Arévalo: (Ávila)

Actualmente Arévalo está rodeado de llanuras y custodiado por los ríos Arevalillo y Adaja. Cuesta imaginar el paisaje completamente cubierto por agua en el Mioceno Superior. Testigo de esa era son los fósiles de tortugas gigantes que se encontraron en Arévalo y que ahora están expuestos en museos de Salamanca. También se han encontrado yacimientos prehistóricos así como mosaicos romanos en pueblos limítrofes.

No obstante, Arévalo no aparece documentada hasta el siglo XI, fecha en la que comienza la repoblación de la Reconquista, y es que, Arévalo pasó de manos cristianas a musulmanas en varias ocasiones. Gracias a esa dominación musulmana, Arévalo puede presumir de ser una de las ciudades de Castilla y León con mayor cantidad de monumentos de arquitectura mudéjar. Por este motivo ha sido declarado Conjunto Histórico Artístico y Bien de Interés Cultural.

En siglos posteriores, Arévalo, también fue frontera entre los reinos de Castilla y de León. Aquí sucedió que el gobierno de la villa siempre estaba bajo el dominio de ciertos linajes. por lo cual es también conocida como la Ciudad de los cinco linajes; los García-Tapia, Sedeño, Montalvo, Briceño y Berdugo (en ocasiones Verdugo). La ciudad fue desarrollándose y acabó siendo escogida por la familia Trastámara como lugar de residencia.

Como dato curioso, el Señorío de Arévalo fue un regalo de bodas para Isabel de Portugal, apodada la Reina Maldita, es decir, la madre de Isabel la Católica. Por ese motivo existe la Ruta Isabelina en Arévalo, pues aquí pasó su infancia. Otra curiosidad es que La Reina Maldita padeció la «misma enfermedad mental» que su nieta, Juana I de Castilla, popularmente conocida como Juana La Loca, última monarca de la familia Trastámara. A ella le sucedió Carlos I de España y V del Sacro Imperio Romano Germánico.

María Cristina, esposa de Alfonso XIII, fué quién concedió el título de ciudad a la Villa de Arévalo en 1894.

Volviendo al siglo XV, por aquel entonces en Arévalo se creó la segunda judería del reino de Castilla y una gran morería donde vivía un alfaquí, es decir, fue una comunidad tan importante como la de Toledo. La aristocracia, los mercaderes judíos, los campesinos que cultivaban cereal a toda velocidad, hizo que Arévalo se desarrollara a un ritmo acelerado. Fueron siglos de oro hasta que en el siglo XIX, tras la crisis de subsistencia provocada por la Guerra de Sucesión (1700-1714) y la Guerra de la Independencia (1808-1814), Arévalo pasó de ser el principal punto de producción de cereal de Castilla a vivir una gran hambruna que provocó que la tasa de mortalidad se duplicara.

En cuanto a la historia más reciente, la industrialización en las grandes ciudades provocó que miles de campesinos abandonaran la zona rural para buscar un futuro mejor. Ese éxodo rural masivo unido a la centralización de recursos dio pie a la España Vaciada. Arévalo es la segunda ciudad más poblada de Ávila y cuenta con unos 8.000 habitantes que afortunadamente viven de la industria agrícola (harineras), la ganadería y el turismo.

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Puntos de Arévalo que no deberías perderte:

Castillo de Arévalo: (Monumental)

Lo primero que has de saber es que se puede llegar hasta él en moto aunque es un breve paseo con muy buenas vistas.El castillo poco se parece a la fortaleza musulmana que Álvaro de Zúñiga, conde de Plasencia y duque de Arévalo, reconstruyó en el siglo XV.

Tras haber sido prisión y cementerio, en 1952 pasó a ser un silo para almacenar grano que fue utilizado hasta 1977. En la actualidad es un Centro de exposiciones y Museo de cereales.

En sus orígenes, la fortaleza se levantó aquí porque los ríos Adaja y Arevalillo crean un foso natural defensivo que no podían desaprovechar. El perímetro era mucho mayor y de esa primera era constructiva solo se conserva la estructura de la Torre del Homenaje.

En los siglos XV y XVI se reformó para añadir las troneras y un foso frontal claramente defensivo. En él se refugiaron los cristianos cuando los musulmanes invadieron la península y finalmente, el duque de Arévalo perdió su propiedad tras la victoria de Isabel en la Guerra de Sucesión.

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Ermita de La Lugareja: (Monumental)

La ermita de la Lugareja o iglesia de Santa María de Gómez Román es una ermita que se encuentra a 1.5 km al sur de la localidad abulense de Arévalo y considerada uno de los más destacados monumentos del mudéjar. Construida en el siglo XII, el edificio que se conserva fue la cabecera de la iglesia del convento cisterciense de Santa María de Gómez Román.​ Este fue mencionado por primera vez en abril de 1179 y abandonado hacia 1240 por sus ocupantes —canónigos—, momento en el que fue entregado a monjas de la orden del Císter.

Este edificio está adscrito al arte mudéjar por estar construido en ladrillo y con rafas de tapial de sillarejo tomado con mortero de cal, aunque más propiamente es románico por carecer de toda clase de formas musulmanas, al igual que la totalidad de la arquitectura coetánea de La Moraña, incluyendo elementos totalmente desconocidos por aquellas, como las pechinas.

Se trata de la cabecera de la iglesia del antiguo monasterio de Santa María de la Lugareja, de monjas cistercienses que fuera fundado antes de 1178. Constituye la obra más importante del románico de ladrillo del foco artístico de Arévalo, de muy finales del XII, ya de comienzos del XIII. Fue consolidada y restaurada con prudencia por el arquitecto Luis Cervera Vera.