Bonita ruta que nos lleva hacia el Norte de la provincia de Burgos adentrándonos en el Valle de Sedano para pasar junto a los pozos petrolíferos de Sargentes de la Lora y regresar pasando por monumentales y medievales nucleos urbanos como Sasamón o Villadiego.
Nos situamos en el Punto Kilométrico 0 de la BU-622, carretera verde, para comenzar esta ruta que discurre enteramente por la provincia de Burgos.
En cuanto al asfalto se refiere, hay de todo en los 32 kilómetros que componen este tramo. En principio, está un poco parcheado y con pequeñas roderas, que aunque no son peligrosas, hacen que quizá haya que prestar más atención que de costumbre a la conducción.
Sobre el kilómetro 6,5, atravesamos Quintanadueñas reduciendo consideráblemente la velocidad, pues atravesamos este nucleo urbano y unos kilómetros después, comienza un tramo de curvas con árboles a ambos lados de la carretera.
Dejamos atrás Santibañez-Zarzaguda, y llegamos a Huérmeces. A partir de aquí y hasta el final del tramo, el firme es inmejorable, pues lo acaban de arreglar recientemente y podemos disfrutar de alguna construcción palaciega de piedra al borde de la carretera mientras avanzamos hacia el siguiente tramo, con paisaje un poco más cerrado de lo que venimos viendo hasta aquí.
Tras pasar el mojón 32 de esta carretera, llegamos a un cruce en forma de T donde giraremos a la izda para incorporarnos al siguiente tramo.
Nos incorporamos ahora a la N-627, para rodar durante 4,5 kilómetros por un asfalto ancho y más bien carente de curvas, pues las que hay son abiertas, como carazterizan a las que se encuentran en carreteras nacionales como esta.
Tras pasar el PK 32, hacemos un giro a la izda y abandonamos esta nacional para continuar por carreteras comarcales.
En sentido NorEste, circulamos ahora dirección a Masa, situado a 1000 metros de altitud, y al que llegaremos en el siguiente tramo tras una ascensión de 70 m a lo largo de 7 km.
El firme es un poco rancio y con curvas casi todas abiertas que nos permiten disfrutar del paisaje compuesto por pequeñas formaciones montañosas a ambos lados de la carretera, hasta que llegamos al final del tramo, en un cruce en forma de cruz donde debemos continuar recto.
La carretera que atravesamos es una nacional así que ojo con el stop.
Al comenzar este tramo ya se divisa el pueblo de Masa, que da nombre al páramo por el que estamos circulando.
El asfalto es parecido al del tramo anterior pero el paisaje es mucho más abierto. La vista se pierde en el horizonte entre campos recien cosechados y los pulmones se llenan de aire impregnado de olor a cereal.
Tras pasar el PK 24 llegamos al final del tramo haciendo un giro de 90 grados.
Entramos ahora en una carretera de letrero amarillo, que carece de mojones indicativos de PK.
En los primeros 5 km, hasta llegar a Quintana, el asfalto es recto, estrecho y viejo, castigado por las frías temperaturas invernales, con paisaje abierto que deja ver al fondo una hilera de aerogeneradores.
La segunda mitad del tramo, lo compone el descenso del páramo, con asfalto en mucho mejor estado y curvas en zigzag mientras accedemos a Moradillo de Sedano, pequeño nucleo urbano con casas de piedra.
El paisaje se cierra bastante, ya que circulamos en compañía del Río Moradillo y ya se sabe que donde hay río, hay árboles.
Acabamos de entrar en el Valle de Sedano y aunque el asfalto está en mejor estado, el paisaje es parecido al anterior, pues nos sigue acompañando del río Moradillo.
Poco a poco se va abriendo el paisaje mientras se pueden apreciar las primeras formaciones rocosas por la derecha de esta carretera que discurre a través del trazado natural del valle.
Tras 8 kilómetros de tramo, llegamos Covanera después de dejar atrás un cruce en forma de T.
Entramos en el tramo más corto de la ruta que se compone de tan solo 3 km de Nacional, formados por tres grandes curvas en Zigzag, hasta que llegamos San Felices.
Al final del pueblo haremos un giro a la izda para continuar ruta por carreteras más solitarias.
Dejamos atrás San Felices y comenzamos a ascender por esta curveante y bien asfaltada carretera amarilla que carece que mojones indicativos, así que es importante fijarse en su nombre al comenzar el tramo.
Los casi 24 kilómetros que lo componen poseen paisajes bien distintos. Durante el ascenso, merece la pena circular a poca velocidad disfrutando de maravilloso paisaje poblado de buitres sobrevolando en círculo las rocosas montañas, hasta llegar a Sargentes de la Lora, población que supera los 1000 metros de altitud.
Sobrepasamos este pueblo y a la izquierda y a lo lejos, algo que nos llama la atención.
Sin entrar en esta población, giramos a la izda incorporándonos por segunda vez a la N-267, aunque esta vez en sentido contrario, es decir, dirección a Burgos.
Los casi 12 kilómetros que posee este trazado más bien recto, los podemos aprovechar para soltar gas y adelantar a los numerosos camiones que a menudo circulan por esta vía, por supuesto, sin rebasar el límite de velocidad.
Pasamos junto a Santa Cruz del Tozo y poco después abandonamos esta Nacional en un giro a la derecha.
Volvemos a circular por una carretera amarilla, esta vez la BU-V-6013 carente también de mojones indicativos, por lo que una vez más insistimos en fijarse en el letrero del comienzo.
La soledad y estrechez de las carreteras amarillas, junto con su bello paisaje, hacen que este tipo de vías sean las preferidas de MotoRutas y esta no defrauda, así que una vez más, nos acomodamos en el asiento de la moto y aunque alerta a los imprevistos, disfrutamos de la árida y a veces montañosa vista mientras pasamos junto a poblaciones como La Piedra, San Miguel, Villanueva de la Puerta y Villahernando.
Dos kilómetros después de esta pequeña población, llegamos a cruce en forma de cruz junto a Villaute, donde termina el tramo.
Tras haber girado a la derecha, para incorporarnos a la BU-601, rodamos hacia Villadiego, donde llegaremos tras recorrer tan solo 5 km.
En el mismo Villaute, merece la pena admirar una esbelta torre de piedra de carácter defensivo en perfectas condiciones de conservación.
Pasamos por Arenillas de Villadiego y sin hacer ninguna curva llegamos al destino de este tramo.
Atravesamos Villadiego por el centro a muy poca velocidad y admirando a la vez los edificios de piedra de esta histórica ciudad. A la salida y visible desde su gasolinera, nos encontramos con el cruce hacia la BU-640.
A tan solo 35 km de nuestro destino final, nos dirigimos hacia Sasamón por un asfalto más bien recto y muy bien asfaltado pasando junto a poblaciones como Villegas, donde a pocos metros hay una iglesia digna de ver.
Dejamos atrás Sasamón, y continuamos por esta carretera verde hasta que un par de kilómetros después nos incorporamos a la N-120 justo tras pasar bajo la autovía que va de Burgos a León.
Nos encontramos en Olmillos de Sasamón y comenzamos este último tramo con la mirada puesta en su castillo, recién restaurado.
Este quizá sea el tramo más rápido de la ruta, pues hasta llegar a Burgos circularemos por un asfalto en buen estado, ancho, con algún tramo de curvas no muy pronunciadas y sin apenas tráfico, ya que este ha sido desviado por la nueva autovía que circula paralela a esta nacional. En contrapartida, cruzaremos varios pueblos por el medio, así que CUIDADO con la velocidad.
Tras recorrer 30 km por esa vía, llegamos a nuestro destino final: Burgos.