Esta localidad pertenece al partido judicial de Santa María la Real de Nieva desde 1969 y Entidad Local Menor desde 2002. Fue cabeza del sexmo de La Trinidad de Comunidad de Ciudad y Tierra de Segovia.
Su nombre consta ya desde 1247, siendo un poblado de la repoblación realizada por riojanos venidos de Villoslada de Cameros en tiempos de Alfonso VI, Raimundo de Borgoña a partir de 1200, primer esposo de Doña Urraca. Villoslada procede de” Villa ustulata” o villa quemada. Población hermanada con Villoslada de Cameros con la que suelen tener encuentros anuales.
Antes de entrar en el pueblo en la carretera que viene de Balisa sale un camino a Hoyuelos a la derecha, es el humedal de la fuente. Aquí estaba el lavadero y fuente de manantial. Antiguamente los mozos acudían la tarde el día de San Juan y se metían en la fuente para vaciarla con cubos y poder limpiarla por ser la vía de abastecimiento de los habitantes. Acababan la fiesta en el Ayuntamiento donde se les invitaba a escabeche.
Este lugar próximo a la Ermita de San Miguel tenía una gran encina visible desde el Alcázar de Segovia. Al caerse, se llevó una de sus ramas en recuerdo a la puerta de la ermita. Toda la zona del cerro de San Miguel es un área donde hay encinas y por allí acuden de los pueblos aledaños como Sangarcía, en los días festivos como lugar de recreo y descanso. Próximo también pasa el Río Moros con la flora y fauna propia de zonas fluviales.
Construcción románica de los siglos XII- XIII. Es la ermita porticada más occidental de la provincia. Es de tramo recto y ábside semicircular. Muros de cal y canto con arco en ábside apoyado en columnillas de decoración vegetal al igual que las del pórtico y las de su interior. Aquí es donde sobre unas sencillas andas suele estar San Miguel Arcángel. En el presbiterio se suele custodiar la figura del Santo Cristo, de talla gótica arcaizante realizada en el s. XIV, enmarcada en retablo barroco del s. XVIII que oculta las pinturas originales en el ábside .
En el s. XVII los alcaldes y procuradores del sexmo se reunían “en las casas de San Miguel de Párraces”(por haber entonces viviendas en la pradera) y en el s. XVIII, ye en el interior de la ermita.
De construcción en el s XVII y reformas en el XVIII, es un edificio sobrio de una nave y planta de cruz latina con bóveda decorada con yesería barroca. En el exterior destaca la espadaña triangular. En su interior hay un retablo barroco con banco o predela con pinturas de San Pantaleón y San Roque de 1700, un cuerpo de 3 calles con la talla del santo titular y un cuadro de la Virgen de La Soterraña en el ático de medio punto. En la hornacina , San Nicolás de Bari, su patrón. Actualmente aquí están las imágenes del santo Cristo y San Miguel de la ermita. Es curioso ver en las pechinas de la cúpula otras imágenes en lugar del tetramorfos habitual.
Aquí se siguen haciendo juegos de pelota a mano de gran tradición. Por ser cabeza del sexmo, tiene una placa conmemorativa con todos los municipios que lo componían. Allí vemos también el potro y algunas piezas de pilas.
A la salida del pueblo por el camino de Sangarcía y Etreros. Pertenecieron a la ermita del Santo Cristo, dedicada al Cristo de las Cinco Yagas, También llamada del Humilladero, o de San Blas, por haber en su interior una talla de este santo que actualmente se encuentra en la iglesia.