Localizado en el Nordeste de Segovia, a 110 km de Segovia. En las laderas de la zona abundan las bodegas y lagares que siempre han proporcionado abundante vino.
La tradición vitivinícola siempre ha estado muy arraigada, ya sus ancestros cultivaban el preciado manjar, de forma artesanal transformaban en sus bodegas ricos caldos. Hoy revalorizado debido a que se incluye en la denominación de origen Ribera del Duero.
También merece la pena degustar la carne de lechazo que se produce en la zona.
Hace tiempo se denominó Aldea Horno, dado que en el entorno abunda la tierra arcillosa, como denota el color rojo de las tierras y lo más probable es que existiera algún importante horno para cocer tejas o material de alfarería.
Por el valle discurre un arroyo que desemboca en el río Riaza. Su cauce fue tal que en otro tiempo movía un molino, situado en el centro del pueblo.
Sita al oeste de la localidad. Dentro de ella se aloja un retablo barroco, las imágenes se encuentran en la Iglesia de la parroquia.
Edificio barroco en planta de cruz latina, que dispone de cúpula sobre pechinas en el crucero. Varios retablos barrocos y neoclásicos se alojan dentro del templo, destacando el mayor donde se acoge una entrañable imagen de San Pedro sobre el trono vaticano. Una original pila bautismal románica se une a una interesante cruz procesional gótica del siglo XIV.