Otro año más (ya el noveno) hemos hemos conocido caras nuevas, echado de menos a las ausentes y saludado y compartido grandes momentos con las caras conocidas.
Fuimos una vez más hacia tierras castellanas para dormir en el monasterio de Sta. María la Real en Aguilar de Campoó, situado en la montaña Palentina.
Como siempre ha habido de todo, carreteras cortadas, cortes por vuelta ciclista... aunque este es el primer año que no nos hemos mojado y debo decir que he echado de menos la lluvia.
Enfin... un poco de aventura y buenos momentos compartidos.
Nos vemos el año que viene, en la décima, motivo por el que intentaremos hacer algo especial.