A 48 kilómetros de Segovia, atravesada por la N-VI, en la comarca de la Campiña segoviana se encuentra este municipio de 135 habitantes.
Al norte, en el municipio de Muñopedro, tiene el embalse de Torrelara en el río Magdalena; al noreste a 7,3 km está Muñopedro. Al este, Monterrubio a 22,1 km. Villacastín al sureste a 12,4 km. Al sur y al oeste limita con la provincia de Ávila.
Toma su nombre se la cantidad de charcas o “Lavajos” que nunca se secan y que salpican todo su territorio, algo que que llamó la atención de sus primeros moradores. La concesión de Villa fue por escritura el 17 de noviembre de 1628 por el Rey Felipe IV y posteriormente por Decreto real, firmado en Madrid el 31 de diciembre de 1628, entregándolo D. Baltasar de la Cueva en nombre del Rey. Labajos se ubica en el que fuera antiguo Camino Real que ascendía al puerto de Guadarrama y es paso hacia el noroeste peninsular a través de la N-VI. De su pasado como camino real aún en el pueblo hay algún edificio que llegó a ejercer de venta arriera.
Su término alberga una Zona de Especial Para las Aves (Zepa) y es área de interés cinegético. La Cañada Real Castellano Leonesa Oriental discurre por el término municipal.
Está a unos 4 km del pueblo en el monte del Cristo de la Magdalena, entre Labajos y Muñopedro. Está en proceso de rehabilitación. Es del siglo XV.
La construcción del estanque parte de los humedales o «lavajos» que poblaban la zona. Sirve de asentamiento y zona de estancia de muchas aves acuáticas para las que los vecinos han construido un peculiar refugio: un barco, bautizado con el nombre de El Coloso II.
Situada entre Labajos y Villacastín, entre 1 y 2 km de Labajos, por donde pasa la Cañada Real Leonesa. La gente del pueblo iba a recoger agua de esta fuente para cocinar. Es prerrománica.
Son Prerrománicas. Situadas en plena Cañada Real Leonesa, a 1 y 4 Kms. de Labajos respectivamente.
Situada en Plaza de la Constitución, al lado del Ayuntamiento. Construída en el siglo XVI, reformada en el siglo XXI. Es un templo realizado en mampostería y con mezcla de piedra y ladrillo, con aristas de granito labrado. Su torre campanario es de tres cuerpos. En una capilla lateral se encuentra el Santo Cristo de la Agonía. En el exterior se puede observar la cabecera y la torre campanario de tres cuerpos. Y en el interior destaca el retablo del Altar Mayor, de estilo barroco (Siglo XVII) atribuido a Francisco de Prado, donde se entroniza a San Pedro, patrón de esta localidad.