Urbasa, uno de los grades pulmones navarros, divide a la Navarra atlántica y a la mediterránea.

En la zona norte de la montaña se puede ver un paisaje lleno de hayas y bosques de fresnos. Y en la parte más influenciada por el clima del Mediterráneo se observa que, incluso la temperatura, aumenta hasta cinco grados.

En realidad, la sierra es como toda la provincia: llena de contrastes. Pero, también, llena de belleza. Se puede llegar por dos carreteras. La más conocida es la que parte de Estella y va dejando a un lado a Larrión, donde se come muy bien; Baquedano, desde donde se sale en dirección al nacedero del Urederra; y, por último, Zudaire, capital del valle.

Cualquiera de las opciones que se tome vale para gozar con el paisaje azulado y verdoso de la zona menos fría y por ambas carreteras podrás disfrutar de curvas y paisajes de película.

En Urbasa nos espera el corzo o el zorro escondiéndose entre los hayedos. Y, desde luego, la posibilidad de gozar con el silencio de la Naturaleza. Toda Urbasa es un parque natural, bien cuidado y acondicionado. Merece la pena visitarla. Además, el visitante, si quiere, tiene la oportunidad de alojarse en confortables casas rurales de los pueblos que lindan con la sierra. Un buen motivo para pasar el fin de semana y, por ejemplo, contemplar como el quebrantahuesos o los buitres planean encima del río Urederra.