El Castillo de Cuéllar fue declarado junto a las murallas, Monumento Artístico Nacional en 1931.
Se sitúa en la parte más alta de la villa, muy cerca de la carretera de Valladolid.
El edificio aparece documentado ya en el año 1306. Siendo rey Enrique IV, cedió la villa de Cuéllar y el castillo a D. Beltrán de la Cueva, Duque de Alburquerque, en 1464. Por ello, también es conocido como el palacio de los Duques de Alburquerque. Bajo el torreón sureste se encuentra la parte más antigua de la fortaleza originaria, que podría datarse en torno al siglo XII. Tiene planta rectangular con cuatro torreones en las esquinas, tres de ellos circulares. En el interior se abre un patio de columnas que sostienen una doble galería con arcos rebajados del siglo XVI, al que se abren los diferentes salones decorados con artísticas techumbres, artesonados de estuco y vigas talladas.
El Castillo de Cuéllar fue declarado junto a las murallas, Monumento Artístico Nacional en 1931.
Se sitúa en la parte más alta de la villa, muy cerca de la carretera de Valladolid.
El edificio aparece documentado ya en el año 1306. Siendo rey Enrique IV, cedió la villa de Cuéllar y el castillo a D. Beltrán de la Cueva, Duque de Alburquerque, en 1464. Por ello, también es conocido como el palacio de los Duques de Alburquerque. Bajo el torreón sureste se encuentra la parte más antigua de la fortaleza originaria, que podría datarse en torno al siglo XII. Tiene planta rectangular con cuatro torreones en las esquinas, tres de ellos circulares. En el interior se abre un patio de columnas que sostienen una doble galería con arcos rebajados del siglo XVI, al que se abren los diferentes salones decorados con artísticas techumbres, artesonados de estuco y vigas talladas.