. Allí se encuentra uno de los iconos más reconocibles de la población: la estatua de Pizarro. En las paredes de los edificios, en los escudos, también encontrarás elementos de ese periodo de grandes descubrimientos, como un jaguar o una representación del Perú. Hay unos cuantos en el Palacio dela conquista, situado en un extremo de la plaza. Fue mandado levantar por Hernando Pizarro, hermano de Francisco
Si eres observador/a descubrirás en la plaza mayor un elemento aquitectónico que podrás ver en otras calles: sus balcones con escudos en esquina. Uno de los símbolos constructivos de la localidad.
De estilo tardogótico, con una sola nave pero de altura como las góticas. Empieza en el siglo XIV y se termina en el XVII. La Puerta de las limas es la única realmente gótica.
Dentro se quedaban los comerciantes que venían al mercado porque no querían darles posada en las iglesias del interior de la ciudad. En el interior hay una sola nave con tracería gótica. El suelo está lleno de lápidas porque no hay cementerio hasta el siglo XVI. Destaca la virgen de la Coronada, del antiguo templo de los templarios. Es de talla románica y sorprende por su buena conservación.
La iglesia de Santiago se llama así porque los Tapia eran de la orden. Aquí estuvieron Templarios, orden de Calatrava y Alcantara. Fue torre defensiva. La iglesia es de origen románico. Está llena de símbolos de la orden de Santiago. En mayo de 2019 va a tener una exposición de Jaime de Jaraíz que se podrá visitar durante 10 años. Habrá una entrada única para ver iglesia y exposición.
Esta es la primera iglesia que se construye en la época de Reconquista después de derruir la mezquita original —como era costumbre—. Es de origen románico, tuvo un desarrollo gótico y una finalización renacentista. Es monumento nacional.
En el interior destaca la crucería gótica. También el Retablo hispanoflamenco, uno de los más importante de España. Es de Fernando gallego y está dedicado a la virgen María. Se trata de una madera policromada con 25 tablas que narran escenas de la vida de la virgen, la Pasión y los cuatro evangelistas.
Aquí está enterrado Don Diego García de paredes, El Sansón de Extremadura. Vecino que participó en las batallas italianas contra las tropas francesas. Mencionado en El Quijote, fue famoso por su fuerza y su inmenso tamaño.
No te puedes perder los confesionarios policromados y la subida a las dos torres: la renacentista y la románica (Julia). Las vistas son un lujo.
Como curiosidad, decir que esta iglesia es muy popular entre los seguidores del Atlethic de Bilbao. La razón es que en lo alto de la torre hay colocado un escudo de este equipo de fútbol. ¿Cómo es eso posible? Porque Antonio Serván, el cantero que se encargó de la reconstrucción, en la década de los 70, era un forofo desatado de los leones. La polémica de este particular añadido a la iglesia llegó al páginas del periódico ABC y a la mesa del ministro franquista del ramo. Pero afortunadamente para Antonio no pasó a mayores, y ahí sigue su escudo para alegría de los rojiblancos que peregrinan para ver su escudo en lo alto del edificio trujillano
El castillo de Trujillo no es un castillo. Esta fortaleza en realidad es una alcazaba, una construcción defensiva de origen árabe. Del siglo IX. Asentada sobre la conocida como "cabeza de zorro".
Aquí no hay torre del homenaje, ni escudos. Lo que sí que hay es un enorme patio de armas, un gran recinto cuadrado con veinte torres, puerta de arco de herradura y dos aljibes en su interior. Uno de ellos se puede visitar.
No te puedes perder esta visita. La panorámica de la ciudad y del berrocal es uno de los imprescindibles en el recorrido por esta población extremeña. La nueva fortaleza está dedicada a Ntra. Sra. de la Victoria, patrona de la ciudad, a quien se atribuye el mérito de la reconquista de Trujillo.
Su acústica es excepcional. En este lugar los trujillanos han disfrutado de conciertos de artistas como Rafael, Rocío Jurado, Malú, Sergio Dalma, India Martínez o Bertín Osborne.
En su construcción participó Francisco Becerra, el maestro cantero más importante que España dio al nuevo mundo. Artífice de la exportación de la arquitectura trujillana a la recién descubierta América. La catedral de México es un buen ejemplo. Destaca su gran claustro plateresco. Actualmente es un colegio. No hay visitas oficiales, pero si llamas a la puerta: las hermanas te dejan entrar a verlo.
Este edificio fue la casa de contratación para el Nuevo mundo. Todo el que quería emigrar tenía que pasar por ella antes de ir a Sevilla. Cervantes vivió aquí. De hecho, se menciona al palacio en Persiles y Segismunda. Hasta se llegó a acuñar moneda en su interior.
En el Palacio se ven los dos escudos, el de los Pizarro (dos osos por su origen asturiano) y el de los Orellana (10 rieles para reflejar que ya no tienen que pagar tributos a la corona).
Guadalupe es un precioso pueblo situado en la comarca de Villuercas, que pertenece a Extremadura. Ha sido declarado Conjunto Histórico Artístico debido a la impresionante belleza de su patrimonio arquitectónico, sobre el que destaca el Real Monasterio de Nuestra Señora de Guadalupe.
La villa se encuentra muy vinculada a la figura de Cristóbal Colón a causa de las numerosas visitas que el navegante realizó a este pueblo tanto antes como después de que descubriese América.
En relación a este suceso, es importante hacer mención a la pila, que aún se conserva justo en frente del Monasterio, en la que fueron bautizados los primeros indios llegados de América de toda Europa.
Los Mármoles, en Cáceres, un templo formado por columnas, es el único resto que queda de la antigua Augustobriga. El motivo de su denominación se encuentra en el brillo lejano que ocasionaban, al parecer, unos ornamentos en vidrio. 1931 es la fecha en la que se declaró a este monumento Bien de Interés Cultural.
Las dimensiones de la curia coinciden con la descripción que da Vitruvio. Se conserva íntegro su basamento de piedra granítica, así como su pavimento de grandes losas. También su pórtico de 4 columnas de frente y 2 a los costados, correspondientes a las fachadas laterales, que todavía soportan a los dinteles y un arco en el centro. Faltan los muros de la sala.
El edificio se divide interiormente en 2 partes: un vestíbulo y la sala de culto propiamente dicha. Las columnas, de tipo corintio, no arrancan del suelo, sino de una gran basa granítica a partir de la cual ascienden. El material con el que se construyó fue el granito local, procedente de las canteras de las inmediaciones.
En el siglo II se debió construir la columnata de Los Mármoles; más tarde, en el siglo III, se edificaron sus murallas. Los restos de este templo se desmontaron piedra a piedra para reconstruirlo en un entrante de tierra, por encima del nivel máximo de las aguas del pantano, a 6,5 kilómetros de distancia de su establecimiento primitivo.
Hoy en día, este monumento tan importante se puede visitar, ya que está situado junto a la carretera que une Navalmoral de la Mata y Guadalupe. El acceso desde que se deja el coche se realiza a pie, pero es un tramo muy corto. También desde el monumento se puede divisar el embalse.
Es importante recalcar que el Pórtico de la Curia de Talavera La Vieja, conocido como Los Mármoles, es el único que se conserva en todo el mundo romano. Talavera La Vieja, o Talaverilla como era conocida por los habitantes de la localidad, estaba situada en la provincia de Cáceres, junto al margen izquierdo del río Tajo, en la llamada comarca de La Jara.
El monasterio de Yuste, fundado por los frailes jerónimos en el año 1408 sobre un eremitorio anterior, se encuentra ubicado en Cuacos de Yuste, un lugar amenísimo, rico en aguas y arboledas y apartado del mundanal ruido con sus tentaciones y peligros.
Una carreterita comunica Garganta la Olla con el monasterio, entre bosques y arroyos que sirvieron al emperador para encontrar la paz que buscaba lejos de la corte. El marqués de Mirabel, don Luis de Ávila y Zúiga, extremeño de nacimiento, recomendó al monarca la comarca de la Vera para su retiro.
La fama del lugar se debe a que el emperador Carlos V pasó aquí sus últimos años cuando se jubiló en 1557 después de traspasar el negocio de la corona a su hijo Felipe II. En Yuste, el anciano emperador se dedicó a dos grandes aficiones: comer copiosamente y dar cuerda a su colección de relojes.
Para morada del ilustre jubilado se erigió un pequeño y austero palacio en el flanco meridional del convento, de dos plantas y con un gran desván. Una suave rampa, sobre arcos elevados, permitía a Carlos V llegar a caballo a sus habitaciones, pues la gota le impedía caminar.
De líneas más bien pobres, Yuste posee dos claustros, uno gótico y otro renacentista, además de una interesante iglesia gótica (siglo XV), y un altar elevado con un retablo de Juan de Herrera que tiene una copia del Juicio Final de Tiziano. El coro presenta sillerías del maestro Alemán.
La iglesia (siglo XV), gótica, muestra una nave de considerable altura, bóvedas góticas, altar elevado y un retablo de madera policromada. La vivienda imperial es tan austera como el palacio de Gante, donde nació el emperador.
El Salto del Gitano es un lugar privilegiado en pleno corazón del Parque Nacional de Monfragüe.
Se trata de un bloque de roca Cuarcita donde anidan gran variedad de especies y desde donde ademas de disfrutar de unas magnificas vistas del rio Tajo, en otoño el eco de la berrea del ciervo retumba en las rocas.
“La cañada real trujillana cruzaba la sierra de las corchuelas por esta zona y aquí confluían multitud de pastores y comerciantes, entonces esta zona de la sierra era la preferida para los bandoleros y sus actos delictivos. Cuenta la leyenda que un gitano atemorizaba con sus robos y su navaja a todo el pasaba por aquí, hasta que unos guardias civiles estuvieron a punto de cogerle, pero se les escapó por que dió un salto al otro lado de la sierra cruzando el río dejando a uno de los guardias civiles de piedra…”.
En el parque crían más de 200 especies de vertebrados, otras muchas invernan o pueden verse en paso durante la migración a otras latitudes. Las aves son el grupo de vertebrados con mayor abundancia de especies e individuos.
Fue declarado ZEPA (Zonas de Especial Protección para las Aves) en 1991.
Es una zona ideal para practicar el Birdwatching, ya que hay infinidad de rutas e itinerarios para la observación de aves.
A poco más de 15 km de Cáceres nos encontramos con este mirador en el que puedes ver un atardecer impresionante en compañía del río Almonte.
Declarada Ciudad Patrimonio de la Humanidad, Cáceres conserva uno de los conjuntos monumentales más impresionantes de España. Pasear por el centro antiguo de Cáceres es como viajar atrás en el tiempo a la época medieval.
El origen de la ciudad de Cáceres se sitúa en torno al año 35 a.C. cuando el Procónsul Cayo Norbano Flaco funda la Colonia Norba (Norbensis) Caesarina, en honor a Julio César.
A partir del 27 a.C. pasa a formar parte de la provincia imperial Lusitania, cuya capital era Augusta Emerita. La Colona Norba Caesarina buscó el patronazgo de Lucio Cornelio Balbo, yerno de Cayo Norbano Flaco y destacado general romano de origen hispano, para contrarrestar la influencia de Augusta Emerita, y la ciudad vivió un largo período de prosperidad a lo largo de los siglos I a III.
Posteriormente, sobre el siglo V, las tropas visigodas destruyen lo que quedaba de la colonia romana.
No es hasta las primeras etapas de la Reconquista cuando las tropas musulmanas eligen el cerro como lugar estratégico para establecer una base militar que va cobrando más importancia, hasta que a mediados del siglo XII durante el imperio almohade se establece como fortificación amurallada y la ciudad parece ser que fue conocida como Hizn Qazris.
Años más tarde, en 1169, Fernando II de León se hace con el control de Cáceres tras establecer una alianza temporal con los almohades para evitar la expansión del reino de Portugal. La fortaleza queda en manos de un grupo de caballeros que crean la orden militar y religiosa de los Frates de Cáceres.
Pero en 1173 una nueva incursión de las tropas almohades recuperan la ciudad para los musulmanes.
La ciudad de Cáceres fue conquistada definitivamente por Alfonso IX de León el 23 de Abril de 1229 (día de San Jorge), más de medio siglo después de la derrota de los Frates. El fallecimiento de Alfonso IX en 1230 hizo que la ciudad pasara a formar parte de la Corona de Castilla, tras la unificación de los dos reinos.
Ourense es la ciudad del agua. Ocho puentes cruzan aquí el río Miño, que en tiempos de los romanos era una mina de oro. Ahora ya no hay oro, pero sí unas aguas muy valiosas: las aguas termales.
Las hay por toda la ciudad y muchas son gratuitas. Como las termas de A Chavasqueira al borde del río, donde podrás disfrutar de un baño Zen. Las aguas brotan también a 65º en pleno centro, en la fuente de As Burgas, que con el Santo Cristo y el Puente Romano, son los símbolos de la cidad.
Pero además Ourense tiene una original Praza Maior... inclinada, y un casco histórico rico en iglesias y capillas. El Pórtico del Paraíso de la Catedral conserva aun su policromía original.
Y en la Capilla de San Cosme y San Damián, una curiosidad desconocida por los visitantes: aquí se expone, durante todo el año, el belén más sorprendente que hayas visto nunca. Y si quieres animación, no te preocupes. Si algo gusta de verdad a los ourensáns es salir a la calle.
Desde el Mirador de Gándara, muy cerca de Cristosende (A Teixeira), tenemos una estupenda panorámica del valle del Mao, de Barxacova y de los viñedos de la orilla de Amandi. Los colores anaranjados de las viñas se entremezclan con el amarillo intenso de los castaños y el ocre suave de los robles.
Parece ser que se fundó en 1808, sobre otra más antigua. Dicen que el general Munárriz, vino al Bierzo para conseguir armamento. Penetró en esta zona, sabiendo del hierro del monte Formigueiros, que abastecía las herrerías bercianas. Se construyó la Ferrería, que abastecía de material los cañones y la fabricación de armas. En 1814, finalizada la Guerra de la Independencia contra Napoleón, pasa a un cura de la Corte y a la familia Somoza. A partir de esta época aparece en el catastro.
La Ferería de Seoane Tiene trece arcos románicos, alguno de siete metros de alto por dos de ancho. Su martillo, movido por un gran eje de ocho metros de largo por uno de diámetro y gigantes ruedas hidráulicas, pesa 370 Kg. Dos fuelles de tres metros movidos por otro eje con norias soplan continuamente en un horno, donde se funde el mineral a 1.200 grados, para extraer el hierro. Tiene un banzado con dos torreones que asemejan un castillo, de 15 metros de alto sobre el río Lor.
Piornedo está situado a 93 km de Lugo, Galicia, en las faldas de la montaña Mustalar de la Sierra de Ancares. Además de los impresionantes paisajes circundantes, este poblado es único porque cuenta con el mayor conjunto de pallozas, 18 en total, que datan de la época prerromana y son las mejor conservadas de toda Europa.
No hace mucho, en los años sesenta, todavía estaban habitadas. Visitar este lugar, a 1200 m de altitud, en cualquier época de año es un buen plan para quienes disfrutan los viajes al pasado, a través de las tradiciones y vestigios históricos.
Las pallozas son testimonio tangible de cómo era la ya casi olvidada vida montañesa. Conservarlas representa un gran esfuerzo, ya que no quedan personas que sepan construir pallozas, bien se sabe que no es tarea fácil ni barata.
Son viviendas circulares de más o menos 20 metros de diámetro, paredes de piedra y techumbre de paja. El interior nos sobrecoge un poco al tratar de imaginar una rutina dentro de estas casitas. El área se encuentra dividida en habitación, cocina y establo, sí, los animales vivían en casa, tenían su propio rincón tipo establo, aunque no había muro alguno para delimitar los espacios.
Para adentrarnos en este típico estilo de vida, se puede visitar la Palloza Museo Casa do Sesto que en 1970 aún era vivienda. En la visita se describe con todo detalle el día a día de los habitantes de estos hogares rústicos. Lo que no podía faltar era un buen fuego para cocinar y calentar la casa; el techo está construido con varas de centeno (de donde proviene el término palloza) para facilitar la salida del humo por filtración a fin de que la gente no sufriera ahogos, aunque es cierto que con el paso de los años, la salud respiratoria terminaba muy deteriorada.
Situado junto al río Sarria, que roza sus muros, atrae la atención del visitante no sólo por sus vastas proporciones, sino, sobre todo por sus sólidos y austeros edificios, construídos con mampostería de pizarra. La rusticidad y la sencillez de los muros exteriores contrastan con la nobleza y la elegancia de sus claustros de piedra de granito.
Integran el complejo monástico dos claustros de dimensión desigual, unidos entre sí y flanqueados por achatados torreones. Adosados al claustro grande por la parte noroeste, se encuentran su magnífica iglesia y su esbelta sacristía. Tres estilos arquitectónicos intervienen en su construcción y ornato: gótico, renacimiento y barroco. Solamente se conservan como reliquias de un pasado multisecular, una portada y otros elementos aislados del período románico.
Los monjes del monasterio son benedictinos. No sabemos con certeza en qué momento aceptó la Regla de san Benito, posiblemente a mediados del siglo X. Por una lápida, sabemos que a mediados del siglo VII el obispo de Lugo Ermefredo lo restaura.
Monasterio de Sámanos, así lo llamaron durante varios siglos. Este nombre de ascendencia visigótica, con el paso del tiempo, quedaría reducido al de Samos.
Samos es el Monasterio habitado más antiguo de España, lugar santo y venerabilísimo.
También conocida como antigua iglesia de San Xoán. Construida entre finales del siglo XII y comienzos del XIII, pertenece al románico tardío. Levantada por la Orden de San Juan de Jerusalén, esta sorprendente iglesia-fortaleza tenía bajo su control el puente que atravesaba el Miño y el cuidado del hospital de peregrinos de Portomarín.
El 3 de junio de 1931 fue declarada Monumento Histórico-Artístico.
Esta iglesia del siglo XII destaca principalmente por la armonía de sus elementos y la belleza de sus líneas
La iglesia mantiene su estructura original, a excepción de la sacristía que es del siglo XVIII y la espadaña del siglo XX. La puerta principal es de arco de medio punto, con arquivolta de arcos dobles, capiteles trenzados y jambas con cabezas humanas.
Cuenta una leyenda que el nombre de Camporramiro proviene de una victoria del rey Ramiro I sobre los normandos en este escenario en el siglo IX.
Ourense es la ciudad del agua. Ocho puentes cruzan aquí el río Miño, que en tiempos de los romanos era una mina de oro. Ahora ya no hay oro, pero sí unas aguas muy valiosas: las aguas termales.
Las hay por toda la ciudad y muchas son gratuitas. Como las termas de A Chavasqueira al borde del río, donde podrás disfrutar de un baño Zen. Las aguas brotan también a 65º en pleno centro, en la fuente de As Burgas, que con el Santo Cristo y el Puente Romano, son los símbolos de la cidad.
Pero además Ourense tiene una original Praza Maior... inclinada, y un casco histórico rico en iglesias y capillas. El Pórtico del Paraíso de la Catedral conserva aun su policromía original.
Y en la Capilla de San Cosme y San Damián, una curiosidad desconocida por los visitantes: aquí se expone, durante todo el año, el belén más sorprendente que hayas visto nunca. Y si quieres animación, no te preocupes. Si algo gusta de verdad a los ourensáns es salir a la calle.
Logroño es la capital de la Comunidad Autónoma de La Rioja. Bañada por el río Ebro.
Entre las virtudes más conocidas de la ciudad, cabe destacar la cultura del vino, la gastronomía, el Camino de Santiago, el Casco Antiguo o el carácter de Primera Ciudad Comercial de España.
Bañada por el río Ebro, Logroño ha sido históricamente un lugar de paso y cruce de caminos, tales como el Camino de Santiago, y de fronteras, disputada entre los antiguos reinos de la península ibérica durante la Edad Media.
Quel destaca por su castillo, que corona el pueblo, y lo ha marcado desde siempre; no en vano, el nombre de Quel procede del árabe Qalat, que significa castillo. Respaldado por la colina, abrupta, en la que se alzan los restos del castillo, el pueblo se abre a la vega del Cidacos que riega una rica huerta.
Torre rodeada por una cerca muy irregular reforzada por dos torreones cuadrados, al borde de un farallón rocoso sobre el pueblo de Quel. Consta de una torre del homenaje desmochada de planta rectangular y tres alturas, rodeada de una cerca exterior que tenía como refuerzos dos torreones cuadrados con vestigios de adarve y almenas.
Se cree que primeramente hubo un asentamiento romano a modo de torre de vigilancia, pero que posteriormente, y durante la dominación musulmana, se levantó un castillo, que quedaría obsoleto hasta que, en el último tercio del siglo XV, se produce la reconstrucción definitiva a manos de García Sánchez de Alfaro. Los diversos repartos de herencias de la familia de este señor provocaron numerosos problemas en la villa de Quel, que llegó a tener cinco señores que exigían obligaciones y servicios completos a los villanos.
Se accede por el camino de las eras, bordeando la ladera y ascendiendo a la cumbre. Su posición dominante sobre el valle del Cidacos le confiere características de mirador y lo incluye en el sistema defensivo de la zona.
Es un centro de interpretación creado para que el visitante conozca todos los secretos de Garagüeta y su entorno. La Casa del Parque del Acebal de Garagüeta abrió sus puertas al público en abril de 2014 y forma parte de la Red de Casas del Parque de Castilla y León.
La Casa se ubica en el centro del pueblo de Arévalo de la Sierra, cerca del Ayuntamiento. El estrecho trazado de las calles del pueblo hacen aconsejable dejar el vehículo en el aparcamiento gratuito situado junto a la Ermita del Santo Cristo (tanto la situación del aparcamiento como el de la Casa se encuentran señalizados al llegar al municipio).
Está construida sobre la antigua casa del maestro. Es un edificio bioclimático, construido con el objetivo de ser eficiente energéticamente.
Pretende ser un centro de referencia que muestre la importancia de los acebales de estas sierras, donde aparecen los bosquetes más extensos de todo el Sistema Ibérico, destacando la propia Reserva Natural del Acebal de Garagueta y otras acebedas próximas, como el de la Dehesa de Oncala.
Teléfono: 676 244 166 y 650 979 358
La Laguna Negra es uno de los parajes más bellos de la provincia de Soria. Esta oscura, fascinante y enigmática Laguna, envuelta en leyendas, forma unos de los parajes más bellos de la provincia. Encajada a unos 2.000 metros de altura, entre paredes graníticas y bordeada por infinitos pinares, dan a esta Laguna su aspecto oscuro y tenebroso.
En la pradera y alrededores existen míticos pinos y hayas de enorme tamaño. La oscuridad de las aguas y lo misterioso del paisaje de montaña de este "abrevadero de lobos", ha fascinado al hombre desde antiguo, como lo demuestran leyendas e historias como la de La Tierra de Alvargonzález.
El yacimiento arqueológico de Cuyacabras, ubicado en el municipio de Quintanar de la Sierra (Burgos), es uno de los testimonios más ilustrativos de la arqueología medieval española.
Uno de los elementos que hacen más especial la necrópolis de Cuyacabras es el entorno en el que se ubica: un calvero de un extenso bosque en el que compiten los pinos y los robles, a la sombra de una sierra de Neila cuya cima es perfectamente visible.
Cuyacabras es una de las necrópolis más espectaculares de la Península Ibérica que, gracias a las fuentes documentales, se sabe podría corresponderse con la antigua aldea de “Villa Godomar”.
Este yacimiento se encuentra situado en un promontorio de roca arenisca entre el río Torralba y el barranco de peñas corvillas. Se compone de una iglesia semirupestre y una extensa necrópolis, delimitada en parte por una cerca y formada por 166 tumbas y 16 nichos, todos ellos excavados en la roca.
Aunque estos enclaves siguen ofreciendo casi tantas incógnitas como evidencias, es bastante probable que en su origen fueran construidas por cristianos que se vieron obligados a huir a las montañas ante el acoso de las invasiones árabes que sufrió la península, adoptando un estilo de vida prehistórico, que se refleja en la forma de construcción de las tumbas, excavadas en la roca con herramientas muy toscas. Las boscosas y aisladas vertientes meridionales de la Sierra de Neila les ofrecían seguridad, madera, pastos para el ganado, agua fresca, abundante caza y, sobre todo, la ubicación ideal de sus poblados y necrópolis.
La elección de los asentamientos parece estar ligada a la existencia de grandes rocas en donde poder instalar sus iglesias rupestres o semirupestres, así como los enterramientos circundantes.
Entre las tumbas se encuentran tres tipo de formas, más o menos antropomórficas, según se avanza en el periodo de construcción, y su orientación es siempre en dirección este-oeste, hecho relacionado con la salida y puesta del sol. Llama la atención la abundancia de tumbas infantiles y la existencia de nichos en los laterales de la peña.
Aunque en sus orígenes las tumbas poseían lápidas de piedra, éstas se utilizaron en obras posteriores como materia prima para la edificación.
El macizo del Encinedo es un monte de 1.073 metros de altitud, cubierto por encinas y donde se encuentran las Grutas de La Paz y de la Viña. Se encuentra a la entrada de la villa y en él existe una cantera de dónde se extrajo la piedra para el embalse González Lacasa, siendo el frente de esta antigua explotación donde se hallan las bocas naturales de ambas Grutas.
Este es un macizo calcáreo formado en el Dogger, serie del Jurásico que tuvo lugar hace unos 160 millones de años. Las cuevas no son sino el reflejo de la acción del agua (ríos antiguos, lluvia y nieve) y de su poder disolvente frente a las calizas. Este agua, cargada de bicarbonato disuelto, precipitaría posteriormente en determinadas condiciones climáticas y daría lugar a las espectaculares estructuras que podemos ver en las cavidades.
Gruta de la Paz. Es, de las dos cavidades acondicionadas para la visita, la que posee dos bocas y se encuentra en la parte superior de la cantera.
Tiene un recorrido de 236 metros y, en principio, la galería desciende unos cinco metros para seguir en horizontal durante todo su recorrido. Posee en su interior espectaculares muestras del karst de la zona: estalactitas, estalagmitas, columnas, etc. y muchas estructuras que son claramente un capricho de la naturaleza.
Gruta de la Viña. Posee una sola abertura para la entrada y salida. Esta boca se encuentra, como se ha dicho, en el frente de la cantera, teniendo la cavidad un recorrido de 114 metros.
También es predominantemente horizontal y posee un rico conjunto de estalactitas de un blancura impresionante, lo cual, sumado a sus dimensiones e iluminación, dan al visitante la impresión de estar en un mundo diferente que se rige por el silencio y donde el tiempo parece no importar.
Teléfono de la Oficina de Turismo de Cameros: 941 46 21 51
El Camero Viejo, en el sur de La Rioja, tiene en el Mirador del Cañón del río Leza uno de sus muchos rincones con encanto de los que podemos encontrar a lo largo de esta comarca. Incluido dentro de la Reserva de la Biosfera de los valles del Jubera, Leza, Cidacos y Alhama, dado su especial valor ecológico, este escarpado desfiladero es el hogar de diferentes especies, tanto animales como vegetales, que han sabido adaptarse a los agrestes roqueros que lo forman.
El Mirador del Cañón del río Leza o Mirador del Torrejón 2,3 Km, como también se le conoce, nos espera en su espectacular emplazamiento desde, donde además del sobrecogedor paisaje, podremos contemplar el rítmico vuelo de los buitres leonados, alimoches o águilas que habitan la zona, sin olvidarnos de la aguerrida flora que puebla las paredes del desfiladero. Aprovechando sus oquedades y fisuras crecen líquenes, helechos o el típico boj que comparte protagonismo con los quejigos, carrascales y algún que otro hayedo.
Logroño es la capital de la Comunidad Autónoma de La Rioja. Bañada por el río Ebro.
Entre las virtudes más conocidas de la ciudad, cabe destacar la cultura del vino, la gastronomía, el Camino de Santiago, el Casco Antiguo o el carácter de Primera Ciudad Comercial de España.
Bañada por el río Ebro, Logroño ha sido históricamente un lugar de paso y cruce de caminos, tales como el Camino de Santiago, y de fronteras, disputada entre los antiguos reinos de la península ibérica durante la Edad Media.
Madrid es la capital central de España con elegantes bulevares y amplios parques muy cuidados, como el Buen Retiro. Es famosa por sus ricas colecciones de arte europeo, con obras de Goya, Velázquez y otros maestros españoles en el Museo del Prado. El corazón del antiguo Madrid de los Habsburgo es la Plaza Mayor bordeada de pórticos y cerca se encuentra el Palacio Real y la Armería, que exhiben arsenales históricos.
Patones de Arriba es sin duda uno de los pueblos más bonitos de la Sierra Norte de Madrid y también uno de los más visitados los fines de semana por su relativa cercanía a la capital, ya que se encuentra a apenas 60 km. Sus calles empedradas y sus casas de pizarra negra nos trasladan a otro tiempo.
Patones, con sus característica arquitectura de pizarra negra y sus cuestas empedradas es una localidad llena de encanto, que parece anclada en otro tiempo ya que se mantiene relativamente preservada pese a ser muy turística. Uno de sus muchos encantos son sus increíbles vistas de la Sierra, ya que se encuentra a más de 800 metros sobre el nivel de mar.
Hay dos Patones. Patones de Arriba y Patones de Abajo. Patones de Arriba data de 1500 y Patones de Abajo es mucho más reciente y data de los años 60. Patones de Arriba, que debe su nombre al apellido de sus fundadores (Patón) fue declarado conjunto histórico en 1999 y declarada Bien de Interés Cultural.
La Hiruela no es un lugar cualquiera, es un pueblo singular. Un enclave privilegiado de la Sierra del Rincón. Sus casas de piedra, adobe y madera de roble de la dehesa, apenas han sufrido modificaciones en su estructura desde su construcción, lo que confiere a La Hiruela una identidad arquitectónica propia que lo sitúa como uno de los pueblos mejor conservados de la Comunidad de Madrid. Algunos de los edificios y elementos tradicionales protegidos son el pilón, el Molino Harinero a orillas del río Jarama, la Casa Consistorial y la antigua escuela, esta última hoy transformada en Bar-Social, la Casa del Cura y la Casa de la Maestra.
La extraordinaria ubicación de La Hiruela le permitirá realizar rutas a pie por increíbles sendas entre bosques, arroyos y dehesas.
En el año 2005 la Sierra del Rincón, en dónde se encuentra La Hiruela, entró a formar parte de la red mundial de Reservas de la Biosfera, al ser catalogada como tal y reconocida internacionalmente en el Programa sobre el Hombre y la Biosfera de la UNESCO.
La privilegiada situación geográfica de Buitrago del Lozoya, situa-do en el camino que comunica las dos mesetas, es el principal motivo que nos invita a creer en su poblamiento ya desde tiem-pos prehistóricos. Las primeras referencias históricas fiables de Buitrago se remontan a finales del siglo XI, cuando la comarca fue reconquistada al Islam por las tropas del rey castellano Al-fonso VI, dentro de la campaña bélica que tenía como objeto alcanzar la ciudad de Toledo. Sin embargo, todo apunta a que con anterioridad a esta conquista, debía existir en Buitrago un núcleo poblacional vinculado a la ganadería, que se vio forta-lecido tras la repoblación efectuada a partir de 1076 por orden del rey Alfonso VI.
Durante la Edad Media y hasta nuestros días, Buitrago con-servó su importancia estratégica como nudo de comunicación, incrementando el número de sus pobladores y sufriendo en su territorio conflictos bélicos como consecuencia de su loca-lización. Uno de ellos fue el paso de las tropas napoleónicas durante 1808, que provocaron un colapso poblacional y econó-mico del que Buitrago tardó muchas décadas en recuperarse. La otra fue la instalación durante la Guerra Civil Española del frente de Somosierra a apenas un par de kilómetros del muni-cipio. El pueblo fue defendido por tropas republicanas hasta el final de la guerra, ya que creían que si perdían el control del agua del Lozoya, Franco podría avanzar de manera imparable hacia la capital de España.
El 11 de marzo de 1993, La Comunidad Autónoma de Madrid declaró Bien de Interés Cultural, en la categoría de conjunto histórico, el casco antiguo de la Villa de Buitrago del Lozoya.El recinto amurallado es el conjunto fortificado más singular y mejor conservado de la Comunidad de Madrid. Fue declarado monumento nacional en 1931. Es presumible que el muro original de tapial fuera construido por los musulmanes o en los primeros tiempos de la conquista cristiana entre los siglos XI y XII. A partir de este momento se ha visto sometido a va-rias transformaciones aunque siempre respetando el antiguo trazado. La muralla está constituida por dos elementos princi-pales en un recorrido de unos 800m: el llamado adarve bajo y los sur y suroeste.
El Castillo de los Mendoza o de los Duques del Infantado ofrece una experiencia única por su localización, porque está en pie y puede recorrerse casi íntegramente, por la reconstrucción de las estancias privadas de los señores y por la exposición permanente, que muestra su historia y cómo era la vida en él. Es además escenario de fiestas medievales y otras celebraciones.
Aunque poca gente lo sabe, en Manzanares El Real no hay un solo castillo, sino que son dos: el viejo y el nuevo. Desde su posición destacada, el nuevo tiene como telón de fondo la Pedriza y a sus pies el moderno embalse de Santillana, construido en 1907 para garantizar el suministro de agua a Madrid.
El castillo, donde se firmó el Estatuto de Autonomía de la Comunidad de Madrid en 1983, es el mejor conservado de toda la Comunidad de Madrid. Por su historia, patrimonio y cultura, fue declarado Monumento Histórico-Artístico en 1931.
Por su testamento de 1479, sabemos que Diego Hurtado de Mendoza, primer Duque del Infantado, mandó construir el castillo nuevo. Además, podemos afirmar con casi total seguridad que un castillo sustituyó al otro por razones estratégicas, aunque también por razones económicas: dejaron de gastarse dinero en el servicio y el mantenimiento de una fortaleza que no se iba a usar y cuya piedra podía utilizarse en la construcción del nuevo.
Por otro lado, no escatimaron en gastos para la construcción de su nueva residencia. No les importó que el cerro ya estuviera ocupado por una iglesia, que hicieron demoler casi en su totalidad, conservando sólo el ábside en la capilla del castillo (hoy en ruinas), le añadieron un enorme torreón o “donjon” a la francesa y, para rematar, contrataron los servicios del arquitecto de los Reyes Católicos, el afamado Juan Guas.
El castillo nuevo guardaba en su interior un cómodo palacio dotado con todos los espacios necesarios para el desarrollo de las actividades públicas y privadas propias de la vida señorial de finales de la Edad Media.
Y, al mismo tiempo, presentaba la solidez y los recursos defensivos propios de una fortaleza: foso, barrera artillera, galería de tiro y puerta exterior guardada por torretas a los lados, entre otros. El castillo del Duque del Infantado podía presumir además de estar a la última en cuestión de recursos militares, pues contaba con defensa mediante artillería en un momento en que su uso empezaba a extenderse.
Pocos castillos se pueden recorrer de arriba a abajo como este: desde las galerías subterráneas a los adarves, desde lo alto de sus torres a las plantas inferiores bajando por una escalera de caracol, por dentro y por fuera siguiendo el sendero que rodea el castillo y que conduce a su jardín renacentista donde se cultivan hierbas aromáticas y flores, combinando belleza y utilidad.
En el interior del castillo encontrarás un centro de interpretación en el que podrás conocer a través de una amena exposición interactiva la historia, la construcción y la conservación actual, así como las costumbres de la Edad Media que fue el momento de mayor esplendor de la fortaleza. En el interior del Castillo podrás disfrutar de tapices, pinturas, armaduras y muebles (siglos XVI-XIX).
Si quieres realizar una visita diferente, déjate guíar por personajes vestidos de época en una de las visitas teatralizadas, en las que ficción e historia se mezclan con las anécdotas de la vida en el castillo.
El Real Monasterio de San Lorenzo de El Escorial es un complejo que incluye un palacio real, una basílica, un panteón, una biblioteca, un colegio y un monasterio. Se encuentra en la localidad española de San Lorenzo de El Escorial, en la Comunidad de Madrid, y fue construido en el siglo XVI entre 1563 y 1584.
El palacio fue residencia de la familia real española, la basílica es lugar de sepultura de los reyes de España y el monasterio –fundado por monjes de la Orden de San Jerónimo– está ocupado actualmente por frailes de la Orden de San Agustín. Es una de las más singulares arquitecturas renacentistas de España y de Europa. Situado en San Lorenzo de El Escorial, ocupa una superficie de 33 327 m², sobre la ladera meridional del monte Abantos, a 1028 m de altitud, en la sierra de Guadarrama. Está gestionado por Patrimonio Nacional.
Conocido también como Monasterio de San Lorenzo El Real, o, sencillamente, El Escorial, fue ideado en la segunda mitad del siglo XVI por el rey Felipe II y su arquitecto Juan Bautista de Toledo, aunque posteriormente intervinieron Juan de Herrera, Juan de Minjares, Giovanni Battista Castello El Bergamasco y Francisco de Mora. El rey concibió un gran complejo multifuncional, monacal y palaciego que, plasmado por Juan Bautista de Toledo según el paradigma de la Traza Universal, dio origen al estilo herreriano.
Fue considerado, desde finales del siglo XVI, la Octava Maravilla del Mundo, tanto por su tamaño y complejidad funcional como por su enorme valor simbólico. Su arquitectura marcó el paso del plateresco renacentista al clasicismo desornamentado. Obra ingente, de gran monumentalidad, es también un receptáculo de las demás artes. Sus pinturas, esculturas, cantorales, pergaminos, ornamentos litúrgicos y demás objetos suntuarios, sacros y áulicos hacen que El Escorial sea también un museo. Su compleja iconografía e iconología ha merecido las más variadas interpretaciones de historiadores, admiradores y críticos. El Escorial es la cristalización de las ideas y de la voluntad de su impulsor, el rey Felipe II, un príncipe renacentista.
El 2 de noviembre de 1984, la UNESCO declaró el Monasterio y Sitio de El Escorial como Patrimonio de la Humanidad. Es una de las principales atracciones turísticas de la Comunidad de Madrid. El conjunto monumental recibe más de 500.000 visitantes al año
Se denomina Silla de Felipe II a un conjunto de plataformas escalonadas y otros elementos labrados sobre un canchal de granito a los pies de Las Machotas, en el término municipal de San Lorenzo de El Escorial (Madrid, España). Según la tradición, sirvió de observatorio a Felipe II durante la construcción del monasterio de El Escorial. No obstante, las teorías más verosímiles apuntan a que se trata de un nemeton o altar de sacrificios de origen vetón, por sus similitudes con otras construcciones como los santuarios de Ulaca o Panóias, así como por la presencia de otros altares similares en sus inmediaciones.
El lugar está situado dentro del espacio natural protegido del Paraje pintoresco del Pinar de Abantos y Zona de La Herrería, a unos 2,5 kilómetros al sur del núcleo urbano sanlorentino. Muy cerca de su enclave se encuentran la finca de Los Ermitaños y la ermita de la Virgen de Gracia. Se ubica en la falda septentrional de la Machota Alta (1466 m de altitud), que, junto con la Machota Baja (1410 m), conforma el monte-isla de Las Machotas, perteneciente a la Sierra de Guadarrama, aunque separado de su eje axial.
Se trata de una de las atracciones turísticas más visitadas del Real Sitio de San Lorenzo de El Escorial y El Escorial dada su condición de mirador del monasterio escurialense y de su entorno. A sus pies se extiende el bosque de La Herrería, integrado en su mayor parte por melojos o rebollos, si bien existen otras especies arbóreas como el arce de Montpellier, el cerezo silvestre, el tilo y el castaño. Un ejemplar de arce de Montpellier, situado en el propio recinto de la Silla de Felipe II, está catalogado como Árbol Singular por la Comunidad de Madrid, con más de 10 metros de altura.
La tradición señala que este era el lugar desde donde Felipe II vigilaba las obras del Monasterio de El Escorial, que se extendieron desde 1563 hasta 1584. Según esta propuesta, las plataformas escalonadas que aparecen sobre el canchal granítico, así como los cuatro asientos situados en la plataforma de la zona norte, fueron mandados labrar por el rey para facilitar su estancia y la de sus acompañantes.
En abril de 1999 la profesora de la Universidad Autónoma de Madrid Alicia M. Canto hizo pública una nueva hipótesis, ampliada en 2005,145 en la que sostiene que la Silla de Felipe II no fue construida en época de este rey y tampoco sirvió de mirador de las obras del monasterio, por lo lejano y rasante de la panorámica, así como por otros indicios. Según dicha hipótesis, pudo tratarse de un altar prerromano, en concreto vetón, posiblemente dedicado al Marte indígena y en el que probablemente se realizaban sacrificios rituales, generalmente de animales.Esta teoría fue corroborada en 2015 al hallarse una figura antropomórfica y otros altares más pequeños en sus inmediaciones.
Otras hipótesis sostienen que la Silla de Felipe II fue realizada en el siglo XIX a modo de recreación histórica, según los gustos románticos de la época.
Madrid es la capital central de España con elegantes bulevares y amplios parques muy cuidados, como el Buen Retiro. Es famosa por sus ricas colecciones de arte europeo, con obras de Goya, Velázquez y otros maestros españoles en el Museo del Prado. El corazón del antiguo Madrid de los Habsburgo es la Plaza Mayor bordeada de pórticos y cerca se encuentra el Palacio Real y la Armería, que exhiben arsenales históricos.
Murcia es sinónimo de sol, buena temperatura, comidas al aire libre, tapas, cervezas y vino con carácter. La gran riqueza de productos de esta zona hace que la oferta de platos típicos sea muy amplia y variada. Verduras, carnes y pescados en guisos, revueltos, asados y a la plancha.
Es una ciudad hecha a medida del hombre, idónea para dar largos paseos que permiten al visitante encontrarse con su gran personalidad barroca y su alma islámica. Murcia es singular, invita a ser descubierta.
En las últimas décadas del siglo XX, la ciudad, inicia una labor de construcción y rehabilitación urbanísticas, espectacular. Se recuperan numerosos edificios de Patrimonio Artístico, plazas y calles del casco histórico y se crean nuevos barrios. Murcia explora su carácter moderno y vanguardista con importantes obras públicas de la mano de grandes nombres internacionales como Moneo, Baldeweg y Tusquets en arquitectura, Calatrava y Manterola en ingeniería y Oppenheim, Barceló y Valdés en escultura urbana.
En el Valle de Ricote, entre montañas y huertas, emerge la localidad de Abarán.
Aunque existen restos arqueológicos de la Edad del Bronce, los datos relevantes de esta localidad datan de la Reconquista, bajo la Orden de Santiago, cuando, tras sufrir una gran despoblación, numerosas familias moriscas de Hellín repoblaron estas tierras.
Completan la belleza de Abarán las norias, muchas de ellas en funcionamiento en la actualidad. La ruta por cada una de ellas permite conocer el sistema de regadío empleado por nuestros antepasados. La tradición y la belleza del Valle de Ricote son otros de los principales atractivos de esta localidad.
Esta noria data de 1818 y tiene un diámetro de 8,20 metros, una anchura de 1,05 m y 48 palas. Está enteramente construida en madera, estando muy bien conservada. Toma el agua de la acequia Principal, en la margen izquierda del Segura, elevando 42 litros por segundo para regar unas 233 tahúllas. Fue reconstruida en 1951.
La Noria Grande data de 1805 y fue reconstruida en 1951. Tiene fama de ser la mayor noria en funcionamiento de Europa, con 11,92 metros de diámetro, 1,18 m de ancho y 64 palas. Eleva 32 libros de agua por segundo de la Acequia Principal, regando 155 tahúllas en la margen izquierda del Segura.
Esta noria metálica fue construida en 1850 y fue remodelada en 1968, respetando la estructura original. Tiene 6 m de diámetro y 0,48 m de ancho, con 40 palas. Eleva el agua de la acequia Charrara a una balsa, con la que se riegan unas 15 tahúllas del paraje del Candelón, en la margen derecha del Segura.
Esta noria es la menor de Abarán (de ahí su nombre) con 5 metros de diámetro y 0,40 m de ancho, con 40 palas. Es metálica, con algún elemento de madera, y saca el agua de la acequia Charrara para llenar una balsa pequeña con la que riega 8 tahúllas del barranco de Chelo y Jacintón.
El municipio de Mula está situado en el centro de la Región de Murcia, limitando al norte con Calasparra, Cieza y Ricote; al este con Ricote, Campos del Río, Albudeite y Murcia; al sur con Librilla, Alhama de Murcia y Totana; al oeste con Bullas, Cehegín y Lorca.
Mula ofrece capitalidad a la comarca que lleva el nombre de uno de los ríos que la atraviesa, el Río Mula, que junto con su afluente, el Río Pliego, han originado fértiles huertas en torno a los cuatro municipios que componen la Comarca (Albudeite, Campos del Río, Mula y Pliego). Rodeada por sierras, pues tiene al sur y sudoeste el Parque Regional de Sierra Espuña y la Sierra del Cambrón; al norte, la Sierra de Ricote y al noroeste queda abierto el paso hacia los municipios de la comarca del Noroeste.
En lo más alto de la colina que protege la ciudad se encuentra el castillo de los Fajardo, uno de los monumentos más conocidos de Mula. Al contrario de lo que se cree, esta fortaleza no se levantó con fines defensivos, sino para demostrar poder y supremacía de la casa de los Vélez, una de las más importantes del siglo XVI.
El castillo se divide en tres partes. Una de las que destaca es la torre, sobre todo porque servía de dormitorio a la guarnición y estaba dividida en tres pisos, siendo el inferior el que da paso a la tercera parte del castillo donde está ubicada una gran cisterna. La parte superior de la torre es una azotea que en su día poseyó canes y almenas.
Es de titularidad privada y por el momento no visitable.
Poco imagina el visitante que la sede de este museo fue el antiguo Palacio del Marqués de Menahermosa construido en el siglo XVIII. A simple vista es un edificio de estilo barroco bastante sobrio coronado con pinturas que aluden a la profesión de su fundador.
Las piezas que contempla en su interior las donó el arqueólogo Emeterio Cuadrado Díaz. Los objetos, de gran valor, se encontraron en la necrópolis ibérica de El Cigarralejo, situada en Mula. De ahí que se expongan más de 80 ajuares, piezas de cerámica, esculturas pétreas o armamento.
Alhama se encuentra ubicada de manera privilegiada, en el centro de la Región de Murcia, en el fértil valle del río Guadalentín, a los pies del Parque Regional de Sierra Espuña y Sierra de la Muela y a pocos kilómetros de la playa y de las poblaciones más importantes de la región. Un clima favorable todo el año, rincones y espacios por descubrir:
Alhama de Murcia, un manantial de posibilidades.
El Museo Arqueológico Los Baños fue inaugurado el 24 de mayo de 2005 como Centro Arqueológico y fue reconocido como Museo el 10 de mayo de 2008, pasando a formar parte del Sistema de Museos de la Región de Murcia.
Su creación tuvo como principal objetivo la conservación y protección de los restos arqueológicos de los Baños de Alhama; su recuperación y puesta en valor ha supuesto una importante contribución al estudio del termalismo y su arquitectura, perdurando en los distintos periodos de su historia.
El complejo termal ha recuperado sus espacios actuales a través de una serie de proyectos de excavación, restauración y musealización llevados a cabo en los años noventa, relacionados con el entorno de la Iglesia de San Lázaro y el Castillo, creando un conjunto monumental que integra un moderno agua como principal protagonista y el antiguo complejo arquitectónico musealizado como Museo de Sitio.
En éste, se expone una selección de la colección arqueológica creada en 1992 en el Centro Cultural Plaza Vieja compuesta por los hallazgos procedentes de las excavaciones arqueológicas de Alhama. Estos materiales nos acercan a la cultura de las distintas épocas, en cada uno de los espacios temáticos, desde el siglo V a.C hasta los años treinta del siglo XX.
El visitante se sumerge en la historia a través de su arquitectura, mediante paneles explicativos y otros recursos audiovisuales que nos muestran la evolución constructiva y cultural del espacio termal y la conservación del patrimonio en un mismo complejo, con salas romanas, reutilización de las mismas en el periodo islámico y cristiano, y los restos del Balneario Hotel construido en el siglo XIX.
Sus restos arqueológicos fueron declarados Monumento Histórico-Artístico de carácter nacional (B.I.C) en el año 1983.
A mediados del siglo XII, hacia 1.150, el geógrafo ceutí Al-Idrisi hacía referencia al castillo de Alhama en el itinerario de Murcia a Almería: “el que quiere ir de Murcia a Almería debe pasar por Qantarat Askaba (Puente de Askaba o Alcantarilla), Hisn L.brala (Castillo de Librilla), Hisn al-Hamma (Castillo del Baño Caliente), y la ciudad de Lurqa (Lorca),…”
En esta cita, ya se hacía referencia a dos de los monumentos emblemáticos de la villa: Los Baños y el Castillo. El nombre de Alhama deriva de la voz árabe al-Hamma, manantial de aguas calientes y hace referencia a sus aguas termales que, conocidas desde la antigüedad, se aprovecharon en unas termas monumentales de época romana, construidas en el siglo I d. C. al pie del denominado Cerro del Castillo, reutilizadas en época medieval y, posteriormente en el complejo balneario del siglo XIX.
Sobre este Cerro del Castillo, se alza la fortificación de época islámica, el hisn, de finales del siglo XI, cuyo estratégico emplazamiento, dominando la vía de comunicación entre Levante y Andalucía y entre las dos grandes ciudades de Lorca y Murcia, hicieron de este lugar una plaza fuerte, inexpugnable tanto en época andalusí como tras la conquista cristiana a mediados del siglo XIII.
Se conserva de época andalusí la estructura en dos recintos amurallados, el superior la Alcazaba o celoquia y el inferior o Albacar. Otras evidencias islámicas se han documentado en tramos de la antigua muralla de tierra y en la base de la torre de homenaje y, sobre todo, en hallazgos materiales de cerámica, objetos metálicos, molinos, herraduras, etc. que nos muestran la vida cotidiana de estos años. Otros hallazgos, como las viviendas de la calle Parricas o las de la Calle Fulgencio Cerón Cava, el cementerio o maqbara, de la calle de la Corredera o los Baños de la calle de Sánchez Vidal, van completando el pasado medieval islámico de la villa.
Las Erosiones de Bolnuevo es uno de los parajes más atractivos de Mazarrón. Un peculiar paisaje, casi mágico, en el que la erosión del viento y el agua ha modelado las rocas de forma caprichosa. Un lugar tranquilo, al lado del mar, para dejar volar la imaginación.
Frente al mar; el viento, el mar y la lluvia han labrado a lo largo de millones de años extravagantes formas que tienen un gran atractivo visual y fotográfico. Además sirven de puerta de entrada hacia las playas vírgenes que unen Bolnuevo con el poblado de Puntas de Calnegre (Playa pertenecientes al Municipio de Lorca).
La Batería de Castillitos, también conocida como C-1, es una fortificación española de soporte de artillería costera situada en el cabo Tiñoso, dentro del término municipal de Cartagena (Región de Murcia), y más concretamente en la diputación de Perín. Fue declarada Bien de Interés Cultural el 7 de agosto de 1997.
La batería fue construida y artillada entre 1933 y 1936 según como se proyectó en el año 1926, durante el programa de dotación de un cinturón defensivo a la estratégica plaza de Cartagena por la dictadura de Primo de Rivera. Castillitos fue dotada con dos cañones de costa de la empresa británica Vickers-Armstrongs, del modelo 38,1/45 cm (quince pulgadas). Estas piezas tenían la potencia suficiente como para disparar un proyectil de casi una tonelada a 35 kilómetros.
Su labor era proteger la entrada a la bahía de Cartagena junto a su gemela, la Batería de Cenizas sita en el cabo Negrete, en un fuego cruzado que impidiese la entrada de elementos hostiles.1 Durante la Guerra Civil Española realizó una descarga contra la flota del bando sublevado en abril de 1937, si bien la presencia de las fortificaciones que rodeaban la ciudad bastó para amedrentar a las naves rebeldes.
Terminada la contienda, en 1942 se le añadió una nueva dirección de tiro y se estudió apoyarla con telémetros y grafómetros colocados estratégicamente, si bien finalmente se desistió. Permaneció en servicio hasta 1994, cuando se procedió a la aplicación del Plan NORTE, que buscaba un mayor aprovechamiento de los recursos de las Fuerzas Armadas.2 Desde entonces la batería se vio abandonada y víctima de un progresivo deterioro, con sus cañones inutilizados, hasta que en 2009 el Ministerio de Medio Ambiente decidió hacer una inversión con la que se restauró la fortificación y se hizo visitable.
Castillitos está situada a una cota de 250 metros de altura, y su fachada fue construida imitando un castillo medieval, siguiendo un estilo historicista con influencias del eclecticismo y el modernismo, corrientes en boga en aquel momento.1 La arquitectura de la batería tiende a ocultarse excavando en la montaña o imitar la textura de la roca para impedir su visión desde la lejanía. Una vez dentro del complejo, cada pieza de artillería cuenta con una sala de máquinas, almacenes de pólvora y repuestos y una cámara de carga.2 También cuenta con un aljibe.
La ciudad de Cartagena, se encuentra sobre cinco pequeñas colinas denominadas: Monte de la Concepción, Cerro del Molinete, Monte de San José, Monte Sacro y Cerro de Despeñaperros.
Es una ciudad portuaria abierta al Mar Mediterráneo a través de una amplia bahía. El puerto de Cartagena posee en la actualidad dos dársenas. Por un lado, la de Escombreras, donde se ubican diferentes industrias, y por otro la de la propia ciudad. Entre ambas se sitúa la más cercana de nuestras playas, Cala Cortina, dotada de todos los equipamientos necesarios.
La ciudad es la sede de la Asamblea Regional, órgano legislativo de la Comunidad Autónoma.
La belleza y conservación de los fondos marinos de Cartagena, la han convertido en uno de los destinos preferidos para la práctica del submarinismo en España. Destacan lugares como las reservas marinas de Cabo de Palos e Islas Hormigas, o la reserva marina de interés pesquero de Cabo Tiñoso (al oeste de la ciudad), destacando las grandes praderas de posidonia así como las colonias de corales que conforman el hábitat de numerosas especies vegetales y animales. Asimismo, se pueden encontrar vestigios de otras épocas, desde pecios romanos a barcos hundidos durante la Guerra Civil.
La necesidad de moler los productos del Campo de Cartagena y de extraer el agua de su subsuelo, unido a la existencia de vientos constantes y fuertes propiciaron la aparición de norias de sangre y molinos de viento, una de las típicas estampas de nuestros campos. Molinos harineros, molinos de elevar agua, esparteros y salineros. Todos ellos se caracterizan, como es normal en una zona marinera, por sus velas triangulares, en lugar de las clásicas aspas. En la actualidad se conservan más de un centenar de estos elementos característicos del campo cartagenero.
El entorno de la cercana sierra minera de Cartagena, ha sido definido en ocasiones como de “paisaje lunar”. Se trata de grandes explotaciones a cielo abierto, que ofrecen una singular variedad de colores, todo ello completado por los restos de diversas construcciones de las explotaciones mineras, entre los que destacan los singulares “castilletes”.
Hay muchos teatros romanos por toda Europa pero ninguno está enclavado en un lugar tan especial y que además ha sido recuperado por un arquitecto de la talla de Rafael Moneo. La superposición de estratos históricos conservados es apabullante. Se pueden ver no sólo los restos de la Catedral bombardeada en 1939 pero también ruinas de la época en que la ciudad fue capital de la provincia bizantina de Spania y de otros muchos periodos. Se asegura un alucinante viaje en el tiempo.
El Museo Naval de Cartagena se ubica en la planta baja del edificio construido en el siglo XVIII como Cuartel de Presidiarios y Esclavos, que pasó a ser Cuartel de Instrucción de Marinería tras la Guerra Civil.
En 2005, gracias a la firma de un convenio entre el Ministerio de Defensa y la Comunidad Autónoma es remodelado para acoger una de las sedes de la Universidad Politécnica de Cartagena, reservando parte de sus bajos al Museo Naval.
En el año 2013, el museo se amplía con la inauguración de la Sala Isaac Peral en el antiguo Taller de Calderería del Arsenal. Tras la rehabilitación de la nave, el Submarino Peral se traslada desde el paseo marítimo para acometer su restauración y garantizar su adecuada exposición al público, convirtiéndose en la pieza principal del museo. En el mismo espacio se exhibe el Legado de Isaac Peral, que contextualiza la importante contribución del marino cartagenero a la historia científica y militar.
La colección, compuesta por más de 3000 fondos, ofrece un recorrido por la historia de la Armada en la ciudad de Cartagena y está dividida en las siguientes áreas temáticas:
- Construcción naval
- Navegación
- Artillería naval y armas portátiles
- Sanidad naval
- Banderas y uniformes
- Pintura naval
- Infantería de marina
- Buceo
- Armas submarinas
- Sala Isaac Peral
Martes a sábado de 10:00 a 14:00h.
Entrada gratuita (aportación voluntaria 3euros )
Murcia es sinónimo de sol, buena temperatura, comidas al aire libre, tapas, cervezas y vino con carácter. La gran riqueza de productos de esta zona hace que la oferta de platos típicos sea muy amplia y variada. Verduras, carnes y pescados en guisos, revueltos, asados y a la plancha.
Es una ciudad hecha a medida del hombre, idónea para dar largos paseos que permiten al visitante encontrarse con su gran personalidad barroca y su alma islámica. Murcia es singular, invita a ser descubierta.
En las últimas décadas del siglo XX, la ciudad, inicia una labor de construcción y rehabilitación urbanísticas, espectacular. Se recuperan numerosos edificios de Patrimonio Artístico, plazas y calles del casco histórico y se crean nuevos barrios. Murcia explora su carácter moderno y vanguardista con importantes obras públicas de la mano de grandes nombres internacionales como Moneo, Baldeweg y Tusquets en arquitectura, Calatrava y Manterola en ingeniería y Oppenheim, Barceló y Valdés en escultura urbana.
Pamplona-Iruña, es una ciudad cómoda, acogedora, moderna, verde, segura y con una amplia oferta gastronómica basada en el producto local. Destaca por sus servicios sanitarios y compromiso por la salud y bienestar de sus habitantes y visitantes.
Su recinto amurallado, salpicado de parques y jardines, en la que se vislumbra la huella el Camino de Santiago y San Fermín, cuenta con una amplia oferta cultural, en la que destacan los festivales de gran calidad y de pequeño formato dirigidos a los amantes del arte. Su localización en el centro de Navarra y su cercanía a otros lugares como Donostia, Bilbao o el País Vasco francés, hacen de Pamplona un lugar ideal para planificar las vacaciones o una escapada.
A la salida de Yesa, dirección a Pamplona y enfrente de una antigua gasolinera, se puede coger una carretera sin salida que nos llevará al monasterio. A unos km de distancia de este cruce, se alza el monasterio de San Salvador, al pie de la sierra de Leyre.
Documentalmente está mencionado ya en 848 y su historia va estrechamente ligada a la del reino de Navarra.
El monasterio alcanzó su máximo esplendor en tiempos de Sancho García el Mayor, de su hijo García de Nájera y de su nieto Sancho de Peñalén. Después de haber sido destruido por Almanzor, Sancho García lo hizo reconstruir en 1022.
La cabecera del coro y la cripta se construyeron en estilo románico. En el año 1307 el monasterio fue entregado a la orden de los cistercienses. Desde 1835 hasta 1954 estuvo deshabitado sirviendo entre otras propósitos, como refugio de pastores. Posteriormente se establecieron en él los benedictinos. La cripta, posee un ingreso de características muy peculiares y carente de decoración en el que se advierten los comienzos de la arquitectura románica. El interior tiene unas potentes columnas hundidas en el suelo y coronadas por sencillos pero bellos capiteles.
La villa de Burgui constituye el pórtico de entrada al Valle de Roncal por su parte sur tras atravesar la foz que el río Esca forma entre los altos del Borreguil (1.420 mts.) y la Virgen de la Peña (1.294 mts.) Por su situación fronteriza con Aragón tuvo un castillo muy importante para la defensa del valle y todavía subsisten en su término restos del monasterio benedictino de Urdaspal que llegó a ser visitado por San Eulogio en el s.VIII.
El puente romano nos recibe a la entrada del pueblo con su inconfundible estructura de postal. Todavía conserva sus cuatro arcos originales, su viejo peralte y sus tajamares para rasgar las aguas del río Esca. A escasos metros aguas arriba, una pequeña presa o "puerto" por donde descendían las almadías nos recuerda que el aprovechamiento maderero, junto con la ganadería, ha constituido la principal dedicación de sus habitantes.
El caserío de Burgui se agrupa en la margen derecha del río Esca en posición escalonada. Se caracteriza por sus calles empedradas y las casonas de teja curva y tejados bastante apuntados con aleros saledizos.
En su término se encuentran importantes valores naturalísticos como las Balsas de Sasi o la Foz de Burgui, declarada Reserva Natural y que cuenta con una de las mayores colonias de buitres de Europa, junto con numerosas aves rupícolas que anidan en sus acantilados.
En la actualidad, la almadía se ha convertido en un símbolo de identidad del pueblo de Burgui gracias al empeño de la Asociación Cultural de Almadieros Navarros por celebrar el Día de la Almadía como reconocimiento y homenaje al oficio de almadiero.
En los valles del Pirineo, el aprovechamiento de los bosques ha sido desde tiempos inmemorables la principal fuente de ingresos, y sus ríos, el medio para trasladar la madera hasta las corrientes más tranquilas del Ebro donde podía ser vendida para su transformación. Esta madera se transportaba formando "almadías", balsas con remos en los extremos que constaban de varios tramos de maderos amarrados mediante jarcias vegetales y que se dirígían peligrosamente por el cauce del río.
En honor y recuerdo a los almadieros de los valles de Roncal, Salazar y Aezkoa, surgió "El Día de la Almadía", celebración declarada Fiesta de Interés Turístico Nacional en el año 2005. Así cada primavera, a finales de abril o principios de mayo, y ante la presencia de miles de espectadores, estas embarcaciones vuelven a surcar las aguas del río Esca hasta culminar su recorrido en el puente medieval de Burgui.
La espectacularidad del acto se completa con actuaciones musicales, feria de artesanía, danzas, exposiciones, comida popular, proyecciones audiovisuales, deporte rural, bailables y la entrega de "La Almadía de Oro" a distintas personalidades navarras.
El puente romano nos recibe a la entrada del pueblo con su inconfundible estructura de postal. Todavía conserva sus cuatro arcos originales, su viejo peralte y sus tajamares para rasgar las aguas del río Esca. A escasos metros aguas arriba, una pequeña presa o "puerto" por donde descendían las almadías nos recuerda que el aprovechamiento maderero, junto con la ganadería, ha constituido la principal dedicación de sus habitantes.
En un tiempo en el que los avances tecnológicos protagonizan nuestra vida diaria, Burgui regala al visitante un delicioso reencuentro con el pasado. Así, a través de la senda de los oficios, un cómodo recorrido circular de 4 kilómetros, conoceremos diversos elementos que formaban parte de la vida de antaño. El itinerario incluye el puente medieval que representa el oficio de cantero, una almadía a tamaño natural, un horno de pan, una carbonera, una nevera medieval, una calera y un aserradero antiguo. Elementos etnográficos recuperados con el fin de preservar el sello de identidad de este territorio.
El horno de pan y la carbonera están resguardados por una cubierta de madera a cuatro aguas con teja característica. La techumbre sirve también como homenaje al centenario trabajo de tejero. Por su parte, la carbonera está dispuesta de tal manera que permite apreciar la chimenea interior que perfila la madera. Además, está revestida por ramas y tierra tal como mandan los cánones antiguos.
La nivera o nevera medieval es en realidad un pozo subterráneo donde la nieve se podía mantener limpia hasta el verano. Su estructura recuerda a las pallozas celtas y resulta muy llamativa. La base inferior es circular de sillar y sobre ella se levanta una amplia cubierta cónica de teja de tablilla sostenida por troncos de madera.
Por último, la calera es un horno de piedra caliza en forma de cúpula en el que se producía la cal para enlucir las fachadas de las casas.
El pueblo de Abaurrea Alta/Abaurregeina forma parte del Valle de Aezkoa (Navarra) y está integrado en la geografía del Prepirineo Occidental. Pertenece a la Merindad de Sangüesa, la más extensa de la comunidad Foral.
En la población más alta del valle de Aezkoa y de Navarra, Abaurregaina/Abaurrea Alta o el balcón de los Pirineos, se ha musealizado el antiguo cementerio del pueblo, un importante yacimiento arqueológico del cual se recuperaron más de una treintena de estelas medievales. Un espacio único en el que se pretende evocar el ciclo de la vida y la muerte.
Adosado a la iglesia, el centenario cementerio de la localidad ha recuperado numerosas estelas medievales ocultas durante decenios. Nada más entrar, el visitante encuentra una puerta tapiada en la que es perceptible la tierra que se ha ido acumulando. Antiguamente, cuando el cementerio estaba completo, se tapaban las estelas y se continuaba con los enterramientos encima.
Hoy pueden ser admiradas una veintena de estelas discoideas en su posición y orientación originales. Rodeadas de flores y plantas, relatan su particular historia mediante una gran riqueza decorativa. Algunas muestran trabajos muy elaborados y variados en ambas caras de los discos. Otras, las más recientes, incluyen texto con el nombre de la familia.
Lunas, estrellas, cruces, báculos, conchas, aves... Juega a identificar estas y otras grafías mientras intentas perderte entre las paredes retorcidas de este laberinto. Reflejo de la concepción medieval de la existencia humana como un tortuoso valle de lágrimas abocado a la muerte. La simbología está constantemente presente en este jardín. Así, las tumbas más cercanas a la iglesia estarían más próximas al orden o a la moral. Según se van alejando, estarían más cercanas a los instintos y a las fuerzas telúricas.
Igualmente, un conjunto de pasarelas y escaleras conducen al espectador desde el nacimiento hasta la muerte y posterior resurrección. Continuando con la recreación alegórica los abedules de blanca corteza representan las almas en su viaje al más allá. La comprensión total se alcanza desde la pasarela más alta, representación de la vida eterna. El visitante se encontraría en el cielo, idea reforzada gracias a la bella panorámica del Pirineo que se obtiene desde el lugar.
La iglesia de San Pedro de Abaurrea Alta/Abaurregaina es de origen medieval, siglo XV, modificada en el siglo XVI donde se le dió su actual aspecto gótico tardío. Sus elevadas capillas laterales forman un perfecto crucero en la conjunción con la central. Tiene portada ojival colonial, coro renacentista (1597), complicada red de nervios en la bóveda, destaca la pila bautismal decorada con arcos ciegos de tradición románica.
Se localiza en un alto que domina el pueblo y se accede por detrás de la parroquia.
Es el edificio más antiguo que se conserva en el pueblo de Abaurrea Alta emplazado en un lugar llamado “Gaztelu Zabala” esto es “Castillo amplio” en el monte de San Miguel de dicha localidad. La toponimia del castillo probablemente haga referencia a la población original fundada por Teobaldo I en 1237, a la que dio el nombre de Castelnuevo y hoy se correspondería al pueblo de Abaurrea Alta – Abaurregaina.
Erigida en honor al arcángel San Miguel era el único templo religioso del pueblo hasta la construcción de la iglesia parroquial en el S.XV , con la construcción de la nueva iglesia de San Pedro, adscrita a Roncesvalles. Esto coincide con el cambio de patrón del pueblo y encontramos documentos en los que el mismo vecino que jura su cargo “por San Miguel” años más tarde lo jura “por San Pedro”.
Se mantuvo en buen estado y a principios del S.XX era cuidada por una “serora”, una ermitaña que vivía en una casa cercana e intercedía entre los vecinos y el arcángel, también tocaba las campanas – hoy desaparecidas- todos los días para que los campesinos se orientasen entre la nieve, tan frecuente en esta zona de Navarra. Cuando falleció la serora y comenzó la guerra, la ermita fue cubierta con un tejado y usada como caballerizas de los guardas. Su deterioro comenzó en la segunda mitad del S.XX, cuando se tomaron las piedras esquineras de la iglesia para la rehabilitación de la casa del párroco destruida en un incendio. En la década de los 80 la iglesia la inmatriculó sobre plano, sin sospechar que lo que estaban inmatriculando ya era un edificio en ruina.
Posibleblemte el puerto de Artesiaga sea uno de los más bonitos de Navarra para rodar en moto. Su estrecho y perfecto asfalto, discurre en un principiipo por el bosque de hayas de Quinto real, en compañía del Río Arga, que abastece a Pamplona.
La riqueza natural de este rincón se traduce en una flora y fauna muy variadas. Entre todas las especies animales destacan las palomas, halcones peregrinos y buitres leonados que dominan los cielos de Quinto Real mientras ciervos, corzos y jabalíes habitan en sus suelos. Precisamente las palomas de pasa y los ciervos son los reyes del otoño protagonizando escenas llenas de encanto. Así, en la época de pasa, en el cercano Etxalar se puede disfrutar de la ancestral tradición de la caza con redes. Por su parte, los ciervos ponen el sonido al bosque. Se trata de la berrea. En época de celo, los ciervos machos tratan de conquistar a las hembras con sus particulares antífonas, preludio de la lucha que disputarán por convertirse en el macho dominante.
Otra de las particularidades de Quinto Real es que en su interior nacen numerosos manantiales de agua fresca y ríos con marcado carácter como el Arga. Este río abastece a Pamplona a través del embalse de Eugi. Su uso impide a este espacio su utilización recreativa pero la estampa de la localidad de Eugi reflejándose en las aguas azules del pantano resulta portentosa.
Merece la penta hacer una breve parada en la cima del puerto situada a casi 1000 metros de altitud donde la vista se pierde en el horizonte entre paisajes de montaña.
Urdax, Urdazubi en euskera, está situado en un entorno privilegiado, en la puerta del Reino de Navarra, la villa de Urdazubi-Urdax es el complemento ideal a los bosques y montañas colindantes, a la especial combinación de sus lugares y sus gentes, a un lugar en donde se unen historia, naturaleza, tradición, gastronomía y deporte.
En la frontera con Francia en su paso fronterizo de Dantxarinea, y separada del valle del Baztán por el puerto de Otsondo, varios puentes medievales de piedra salvan el paso del río Ugarana que atraviesa la localidad y en cuya depresión se encuentra enclavada la localidad.
Entre sus grandes atractivos están el monasterio de San Salvador es del siglo IX , el molino construido a comienzos del siglo XVIII, las magníficas cuevas de Ikaburu, la exposición de arte y todas las garantías del turismo rural y cultural, un turismo de calidad.
La villa nació hacia el S. XV bajo el dominio del Monasterio de San Salvador y en el año 1774 consiguió su segregación y fue declarada libre. Uno de los principales encantos de la villa de Urdazubi-Urdax es el estilo arquitectónico predominante en sus construcciones, el cual combina de forma armoniosa el carácter señorial con el tradicional.
En las calles de la villa se distinguen las casas blasonadas construidas por los indianos (vecinos del lugar que emigraron en los siglos XVIII y XIX a América y volvieron enriquecidos, construyendo suntuosas mansiones).
En Urdazubi-Urdax encontramos también la casa natal de Pedro Aguerre «Axular», uno de los principales escritores en lengua vasca que vivió durante el siglo XVII, autor del famoso «Gero» («Después» en castellano), obra mayor de la literatura en euskera.
Entre sus grandes atractivos destacan el antiguo monasterio de San Salvador del siglo IX , el molino construido a comienzos del siglo XVIII, las magníficas cuevas de Ikaburu, la exposición de arte y todas las garantías del turismo rural y cultural, un turismo de calidad.
Las cuevas de Urdax se encuentran escondidas bajo los verdes prados de la Navarra cantábrica, en la localidad pirenaica de Urdazubi Urdax, y a pocos kilómetros de la costa y de la frontera con Francia. Una visita guiada por sus galerías permitirá descubrir un universo de estalactitas y estalagmitas, además de traer evocadores recuerdos de personajes de leyenda, guerrilleros y contrabandistas que las ocuparon en otras épocas.
Aunque no se puede concretar una fecha exacta de su origen, se cree que una pequeña congregación de agustinos estableció aquí un hospital para peregrinos en el siglo XI.
Entre los siglos XII y XIII el hospital fue habitado por la orden premostratense, pero no se conserva nada de esta época medieval. El máximo esplendor lo alcanzó en los siglos XVI y XVIII, a los que pertenecen las construcciones actuales caracterizadas por el color rosado típico de la piedra del valle de Baztan.
El monasterio sufrió dos importantes incendios: en 1526, cuando Navarra pierde su independencia y en 1793, durante la Convención en Francia, cuando tropas francesas invadieron la zona e hicieron arder el monasterio y la villa de Urdazubi/Urdax. En este último incendio la gran biblioteca del monasterio, con más de 9000 volúmenes, fue destruida. Tras este episodio, los monjes tuvieron que refugiarse en el santuario de Loyola hasta 1806.
Poco después, en 1839, se produce la desamortización de Mendizábal. La orden premostratense abandona definitivamente la abadía y su templo se convierten en iglesia parroquial.
Del antiguo monasterio se conservan la iglesia y el claustro. En su interior se expone una colección permanente de pintura y escultura contemporánea. Sobre el claustro, se ubica el museo del monasterio donde a través de audiovisuales y paneles expositivos se muestra las historia de Urdazubi/Urdax, su vinculación con el Camino de Santiago y su pasado monástico.
El molino de Urdax es una construcción que se conserva en perfecto estado desde que en el siglo XVIII fuera reconstruido. No comenzó a dar servicio a los caseríos del lugar hasta el siglo XVIII, en que el molinero percibía el “saskito” o celemín como pago por su trabajo.
El agua, como antaño, imprime fuerza a las grandes piedras “muelas” que moviéndose con precisión en cada vuelta van produciendo harina de trigo y de maíz. La visita incluye además el claustro del Monasterio románico de San Salvador y el antiguo generador eléctrico, hoy en desuso, que dio luz a Urdazubi/Urdax y a la vecina Ainhoa desde 1901.
Orgi es un robledal que se extiende al sur del Valle de la Ultzama, a 25 km. de Pamplona. Se trata de un bosque milenario de ochenta hectáreas, único testigo de los robledales húmedos de Navarra. Bosques muy escasos y poseedores de gran interés ecológico.
Tras siglos de explotación, el Bosque de Orgi experimenta un proceso de regeneración natural. Se ha protegido mediante la figura de Área Natural Recreativa para que sean compatibles la conservación del bosque y su uso público. Así, se ha dividido en tres zonas: la zona de acogida, la zona de paseos y la zona de conservación.
Los senderos que se pueden recorrer en el Bosque de Orgi son sencillos, llanos y accesibles, por lo que se pueden realizar por personas invidentes e incluso en silla de ruedas. Recorridos que permiten disfrutar de los distintos matices de este paisaje singular: el laberinto le guiará por la selva en miniatura; el camino le mostrará las edades del bosque y la senda le acercará a la zona más encharcada del bosque, sin mojarse los pies.
En verano, este enclave incrementa su encanto porque se convierte en escenario natural al aire libre de espectáculos y eventos.
Pamplona-Iruña, es una ciudad cómoda, acogedora, moderna, verde, segura y con una amplia oferta gastronómica basada en el producto local. Destaca por sus servicios sanitarios y compromiso por la salud y bienestar de sus habitantes y visitantes.
Su recinto amurallado, salpicado de parques y jardines, en la que se vislumbra la huella el Camino de Santiago y San Fermín, cuenta con una amplia oferta cultural, en la que destacan los festivales de gran calidad y de pequeño formato dirigidos a los amantes del arte. Su localización en el centro de Navarra y su cercanía a otros lugares como Donostia, Bilbao o el País Vasco francés, hacen de Pamplona un lugar ideal para planificar las vacaciones o una escapada.
San Sebastián (en vasco Donostia) es la capital de la provincia de Guipúzcoa y está situada a 20 kilómetros de la frontera con Francia.
Su paisaje, dominado por la Bahía de La Concha, su arquitectura de la "belle epoque", su gastronomía y los eventos culturales que aquí se celebran, como el "Festival Internacional de Cine", han dado una gran fama a esta ciudad, a pesar de sus pequeñas dimensiones.
Esta fama ya le viene de antiguo, comenzando tras la muerte del rey Alfonso XII, en 1885, cuando su viuda, la Reina Regente María Cristina, traslada todos los veranos la corte a San Sebastián. Para ello se construyó el Palacio de Miramar como residencia de veraneo de la familia real.
Tan ilustre veraneante atrajo a otros notables de la época, y esto junto a la construcción del Casino en 1887 hizo que San Sebastián se convirtiese en un exclusivo lugar de veraneo para nobles y millonarios a finales del siglo XIX.
En esta época se construyen numerosos edificios y se realiza una importante reforma urbanística, por lo que son los edificios de esta etapa los más reseñables de la ciudad, aparte de los más antiguos que encontramos en la Parte Vieja.
En 1914, y con el inicio de la I Guerra Mundial, San Sebastián se convierte en la ciudad más cosmopolita de Europa. En su Casino se darán cita personajes tan célebres como Mata Hari, León Trotsky, Maurice Ravel, Romanones, Pastora Imperio, además de numerosos toreros y banqueros.
Son los tiempos de la "Belle Époque" y en San Sebastián actúan la compañía francesa de opereta, los ballets rusos, cantantes de ópera y muchos otros artistas famosos.
Las Terrazas Panorámicas del Monte Igueldo ofrecen la mejor vista de Donostia-San Sebastián, la famosa vista desde el Monte Igueldo es conocida mundialmente y posiblemente se trate de la imagen más extendida de la ciudad, no te la puedes perder.
El parque de atracciones del monte igeldo conserva ese sabor vintage de los años 60. Se puede acceder por una carretera que te lleva diréctamente hasta el parque pero sin duda nuestra recomendación es acceder subiendo por el Funicular al que se accede desde la playa de Ondarreta y conserva en mismo sabor vintage que el parque.
En el corazón de Gipuzkoa se alza Legazpi, una acogedora localidad rodeada de un sugerente y verde paisaje que tiene como fondo el mítico aitzkorri. El hierro forma parte de su historia, una rica e interesante historia cuyos princiales protagonistas son sus habitantes, los legazpiarras. Ellos han sido los verdaderos artífices del legazpi que hoy conocemos.
La Ferrería de Mirandaola es una visita que no te puedes perder, además de ser uno de los elementos patrimoniales más importantes Gipuzkoa, en ella se ofrece un espectáculo único en todo el País Vasco: Los ferrones vestidos como en el siglo XVI ponen en marcha la maquinaria y el agua mueve gigantescos fuelles y martillo con el que golpean el hierro al rojo vivo. Junto a la ferrería se encuentra la Capilla de Mirandaola, donde se conmemora el famoso milagro de la Santa Cruz. Para terminar, los ferrones realizarán el delicioso pintxo-ferrón en las brasas de la ferrería.
Los pizarrines, pupitres y enciclopedias… cada detalle ocupa su lugar en riguroso orden, haciendo que el visitante haga un viaje en el tiempo sumergiéndose en la escuela de los años 50, donde la rigidez, disciplina y religiosidad eran los principales valores y donde los niños y las niñas estudiaban en colegios diferentes y cada uno era educado para cumplir su “función” en la sociedad. Tú puedes ser el protagonista de ésta película en blanco y negro donde levantando cada pupitre descubrirás mil historias.
Visitas previa cita. (943 73 04 28)
El Museo del Hierro Vasco nos muestra las claves para entender la historia y la importancia que tuvo el hierro en el País Vasco. Conoceremos antiguos oficios como ferrones, mineros (una preciosa maqueta muestra una mina) o carboneros que mediante la representación de una carbonera a tamaño real nos adentra en este duro oficio, donde además conoceremos la historia del carbonero más querido y famoso del País Vasco Olentzero (equivalente a Papá Noel).
Llega la industrialización y con ella las ferrerías dan paso a las grandes fábricas. En un espacio único, una antigua fábrica reconvertida en Museo muestra la relación entre el arte y la industria de la mano de uno de los escultores más famosos del País Vasco, Eduardo Chillida, quien vino a Legazpi-
El Valle del Hierro a realizar sus esculturas monumentales que hoy están en plazas y museos de todo el mundo. En este espacio se muestran los talleres de papel y de forja del escultor, las maquinas de la Gran Forja, modernos sistemas audiovisuales y entrevistas a los trabajadores entre otros.
Arantza Segurola, ganadora de múltiples premios en concursos de queso de Idiazabal, nos abre las puertas de su caserío Erreizabal-museo, ubicado en un entorno paisajístico espectacular. Ella nos introduce al mundo del pastoreo y nos muestra de primera mano el proceso de elaboración del queso Idiazabal: los pasos a seguir, su aroma y finalmente el sabor de este distinguido producto.
Tibur Agirre nos recibe en un precioso barrio rural de Legazpi, a las puertas del caserío Igaralde-Goena, donde está situado el Rincón del Pan. Las primeras explicaciones nos sitúan en el contexto de los caseríos y sus tradiciones más antiguas. Posteriormente conoceremos todo el proceso de elaboración de éste producto, poniendo a trabajar todos nuestros sentidos: la plantación de la semilla, su recogida, las herramientas utilizadas, cómo se obtiene la harina, la masa y finalmente el pan. También visitaremos el antiguo molino del siglo XVI, que pondrá en funcionamiento y el horno de leña, que hoy en día continúan a pleno rendimiento.
En la vivienda obrera se cuenta la historia de un pueblo, que como tantos otros se transforma con el surgimiento de nuevas fábricas, que hacen que miles de familias lleguen al País Vasco buscando trabajo y un futuro mejor. El visitante podrá entrar en una vivienda magníficamente recuperada y donde podrá comprender como era la vida de una familia obrera en aquellos años.Visitas
Según la leyenda, a un pastor llamado Rodrigo de Balzategi se le apareció la Virgen sobre un espino y éste, asombrado, le preguntó: "Arantzan zu?" (¿Tú en un espino?). Durante los siguiente siglos los frailes franciscanos hicieron de Arantzazu un lugar de devoción y peregrinación, y un exponente del arte y la cultura.
El Santuario de Arantzazu, colgado sobre barrancos y edificado sobre roquedales en una zona agreste y natural, en el término municipal de Oñati, sobrevivió en su larga existencia a tres incendios importantes (1553, 1622 y 1834), teniendo que ser reedificado otras tantas veces.
No obstante, en 1951, en lugar de seguir acometiéndose las continuas tareas de reforma parcial y ampliación, se decidió hacer una basílica nueva que fuese verdaderamente solemne por su dimensión y empaque, pero sobre todo que se expresase en un lenguaje artístico moderno, para lo cual se convocó un concurso de ideas.
El proyecto ganador para la realización de la nueva iglesia fue el de Francisco Javier Sáenz de Oiza y Luis Laorga, aunque la huella del escultor Jorge Oteiza, autor de las esculturas de los 14 apóstoles de la fachada, está presente en todo el conjunto. Las puertas de hierro son de Eduardo Chillida y las pinturas de Nestor Basterretxea y Lucio Muñoz.
La casa torre primigenia fue construida en el siglo XIII, tiempo de revueltas feudales, por la familia más poderosa de Iruña de Oca. Siglo y medio después cuando hubo paz en la zona, los Iruña decidieron cambiar su lugar de residencia y se trasladaron a la actual torre de doña Otxanda, en Vitoria-Gasteiz, cediendo su antigua residencia a la orden de los Jerónimos.
Pocos años después pasó a manos de los monjes agustinos, que fueron quienes construyeron el Monasterio de Santa Catalina y conservaron la vieja torre, a la que adosaron una iglesia con su correspondiente claustro. En 1835, con la Desamortización de Mendizábal, se desocupó a los monjes y la ruina se adueñó del recinto.
El conjunto, con una extensión de 32.500 metros cuadrados y una altitud que oscila entre los 605 u 675 metros sobre el nivel del mar, encierra las ruinas de un antiguo palacio, convento e iglesia, y los restos de antiguas terrazas de labor. Pertenece actualmente al Ayuntamiento de Iruña de Oca. Esta institución ha liderado la recuperación de este espacio hasta convertirlo en un complejo que combina educación medioambiental, recreación y encuentro con la naturaleza. Un modelo de nuevas formas creativas de relación entre los seres humanos y la naturaleza.
En su interior se pueden admirar más de 1.000 especies de plantas procedentes de los cinco continentes y un reducto interesante de encinas carrascas, representativo del primitivo carrascal que ocupó en épocas anteriores toda la Sierra de Badaia.
La idea de ubicar una colección botánica en esta parcela se asienta en la gran riqueza florística presente en el lugar debido a la confluencia de especies de clima mediterráneo y especies de carácter atlántico, gracias que cuenta un microclima especial.
Situada en la localidad alavesa de Salinas de Añana, a tan sólo 30 kilómetros de Vitoria-Gasteiz, nos encontramos con éste valle salino de más de 120.000 metros cuadrados de extensión y 6.700 años de historia.
El conjunto arquitectónico cuenta con más de 5.000 eras, 767 terrazas, 2.040 muros, 848 pozos y 248 almacenes de sal. El medio para obtener la sal en Añana es a través de la evaporación por medio del sol. Cuatro manantiales proporcional el agua salada al valle con un caudal constante de unos tres litros por segundo. La salinidad es superior a 200 gramos por litro (para hacernos una idea el Mar Muerto tiene una salinidad de 350 gramos por litro).
La forma de trabajar la sal ha sido la misma durante décadas. La salmuera que brota de los manantiales es conducida por canales de madera hasta los pozos que cada salinero tenía en sus granjas.
Éste agua se vertía en las eras (plataformas de evaporación) y se removía regularmente hasta que el sol dejaba al descubierto la sal, la cual era guardada en los almacenes hasta el final de temporada. Por último se transportaba fuera de las salinas para su comercialización.
El río Jaundia tributario del Altube, en su camino hacia el mar, se precipita al vacío desde un escarpe calizo de más de 100 metros de desnivel, creando un espectáculo sorprendente. La continua erosión del agua ha ido limando las rocas haciendo retroceder dicho escarpe hasta la forma actual.
El mirador, instalado al borde del precipicio, permite disfrutar de una impresionante panorámica del salto de agua.
La mejor época para contemplar la cascada es primavera y otoño puesto que en verano apenas tiene caudal y, asimismo, por las diferentes tonalidades que ofrece el paisaje que la rodea.
La panorámica incluye vistas a uno de los hayedos de mayor valor ecológico de toda la zona. Este capricho natural, que merece la pena contemplar en época de lluvias o deshielo, forma parte de uno de los conjuntos paisajísticos sobresalientes, imprescindible en tu visita a esta zona.
Es, además, una cascada con leyenda que habla de un pastor llamado Urjauzi y de una lamia –ser mitológico del folklore vasco, especie de ninfa con pies de pato–.
Según la fábula “en Goiuri vivía una lamia que pasaba el día arreglándose delante de un espejo mágico que le concedía todo cuanto le pedía. En ello estaba cuando un pastor llamado Urjauzi se encaprichó del espejo y se lo afanó en un descuido.
El zagal lo malbarató pidiéndole caprichos y extravagancias, hasta que un día la lamia le descubrió bajo un haya a la vera del río. «¿Cómo te llamas?», le preguntó. «Urjauzi», contestó el pastor. Y en ese mismo instante se convirtió en el gran salto de agua de Goiuri, porque grande era su falta y porque Urjauzi, en euskera, significa cascada.
El Faro de Getaria está situado en lo que llaman Ratón de Getaria, en el Monte de San Antón. Hoy es península, pero anteriormente fue una isla. Su construcción es de estilo neoclásico sobre los restos de la antigua ermita de San Antón
En este mismo sitio se pueden ver los restos de una atalaya. La ermita y la atalaya fueron usadas ya en 1813 para establecer una farola, aunque el faro como tal no fue construido hasta 1862 - 1863.
Tiene una torre de 21 metros y adosado a esa torre un pabellón que sirve de morada al farero. La torre es de sección octogonal terminada en torreón cilíndrico de hormigón con dos balconcillos.
El acceso está prohibido a los vehículos y el monte de San Antón es ahora zona de recreo y esparcimiento.
Al faro se llega por una carretera que parte del puerto y cerrada al tráfico de 651 m., para donde finaliza subir por una escalera de 67 peldaños que salva los 18 m. de desnivel.
San Sebastián (en vasco Donostia) es la capital de la provincia de Guipúzcoa y está situada a 20 kilómetros de la frontera con Francia.
Su paisaje, dominado por la Bahía de La Concha, su arquitectura de la "belle epoque", su gastronomía y los eventos culturales que aquí se celebran, como el "Festival Internacional de Cine", han dado una gran fama a esta ciudad, a pesar de sus pequeñas dimensiones.
Esta fama ya le viene de antiguo, comenzando tras la muerte del rey Alfonso XII, en 1885, cuando su viuda, la Reina Regente María Cristina, traslada todos los veranos la corte a San Sebastián. Para ello se construyó el Palacio de Miramar como residencia de veraneo de la familia real.
Tan ilustre veraneante atrajo a otros notables de la época, y esto junto a la construcción del Casino en 1887 hizo que San Sebastián se convirtiese en un exclusivo lugar de veraneo para nobles y millonarios a finales del siglo XIX.
En esta época se construyen numerosos edificios y se realiza una importante reforma urbanística, por lo que son los edificios de esta etapa los más reseñables de la ciudad, aparte de los más antiguos que encontramos en la Parte Vieja.
En 1914, y con el inicio de la I Guerra Mundial, San Sebastián se convierte en la ciudad más cosmopolita de Europa. En su Casino se darán cita personajes tan célebres como Mata Hari, León Trotsky, Maurice Ravel, Romanones, Pastora Imperio, además de numerosos toreros y banqueros.
Son los tiempos de la "Belle Époque" y en San Sebastián actúan la compañía francesa de opereta, los ballets rusos, cantantes de ópera y muchos otros artistas famosos.
Las Terrazas Panorámicas del Monte Igueldo ofrecen la mejor vista de Donostia-San Sebastián, la famosa vista desde el Monte Igueldo es conocida mundialmente y posiblemente se trate de la imagen más extendida de la ciudad, no te la puedes perder.
El parque de atracciones del monte igeldo conserva ese sabor vintage de los años 60. Se puede acceder por una carretera que te lleva diréctamente hasta el parque pero sin duda nuestra recomendación es acceder subiendo por el Funicular al que se accede desde la playa de Ondarreta y conserva en mismo sabor vintage que el parque.