El Puente de Talcano es un vestigio de la ocupación romana, se construyó para solventar uno de los arroyos que vierte sus aguas en el Duratón, actualmente seco, lo único que ha llegado hasta nuestros días son los cimientos de este pequeño puente de un arco y levantado sobre sillares de rocas irregulares, la argamasa que unía estos sillares ha desaparecido y deja entrever una minúscula calzada abrupta y desigual.
Debido a su estado de deterioro, no se puede transitar por el mismo (hay carteles que lo indican), cualquier peso podría hacer que se derrumbase. A los pocos metros y siguiendo el trayecto del puente Talcano, se ha construido un puente más moderno para el paso de senderistas y ciclistas, allí comienzan dos sendas, una que une este viejo puente romano con el puente de Villaseca a unos 10 kilómetros de distancia y la senda de los ríos.