La iglesia de Perorrubio -parroquial dedicada a San Pedro ad Vincula- constituye una magnífica referencia que permite seguir el hilo conductor de muchas de las más importantes iglesias rurales segovianas gracias a las relaciones estilísticas que traza con diversas corrientes y talleres que trabajaron el románico rural de la comarca de Sepúlveda en los últimos años del siglo XII y los primeros del XIII.
Además, después de la perfecta restauración de finales de los ochenta del pasado siglo, luce hermosísima siendo un ejemplo destacado del mejor románico rural segoviano y con todo merecimiento fue declarada Monumento Histórico-Artístico.
Conserva razonablemente bien su estructura original salvo algunos elementos añadidos como la torre, la sacristía, el baptisterio y la trastera. La decisión de crear un pequeño baptisterio a los pies de la iglesia obligó a cerrar el costado occidental de la galería porticada que, de ese modo, perdió parte de su aspecto primitivo.
Lo más destacable de la iglesia de Perorrubio es la belleza de la galería porticada. Llama la atención -aunque no es el único caso en el románico rural del sur de Castilla- que la fábrica del pórtico utiliza una mejor técnica y material constructivos -sillería perfectamente cortada y escuadrada- que el templo de humilde mampostería.