Dominando la villa, impertérrito al paso de los años, se alza el cerro conocido como 'El Castillo', y sobre él, La Martina, la torre albarrana de origen árabe que se ha convertido en la imagen más emblemática del pueblo.
La Martina es la prueba evidente de la presencia de una fortificación musulmana de la que solo queda esta antigua torre-vigía de piedra, con sus correspondientes almenas. Tiene planta pentagonal y en sus muros se abren dos enormes arcos de medio punto, que posiblemente sirvieron como paso del camino de ronda de la muralla.
Pasados los años y concluido el dominio árabe, junto a dicha torre se levantó la románica y ya desaparecida iglesia de San Martín -de ahí su nombre-, y La Martina, una vez reforzada y acondicionada, pasó a ser utilizada como campanario.
Desde ella puede contemplarse una bellísima panorámica tanto del pueblo y sus campos circundantes, como de la cercana Sierra de Ayllón.
En lo alto del cerro, al margen de los restos celtibéricos y romanos hallados en distintas excavaciones, también destaca la presencia de 'Los Paredones', antiquísimos lienzos de tapial árabe pertenecientes a las murallas, a partir de los cuales se puede apreciar el antiguo trazado del recinto amurallado así como las ruinas de la iglesia de Santiago.
Dominando la villa, impertérrito al paso de los años, se alza el cerro conocido como 'El Castillo', y sobre él, La Martina, la torre albarrana de origen árabe que se ha convertido en la imagen más emblemática del pueblo.
La Martina es la prueba evidente de la presencia de una fortificación musulmana de la que solo queda esta antigua torre-vigía de piedra, con sus correspondientes almenas. Tiene planta pentagonal y en sus muros se abren dos enormes arcos de medio punto, que posiblemente sirvieron como paso del camino de ronda de la muralla.
Pasados los años y concluido el dominio árabe, junto a dicha torre se levantó la románica y ya desaparecida iglesia de San Martín -de ahí su nombre-, y La Martina, una vez reforzada y acondicionada, pasó a ser utilizada como campanario.
Desde ella puede contemplarse una bellísima panorámica tanto del pueblo y sus campos circundantes, como de la cercana Sierra de Ayllón.
En lo alto del cerro, al margen de los restos celtibéricos y romanos hallados en distintas excavaciones, también destaca la presencia de 'Los Paredones', antiquísimos lienzos de tapial árabe pertenecientes a las murallas, a partir de los cuales se puede apreciar el antiguo trazado del recinto amurallado así como las ruinas de la iglesia de Santiago.