A kilómetro y medio del pueblo, en una zona conocida como “El Mortero”, podemos encontrar un altar rupestre, en un alto desde el que se divisa el Valle del Corneja.
Este altar, en el que podrían haberse llevado a cabo rituales y rendido culto al sol y la luna, podría datar de la época entre el final del Neolítico y el Bronce Antiguo/Medio.
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Declarado Bien de Interés Cultural (BIC), el altar rupestre del Canto del Mortero se encuentra muy cerca del convento de San Matías, en el que habitaron Franciscanos Menores Descalzos en el siglo XVI, y del que apenas quedan resquicios,
Tallados en la roca, 15 escalones de poca profundidad permiten subir a la cima. Una cima en la que se pueden observar una cazoleta y canales.
A unos 110 metros hay otra roca que también podría haber sido sagrada.