La Villa de Cuéllar es el mayor municipio de la provincia de Segovia. Situada al noroeste, se asienta sobre una llanura, atravesada por el río Cega. Una amplia masa de pinares cubre estos terrenos, dando su nombre a la comarca natural conocida como “Tierra de Pinares”. Se tiene constancia de su existencia en la Edad del Bronce y del Hierro. Después de ser asolada por Almanzor, es repoblada a finales del siglo XI por el rey Alfonso VI. A mediados del siglo XIII Alfonso X le concede un Fuero Real. Durante toda la Edad Media se convirtió en uno de los núcleos más importantes de la Meseta del Duero, siendo sede de reyes e importantes acontecimientos históricos como la celebración de la boda de Pedro I y la de Juan I. En 1464 Enrique IV entregó la Villa a Don Beltrán de la Cueva, primer Duque de Alburquerque.
Debido a su carácter de Villa Medieval y su amplio patrimonio, fue declarada Conjunto Histórico. En la zona alta de la villa se localiza el Castillo de los Duques de Alburquerque. Declarado Monumento Nacional en 1931. Es un edificio cuyos orígenes remontan a finales del siglo XI. Posteriormente se construye en estilo gótico-renacentista, con un aspecto más palaciego que militar. Permanece actualmente en muy buen estado de conservación y hoy en día alberga el Instituto de Enseñanza Secundaria “Duques de Alburquerque”, la Oficina de Turismo y el Archivo de la Casa de Alburquerque. Se realizan visitas teatralizadas, en las que, a través de un paseo por el tiempo, diversos personajes nos relatan su historia.
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El Castillo de Cuéllar fue declarado junto a las murallas, Monumento Artístico Nacional en 1931.
Se sitúa en la parte más alta de la villa, muy cerca de la carretera de Valladolid.
El edificio aparece documentado ya en el año 1306. Siendo rey Enrique IV, cedió la villa de Cuéllar y el castillo a D. Beltrán de la Cueva, Duque de Alburquerque, en 1464. Por ello, también es conocido como el palacio de los Duques de Alburquerque. Bajo el torreón sureste se encuentra la parte más antigua de la fortaleza originaria, que podría datarse en torno al siglo XII. Tiene planta rectangular con cuatro torreones en las esquinas, tres de ellos circulares. En el interior se abre un patio de columnas que sostienen una doble galería con arcos rebajados del siglo XVI, al que se abren los diferentes salones decorados con artísticas techumbres, artesonados de estuco y vigas talladas.
Un espacio recuperado de una antigua tenería donde se puede conocer el proceso de transformación de las pieles en cuero, el tipo y su procedencia. Un recorrido visual, sensorial y experimental en el que cada visitante será espectador y parte.
Las tenerías de Cuéllar, conservan in situ pilas exavadas en el subsuelo, noques de madera, canalizaciones y diferentes empedrados. En la planta superior, existe una sala de exposiciones temporales. En el exterior de las Tenerías se puede disfrutar de una exposicón permanente “Mundo Bonsai Tenerías”. Esto se completa con curso y talleres sobre el conocimiento del Bonsai.
El espacio de Tenerías completa sus actividades culturales con las “Noches Musicales de Tenerías”
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Horario: Martes a domingos
Las excavaciones arqueológicas realizadas en el exterior de la iglesia de San Esteban proporcionaron la localización de tres tipos de ocupación diferentes en un mismo espacio: necrópolis plenomedieval, silos excavados en el subsuelo y pilas en diferentes alturas.
En la zona sureste del exterior del templo se descubrieron 39 tumbas antropomorfas excavadas en la roca con una orientación Oeste-Este, la cabeza al oeste y los pies al este, con los cuerpos depositados en decúbito supino y los antebrazos sobre el cuerpo. Seis pilas, unas de fábrica de ladrillo, otras de mampostería y algunas semiexcavadas en la roca, ocupaban un espacio en pendiente para facilitar la circulación del agua de unas a otras con el fin de facilitar el trabajo de teñir paños, lanas o telas, ya que se trataría de un batán o tintorería.
El subsuelo del yacimiento arqueológico lo completaban 14 silos excavados en las margas calizas y utilizados como almacenes subterráneos para conservar el grano y otros productos alimenticios durante la Edad Media. La forma de estos silos se asemejaba a una tinaja de con el fin de facilitar el trabajo de teñir paños, lanas o telas, ya que se trataría de un batán o tintorería.
El subsuelo del yacimiento arqueológico lo completaban 14 silos excavados en las margas calizas y utilizados como almacenes subterráneos para conservar el grano y otros productos alimenticios durante la Edad Media. La forma de estos silos se asemejaba a una tinaja de grandes proporciones. Tamaño que en algunos casos se prolongaba en profundidad para convertirse en pozos de agua o pozos de nieve.
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Situado a unos cinco kilómetros de Cuéllar hacia el noroeste, es el centro de devoción más importante de toda la comarca. Tiene a su alrededor una zona recreativa dotada de distintos servicios para hacer más agradable la estancia de la gran cantidad de personas que acuden durante todo el año en excursiones y en otras fiestas, como la de los resineros, Henarillo, El Carmen, Santiago, etc., además de la romería de Nuestra Señora del Henar que se celebra el domingo anterior a San Mateo, entre el 14 y el 20 de Septiembre.
La imagen de Nuestra Señora de El Henar es una talla del siglo XII, que se venera desde su aparición a un pastor allá por 1580. En el recinto del Santuario se encuentra la Fuente del Cirio, lugar en el que, según la tradición, estuvo oculta la imagen desde la invasión de los almohades hasta la fecha de su aparición. Pronto se levantó una ermita en honor a la Virgen, que se convirtió en templo en 1664 al incrementarse la devoción mariana. El pórtico es de piedra con escalinata y triple arco, aunque la fachada ha sido retocada en varias ocasiones. En 1759 se construyó el camarín, el crucero y el claustro adosado a la iglesia. Las pinturas pertenecen a José Micot, destacando la cúpula del crucero, que representa la glorificación de la Virgen María. Son de este mismo artista las pinturas y la decoración de la cúpula del camarín de la Virgen. En él se encuentra también una colección de cobres pintados de la escuela flamenca, pertenecientes a Antón Wolfaert, y de la escuela de Rubens. La imagen de Nuestra Señora del Henar es una talla policromada románica de principios del siglo XII, retocada en el siglo XVI. Sostiene en su regazo a su hijo como “Sede Sapientiae” y ha sido restaurada recientemente.
Pero además de por su sentido religioso, el Santuario del Henar presenta un gran atractivo desde el punto de vista ambiental, ya que se encuentra enclavado en una pradera arbolada, muy propicia para gozar del campo.
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