Los celtas se establecieron en estos lugares con sus cabañas trashumantes, de ahí la dificultad en encontrar castros.
Es cierto que la sierra de Arcones debe el nombre a estos pobladores de nuestra península. Los celtas dejaron las siguientes leyendas y costumbres en Arcones:
Los romanos, trajeron sus álamos, a lo largo de la ribera de los arroyos y la estructura de las fuentes romanas de los barrios, con la huella de todas las vasijas y cántaros que han extraído agua para beber y utilizar culinariamente.
Arcones en su origen era límite entre los pueblos cristianos y musulmanes, últimamente se está considerando que sea arçones, espada de los templarios, debido a la cantidad de restos que acreditan la estancia de dichos en este municipio.
En los s. XII y XIII, estuvieron los templarios hospitalarios de la orden de San Juan, dejando también sus costumbres solidarias, quizá heredadas de los anteriores habitantes de Arcones como son: Cuando se muere una vaca, cada vecino compra lo que puede sufragar, para tirarlo, pero de esta forma no es tan dolosa la pérdida de la vaca al propietario.
Cada casa cuenta con no encontrarse solo en el momento del fallecimiento de un miembro de la misma, existe la hermandad. Los momentos de la trilla y recogida de la mies, siempre se hace de forma solidaria, ayudando más al que menos puede.
Las mujeres llevarían el peso de la casa y trabajarían el campo, mientras los hombres, trashumantes están en Valle de Alcudia o en la Extremadura. El matriarcado existente durante tantos siglos, aún se ve reflejado en la época actual en las costumbres y la vida del pueblo.
En los s. XIX y XX llegó a contar con 2800 habitantes, siendo el más poblado de la Comunidad de Villa y Tierra de Pedraza, a la que pertenece desde la época de La Mesta. Era desde antes de dicha época uno de los mayores productores de lana merina, siendo este pueblo de pastores trashumantes hasta la mitad del s. XX.
Está situada al sur del pueblo, junto al cementerio. Su planta es cuadrada y sus muros de mampostería, exceptuando las esquinas que están formadas por cadenas de sillares. Su puerta de acceso está orientada al sur y se caracteriza por estar adintelada y recercada de sillares.
Es una construcción sencilla del s. XVIII que se localiza en la zona conocida como La Lastra. Se cree que en este lugar pudo haber una población, ya que se han encontrado diversos restos de asentamiento. En su interior se acoge la imagen gótica patrona del lugar.
De piedra también, es el principal monumento de Arcones, la iglesia parroquial de San Miguel. Es un templo románico del siglo XIII, la más antigua de la sierra segoviana, que conserva la cabecera de triple ábside semicircular, teniendo el del lado de la Epístola ocupado por la torre del templo y una pila bautismal de esta época. Pero la iglesia de San Miguel guarda la sorpresa de un cuarto ábside, una anomalía que se explica porque servía de capilla de cierre al atrio. Tiene, por tanto, una cabecera compleja en cuyo ábside hay una ventana flanqueada por dos columnas rematadas en capiteles con motivos vegetales. Dentro de él podemos admirar varios retablos y una pila bautismal también románica.