Navas de Riofrío, con 401 habitantes, se encuentra ubicado a los pies de la falda de la vertiente segoviana de la Sierra de Guadarrama, a escasos dos kilómetros de la AP-61 forma parte del parque desde 2015. Es un pueblo serrano ubicado entre Madrid y Segovia, a unos 11 km. La Losa está a 3,9 km al suroeste y Revenga (barrio de Segovia) al este a 5,5 km. Al norte Hontoria (otro barrio incorporado a Segovia) a 6 km.
En cuanto a su historia podemos decir que los primeros pobladores procedían del País Vasco. El topónimo “nava”, viene del vascuence “naba”, que significa tierra baja o llana. Otra referencia histórica aparece en 1347 en el auto de un pleito seguido por la Tierra de Segovia y el Sexmo de San Millán, por la posesión, propiedad y la administración de los pinares de Riofrío, Aceveda, Mata de Cepones y Hoyo de Santillana. El primer libro de Bautismo de la parroquia de Santa María, se inició en 1588. Navas de Riofrío como centro de esquileo y de paso de ganado lanar, se remonta a la Alta Edad Media. Formó parte de la Cabaña Segoviana. Las Navillas tuvo importancia durante la segunda mitad del siglo XVIII como lugar de esquileo de los ganados trashumantes de ahí que hubiera varios Ranchos o Casas de esquileo. Fue también un pueblo agricultor, producían trigo, centeno, algarrobas, patatas y hierba: mantenían ganado vacuno, lanar y algunas yeguas. Se dedicaba a la cría de caza menor y en él se esquilaban 14.000 ovejas.
Hay varias casas que habitaron los burgueses del siglo XIX-XX. Se encuentran situadas en Calle Segovia y en calle Sierra.
Fue un hospital para enfermos de tuberculosis durante la guerra civil. Actualmente es un convento privado.
Construída en el año 1733. Situada en calle Sierra. En 1608, se fundó la Hermandad de San Antolín. Se abre sólo el 2 de septiembre, el día del Santo.
Situada en calle Segovia. Su portada es románica, según una leyenda, perteneció a una ermita en Cepones. La aldea de Cepones era un despoblado en el siglo XVI.
Está ubicado en el término entre Navas de Riofrío y La Losa. Edificio gestionado por Patrimonio Nacional, ya que es uno de los Reales Sitios junto con el Real Sitio de la Granja de San Ildefonso. Es del siglo XVIII y fue una de las residencias de la Familia Real Española. Está rodeado por más de 600 hectáreas de bosque de gran biodiversidad. El edificio destaca por su unidad de estilo y por su aspecto lineal, ordenado y armonioso que resuena con el eco clásico de los palacios romanos. A pesar de su singularidad y la belleza de su entorno, fue un palacio sin huéspedes durante más de cien años, lo que hace que sea uno de los Reales Sitios menos conocido por el público pero de los más especiales. Fue pabellón de caza en el siglo XVIII y XIX. Fue declarado monumento Histórico-Artístico en 1931. Lo más bonito es ver a los ciervos y gamos en plena berrea. A finales de verano, los machos se acercan a los grupos de hembras y empieza el ritual de conquista, este cortejo dura de septiembre a noviembre.
Situado donde comienza la Ruta a Revenga. Trajeron las piedras del Palacio que había en Arturo Soria en Madrid, para hacerle exactamente igual aquí. Se dedican a cuidar y mantener ganado charolés, el cual, se puede apreciar en los alrededores de la finca del Palacio.