Su primera construcción data del s. VI, siendo habitado por los frailes de San Juan Bautista o de la Penitencia. Estuvo abandonado durante más de 200 años, siendo reconstruido en 1162, pasando a ser ocupado por frailes mercenarios en 1299 y en 1496 por frailes franciscanos.
Tras la desamortización de Mendizábal en el s. XIX, pasó a manos privadas.
Su primera construcción data del s. VI, siendo habitado por los frailes de San Juan Bautista o de la Penitencia. Estuvo abandonado durante más de 200 años, siendo reconstruido en 1162, pasando a ser ocupado por frailes mercenarios en 1299 y en 1496 por frailes franciscanos.
Tras la desamortización de Mendizábal en el s. XIX, pasó a manos privadas.