Buena comida, y numerosas curvas por la Sierra de Cameros con unos paisajes de película, curvas hasta hartar y una ascensión que ronda los 1600 metros de altitud.
En un principio, el recto asfalto, nos permite apretar un poco el acelerador calentando la moto, pero cuidado, porque se atraviesan unos cuantos nucleos urbanos por el medio y la limitación de velocidad es como siempre 50.
Apenas recorridos 12,5 km y siempre en un leve ascenso, se empiezan a apreciar unas formaciones rocosas de gran belleza a ambos lados de la carretera y al llegar a Viguera, comiezan una serie de curvas en Zigzag. Empieza la diversión.
Aproximádamente sobre el km 30 de ruta, se estrecha un poco la carretera y pasamos junto a lo que podría haber sido un antiguo monasterio o algo así.
Atravesamos Villanueva de Cameros, donde hay una gasolinera y continuamos ruta, hasta que tras pasar el PK 286, llegamos al desvío que tenemos que coger a la dcha, dirección a Villoslada de Cameros que se encuentra tan solo a 3 km de distancia.
Tras dejar atrás Villoslada de Cameros, pueblo que se puede atravesar por el medio o dejarlo de lado por una especie de circunvalación, nos adentramos en la provincia de Soria.
Llegamos a Montenegro de Cameros, el único pueblo de la sierra de Cameros perteneciente a la provincia de Soria y CUIDADO, porque aquí hay que girar a la dcha. SI CONTINUAS POR LA IZDA, PUEDES ACABAR EN SORIA.
Nos encontramos a unos 1150 m sobre el nivel del mar y en tan solo 6 km de distancia, ascenderemos hasta los 1600 m, la cima de la ruta, por una carretera llena de curvas y un paisaje divino. En la cima, donde volvemos a entrar nuevamente en la provincia de la Rioja, se puede encontrar nieve incluso en verano.
Hasta la finalización del tramo salvamos nuevamente un desnivel de 800 m de altura, donde al principio, hay varias curvas de 180
Prácticamente la totalidad de este tramo, lo recorreremos en compañía del río Najerilla, pero los primeros 21 km, hasta llegar a Anguiano, lo haremos tan cerca de él, que seguiremos su trazado con curvas abiertas y asfalto inmejorable y ancho, curveando constantemente a derecha e izquierda en su constante compañía.
Tras pasar Anguiano, desaparecen las curvas, y el recto trazado nos permite apretar un poco el acelerador hasta llegar a Nájera, la capital del mueble, donde nos incorporaremos a una Nacional.
Nos incorporamos a la N-120 a la salida de Najera, para abordar la recta final de esta ruta, por 17 kilómetros de ancha y bien asfaltada carretera.
El perfil es más bien llano, y nos podemos encontrar con varios camiones y vehículos lentos, que no tenemos gran dificultad para adelantar.
Dejamos Alesón de lado y poco después llegamos a Navarrete. A ambos lados, la carretera está adornada con viñedos cuya uva se transformará sin duda en delicioso vino riojano y de vez en cuando se pueden ver mojones con una concha dibujada, señal de que circulamos por el camimo de Santiago, aunque más bien vamos en sentido contrario.
Poco después de Navarrete, llegamos al final de este tramo, con la famosa valla del toro en lo alto de una colina.
Abordamos los últimos 7 kilómetros por la LO-20, ascendiendo unos metros de altitud para luego comenzar otro leve descenso. Al fondo ya se ve Logroño, punto de partida, y final de esta bonita ruta.