Cabañas de Polendos se encuentra ubicado a 21,4 km de Segovia y se ubica en la comarca que está unida por los ríos Pirón y del Polendos. El pueblo combina la esencia genuina de los pueblos castellanos con un paraje natural de gran belleza.
En cuanto a su historia, en 1247 ya se le cita Cabannas (se llamaba así a los ranchos donde se esquilaba el ganado), al que se le añadió en alusión al río que corre cerca del lugar, el sufijo de Polendos, pues en el Diccionario Geográfico de Pascual Madoz de mediados del siglo XIX todavía se menciona como Cabañas. Arroyo Polendos significa el arroyo donde hay molinos polendos o de harina.
Las construcciones son sencillas, dominando las viviendas de una planta con teja a la segoviana y aprovechamiento de la cubierta como cija o almacén. En cuanto al entorno natural, el sabinar es uno de los ecosistemas más interesantes donde se mezclan enebros y sabinas con matas de rosales silvestres, escaramujos y espinos. La fauna que encontramos son jabalíes, jinetas, corzos, zorros, etc. Es zona de cultivo de cereales como cebada, centeno, trigo o girasol. La fresneda centenaria se extiende al margen del Polendos en las inmediaciones del municipio. La agricultura y ganadería siguen funcionando en el municipio como principal fuente de ocupación.
El río Pirón y el arroyo Polendos atraviesan la comarca de sur a norte, formando dos pequeños cañones de tipo cárstico de gran interés por la belleza del paisaje y por su riqueza botánica y faunística, donde abundan los restos de antiguos molinos de cereal. En fuerte contraste con este entorno natural, surgen los campos de cultivo y las manchas de los bosques de encinas, robles y sabinas. Por estos motivos es un lugar idóneo para practicar el senderismo y el cicloturismo.
El sabinar es uno de los ecosistemas más interesantes, destacando el que se extiende entre Peñarrubias y el Parral de Villovela. En el sabinar se mezclan enebros y sabinas con espesas matas de rosales silvestres, escaramujos y espinos.
El encinar de bosque denso que rodea el caserío de Quintanar y que se extiende por la carretera que va de La Higuera a Cabañas de Polendos. Allí alternan las encinas con sabinas, enebros, rosales silvestres, escaramujos, endrinos, madreselvas, jaras, cantuesos y majuelos, y encuentra refugio una fauna singular y abundante: jabalí, jineta, corzo, zorro y milano negro, entre otros.
Los campos de cultivo en espacios amplios y de suaves pendientes donde crece la cebada, el centeno, el trigo o el girasol. La vegetación de ribera que se extiende siguiendo el curso del río Pirón y del arroyo Polendos y donde destaca sin duda, la fresneda centenaria que se extiende al margen del Polendos en las inmediaciones del municipio.
Situada en Plaza de la Iglesia. Es del siglo XII. Edificada en honor al patrón del municipio. De época románica, presenta un bello ábside semicircular, pero sobretodo una portada excepcional por la calidad de sus arquivoltas, sus canes y las dos esculturas de las enjutas. En las portadas aparecen representadas las flores de aro y las rosetas inscritas en círculos junto con capiteles que representan figuras humanas y vegetación variada. Constituye una muestra destacada del Románico del Pirón y es la sencillez de la construcción. En su interior destaca el retablo barroco y una cruz procesional realizada en el último tercio del siglo XVI.
El despoblado Agejas, se encuentra en el margen derecho, a las afueras del municipio. Allí quedan en pie los restos de la ermita de Agejas, cuya construcción podría fecharse entre los s. XII y XIII.