Aunque es recomendable darse un paseo por cualquiera de las orillas del río, el propio punto desde el que nos encontramos, nos va a permitir la observación de muchas e interesantes especies.
El río, al tener un cauce de estas dimensiones, definido por los momentos de grandes avenidas, suele presentar en la mayor parte del año pequeñas islas arenosas y zonas donde el río fluye a menor velocidad y favorece la presencia de anfibios, alevines de peces, insectos acuáticos y numerosos invertebrados. Esto hace las delicias de cigüeñas (incluso la negra en los momentos de paso migratorio), todo tipo de garzas y variadas limícolas. También es territorio habitual del martín pescador, abejarucos, avión zapador, etc, que construyen sus nidos en taludes arenosos cercanos.
La modesta chopera que aparece en las cercanías alberga a numerosas especies como herrerillos, carboneros, gorriones, pico picapinos y pico menor, verdecillos, verderones, pinzones, trepador azul, agateadores…. llama la atención tanta variedad de especies en un espacio tan reducido.
El encinar que encontramos al otro lado del río, junto con los campos de cultivo, completan los ecosistemas que aportan especies a este PIO, destacando el grupo las rapaces con: águila real, calzada, milano real y negro, cernícalos, aguiluchos, busardo…